Wi-Fi 6E: las conexiones inalámbricas hogareñas sumarán una gran mejora
Las conexiones inalámbricas vía Wi-Fi van a ganar una mejora fundamental para sus más de dos décadas de vigencia: una tercera frecuencia de conectividad. Hasta ahora el Wi-Fi permite conectar dispositivos entre sí sin usar cables usando las frecuencias de 2,4 y 5 GHz; ahora también sumarán una tercera frecuencia de 6 GHz, un nuevo estándar identificado como Wi-Fi 6E (no reemplaza a los anteriores, sino que se suma a ellos).
Al menos, en Estados Unidos, donde el gobierno de ese país autorizó la liberación de parte de ese espectro para uso no licenciado (es decir que cualquier dispositivo puede usarlo sin permiso explícito, como el Wi-Fi o, en su momento, los teléfonos inalámbricos de 2,4 GHz). En Europa también se está tratando el tema, por lo que no sería raro que se vaya adoptando en el resto del mundo (aunque dependerá de cada país, como ya sucedió con las normas de 2,4 y 5 GHz).
Más espectro, más capacidad
Con el acceso a este espectro que permite Wi-Fi 6E, se cuadruplica el espectro disponible para transmitir los datos; esto implicará, cuando esté disponible (fin de este año o 2021) más ancho de banda para los dispositivos y menos posibilidades de interferencia entre ellos. También, que tendrá menos alcance (cuanto más alta es la frecuencia, más capacidad tiene, pero menos lejos llega).
En la banda de 6 GHz el gobierno de Estados Unidos habilitó 1200 MHz de espectro (7 canales de 160 MHz) contra los 400 MHz disponibles en 2,4 y 5 GHz hoy. Más espectro implica más capacidad, aunque no necesariamente una mayor velocidad: por ahora la expectativa es que iguale la capacidad teórica de Wi-Fi 6, el estándar más nuevo en uso hoy, que llega casi a los 10 Gbps.
Pero ese número es en laboratorio; en circunstancias normales, la multiplicidad de dispositivos intentando conectarse al mismo router (o al del vecino, en la misma frecuencia) degradan notablemente esa capacidad. La expectativa es que la norma de 6 GHz evite esa congestión de radiofrecuencias, y permita aprovechar la conexión en toda su capacidad.
Como siempre, hay que recordar que Wi-Fi es una tecnología para conectar dispositivos entre sí en forma inalámbrica, y no una tecnología para acceder a Internet; en nuestros hogares esa conexión (y esa velocidad, que es el cuello de botella) la ofrece otro dispositivo (el módem), aunque hoy hay muchos que comparten ambas funciones en un mismo aparato.
Según le confirmó la Wi-Fi Alliance a The Verge, los fabricantes de chips de Wi-Fi como Broadcom, Qualcomm o Intel dicen que para fin de año o principios del próximo ya darán soporte a esta tecnología.
Por supuesto, las bandas de 2,4 y 5 GHz se siguen usando: esta es una opción que se suma a las existentes y no las reemplaza. Ni puede sumarse a dispositivos existentes: para que todo funcione a máxima capacidad, tanto el router como el dispositivo conectado tienen que dar soporte a esta nueva versión de Wi-Fi (los celulares probablemente serán los primeros en incluirla, el año próximo).
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