Unicornios, decacornios y los nuevos caminos para financiar una start-up
Interesante nota en Crunchbase acerca de dos tendencias que se están viendo hace unos años: megarondas de inversión, que llegaron hasta los $14.000 millones en ANT Financial y megafondos de inversión de unos $100.000 millones como SoftBank Vision Fund. Si bien estas son las puntas de lanza del mercado, lo importante es ver cómo suben los fondos de más de 100 millones hasta llegar a los decacornios, compañías valuadas en más de 10 mil millones de dólares (un juego de palabras con los unicornios, empresas que valen mil millones de dólares), que hasta 5 años no existían, una nueva tendencia que genera algunas cosas buenas y otras no tanto.
Me sorprende que pocos se pregunten por qué hay tanta liquidez en el mercado. ¿Es porque no hay alternativas de inversión? ¿Por una concentración de mercados? ¿O por reinversiones en un sector que crece sin parar hace dos décadas? Creo que hay una conjunción de estos factores, sumados a la entrada al mercado de venture capital (VCs, inversores de riesgo) de jugadores que antes sólo hacían Private Equity, y de fondos soberanos que antes miraban los VCs como un mercado donde el retorno porcentual era gigante, pero no les significaba a ellos nada en los miles de millones que manejaban en carteras globales.
Decacornios y megafondos
Y esta liquidez genera a su vez un círculo, que sinceramente no sé si es virtuoso o vicioso, pero que empieza a crear dos conceptos que no teníamos en vista: en 2015 alguien aparece con la denominación de decacornios para las empresas con valoraciones de más de diez mil millones de dólares, porque ya habían 8 en el mercado y hoy, apenas 3 años más tarde, ya hay 25. A su vez, las primeras 5 ya cuentan con una valoración de más de 330.000 millones de dolares.
El otro concepto que aparece con estos numeros son los megafondos, y no hablo del SoftBank Vision Fund ni de las decenas de fondos que ya manejan mas de mil millones en cartera, sino de los fondos que están levantándose en el mercado. Incluso regiones como América latina levantan más de 100 millones de dólares con algo de esfuerzo, cuando sabemos que hace 3 años era poco menos que imposible. A su vez, los grandes están levantando fondos de más de 2000 millones manejados por Andreesen Horowitz, NEA y NWP, entre otros.
Para algunos es una concentración de poder gigantesco; para mí, son reinversiones o liquidez de mercados secundarios. Al margen de esto, lo que decacornios y megafondos generan es falta de salidas al mercado, algo que en su momento era el santo grial de todo emprendedor: la IPO, la oferta pública de acciones.
¿Para que la necesitan ahora los grandes?
Pongamoslo de esta manera: Apple antes de salir a Bolsa levantó US$ 7 millones, Microsoft levantó 20 millones (en una historia curiosa, porque no lo necesitaban), Google levantó 25 millones antes de salir a Bolsa, mientras que Facebook levantó unos 2200 millones. Sin embargo, WeWork pasó los US$ 5000 millones en rondas de inversión o emisión de deuda, y no tiene ni en la cabeza salir a bolsa por ahora. ¿Quién necesita vender acciones cuando hay tanta liquidez en el mercado?
El efecto no deseado de esto es que por un lado los que apoyaban en una etapa inicial se siguen llevando gran parte de las ganancias de una salida a bolsa, porque apostaron cuando la empresa nacía e iba creciendo; por otro, los que están entrando más tarde y a valuaciones gigantescas son los que tienen la chance de llevarse el crecimiento compuesto que nos llevábamos los que esperábamos las IPO de esas start-ups que estaban cambiando el mundo (¡o que simplemente eran un buen negocio!).
¿Es esto bueno? ¿Malo? Sinceramente creo que es un modelo de cambio total del juego de fondos de inversión. Hoy es un buen momento para levantar capital en los mercados; si fuera un VC yo lo aprovecharía lo máximo posible, pero al mismo tiempo si fuera una start-up trataría de ver que más puede aportar un fondo, al margen del dinero y algún comunicado de prensa. Un mercado líquido (con excepciones en América latina) le da más poder a la start-up, que necesita plata pero que ahora cuenta con la posibilidad de elegir a quién dejar entrar y a quién no en sus rondas de inversión.
Así como dije antes que hay efectos no deseados de esta "abundancia de capital", podemos también decir que las start-ups pueden elegir y tener más tiempo para madurar sin necesidad de un liquidity event temprano.