Zuckerberg, entre las chicanas y el tendido de puentes
Ayer fue la primera declaración de Mark Zuckerberg en el Senado de Estados Unidos frente a las Comisiones de Comercio y Judiciales de esa Cámara (hoy también dará testimonio); y en las redes sociales lo único que quedó fue esta chicana sobre el hotel en el que se quedaba y su negativa a compartirlo.
Solo este fragmento ha hecho que la comparecencia se Zuckerberg merezca la pena. pic.twitter.com/J5CHE0Ak7K&— Daniel J. Ollero (@DanielJOllero) 10 de abril de 2018
Y pese a que su respuesta fue criticada por todos, creo que fue lo mejor que pudo responder, porque demostró aplomo y ganas de tender un puente en una audiencia preliminar; podría haber elegido todas estas respuestas:
- a) "Claro, pero no en público: lo saben mi familia y amigos gracias a los filtros de Facebook".
- b) "No, pero así no funciona Facebook, allí uno comparte lo que quiere compartir".
- c) "¿Es esa una propuesta indecente, señor senador?"
Pero cualquiera de estas respuestas, o cualquiera que hubiese dejado claro que los senadores no entienden cómo funciona Facebook , no entienden el negocio de la publicidad online, ni entienden que la gente tiene opciones de privacidad para compartir contenido, le hubiera hecho ganar (más) enemigos, y por eso evitó las respuestas directas.
El video del senador preguntando por el hotel es divertido y me destornillo de la risa, pero son espejitos de colores: pero llegas a un hotel:a) lo taggeas en Swarm, subis una foto a Instagram, compartis en FB un stream de "mi llegada al #travellust"b) hacés checkinVos elegis&— Mariano Amartino (@amartino) 11 de abril de 2018
Pero miremos más allá de la chicana que tanto nos gusta a los argentinos para "ganar" un debate: esta sesión mostró que la economía de los datos personales (y por consiguiente, la economía de la publicidad online) corre peligro de ser regulada por gente que no entiende ni el negocio, ni las protecciones que se están poniendo en otros lugares del mundo.
En este momento un Senado con liderazgo del partido Republicano está más interesado en saber si Facebook es un monopolio que otra cosa: y las preguntas sobre privacidad, retargeting y venta de datos/atención fueron de regulares para abajo.
"¿Cómo sostiene un negocio donde los usuarios no pagan por el servicio?" le preguntó el senador republicano Orrin Hatch. "Senador, mostramos anuncios", le respondió Mark Zuckerberg. Aunque no sea un experto en el funcionamiento de Facebook, Hatch debería saber eso.
Si en este momento las máquinas de lobby de las empresas que empujaron a Ajit Pai como Comisionado de la FCC hacen fuerza y se alinean con los intereses de los senadores, la economía de internet va a recibir un golpe tan fuerte que centenares de modelos de negocio se pueden caer a pedazos, y con eso, muchos de los servicios que hoy todos usamos sin pagar un centavo.
Y en este punto creo que los senadores y gran parte del público quiere arreglar algo que no entienden bien, pero ahora al menos las cartas están sobre la mesa; pese a las preguntas tontas de ayer, quedaron 3 puntos que son claves no sólo para Facebook, sino para toda la industria, aunque hayan aparecido ahora por un escándalo que pocos terminan de entender:
a) ¿Hay mucho poder concentrado? Recuerden el porcentaje de Google y Facebook en publicidad online: 61 por ciento entre los dos, lo que representa el 25 por ciento de toda la inversión publicitaria mundial.
b) ¿Los usuarios están tomando una decisión informada sobre los datos que están brindando y las protecciones que estos datos tienen? Nadie sabe realmente qué datos comparte y cómo los comparte. Eso tiene que cambiar, pero todos deben hacerse cargo de su parte.
c) ¿Cómo vamos a reconciliar la libertad de expresión y la seguridad pública? ¿Cómo frenamos las noticias falsas sin censurar aquellas que no son un delito explícito?
Y mientras todo Twitter se ríe de "¡que rápido fue el senador!", la cotización de acción de Facebook se está recuperando luego de una caída monstruosa y hoy Mark se sienta a su segunda sesión sin haberse creado enemigos sin sentido, aunque esperando algo más de dureza.