Virtualmente, la E3 fue todo un éxito
Es la mayor muestra de videojuegos del mundo, se realizó esta semana en Los Ángeles y los ejes fueron las nuevas versiones de los títulos más taquilleros y las tecnologías de visualización inmersiva
LOS ÁNGELES.-"No se permiten menores de 17 años." La advertencia, ubicada junto a las escaleras mecánicas del centro de convenciones de Los Ángeles, pasa inadvertida para los miles de personas que ingresan a la exposición de videojuegos E3, la cita más importante de la industria del entretenimiento digital.
Cargados con mochilas, cámaras, smartphones e incluso hasta con un discontinuado anteojo Google Glass, los asistentes comparten una ilusión y ansiedad comparable a la expectativa propia de un niño. Aquí, la promesa de E3 son nuevas entregas de videojuegos exitosos y alta tecnología de hardware.
En los 70.000 metros cuadrados cubiertos de los pabellones Sur y Oeste del centro de convención de Los Ángeles, casi el doble de la superficie que ocupa La Rural, circularon durante tres días unas 52.000 personas; la marca superó a la de la anterior edición.
Allí, algunos miembros de los equipos creadores de los títulos más taquilleros de la industria pueden pasar inadvertidos para ajenos, pero no para los apasionados gamers, que los reconocen con una muestra de admiración que oscila entre un respetuoso y tímido saludo hasta las enfervorizadas ovaciones. Es lo que le pasó a Yoshinori Ono, el responsable de la serie Street Fighter, vestido con una camiseta verde, garras de peluche y un falso pelo en pecho que acompaña su rojiza cabellera rojiza, que emula a Blanka, el eléctrico y aguerrido protagonista del videojuego de pelea.
Otros sólo son reconocidos por los estampados de sus remeras. Dice, Bethesda, Activision o Ubisoft son sólo cuatro de los nombres que identifican la indumentaria de los equipos de ingenieros, programadores y animadores que participan de la multitudinaria convención, que se inauguró el martes.
El centro de Los Ángeles se transforma al ritmo de los impactantes juegos de acción en primera persona como el cinematográfico Uncharted 4, anunciado de forma exclusiva para PlayStation 4, junto con exitosas y millonarias franquicias como Call of Duty: Black Ops III o la inagotable Star Wars con su edición Battlefront.
Microsoft sorprendió al auditorio tras anunciar la compatibilidad y disponibilidad del catálogo de juegos de la Xbox 360 para los usuarios de las actuales Xbox One.
Y en medio de los rumores que indican que próximamente lanzará una consola de videojuegos con Android, Nintendo se mantuvo fiel al presentar sus títulos basados en los personajes exclusivos de la compañía, como Mario, Yoshi y Star Fox. Revivir o renovar las pasadas glorias y los éxitos actuales, ese fue el ritmo que tuvo la E3 en los anuncios y lanzamientos de los nuevos videojuegos, como con la intrépida aventurera Lara Croft en el regreso de Rise of the Tomb Raider, el asesino profesional Hitman y la nueva entrega de Gears of War y Halo 5: Guardians.
Otro mundo
Microsoft también dio su primer golpe en el incipiente campo de la realidad virtual al asociarse con la ascendente Oculus, la firma que está bajo el ala de Facebook. El visor de Oculus, llamado Rift, saldrá al mercado el próximo año y estará acompañado por un control de mando de Xbox One y de un novedoso joystick dual equipado con sensores que pueden interpretar los movimientos y gestos de las manos. Para redoblar su apuesta, Microsoft se lució con el visor holográfico HoloLens, en una sorprendente pero acotada demostración con Minecraft.
Desde su rincón, PlayStation mostró los avances en Project Morpheus, un robusto casco de realidad virtual que ofrece una experiencia inmersiva con un catálogo de 12 títulos, pero sin fecha de llegada prevista, aunque se especula que será en 2016.
Cara y para fanáticos
La E3 dista mucho de ser el paraíso de la sala de arcade de uso libre y gratuito que muchos de los actuales asistentes añoraban de su infancia. Sin ser una exposición abierta al público, la acreditación a la E3 debe estar justificada mediante algún vínculo con la industria de los videojuegos, tales como analistas, profesionales o prensa y medios digitales especializados. Si se reúnen estos requisitos y no se tiene una invitación, el paso por los tres días que dura la jornada es de 995 dólares. No son pocos los que desembolan este monto.
Es que la E3 colma las expectativas de todo apasionado a los videojuegos, pero exige a cambio esperas agotadoras, jornadas de largas caminatas que nunca son suficientes, ni aun cuando se comienza bien temprano y se finaliza pasada la medianoche.
Una búsqueda que se asemeja a esas noches en las que los aficionados, como niños, le quitan horas de sueño en un día de semana frente a una consola de videojuegos.