Es la época de Navidad o al menos de vacaciones en muchos lugares del mundo. Así que los niños han estado tratando de decidir qué juguetes incluir en su lista de regalos, o cuáles quedaron ausentes. Algunos ojean catálogos en busca de inspiración o miran las tiendas de juguetes y anuncios de televisión.
Pero hay otros para los que las ideas surgirán viendo videos de "unboxing", una tendencia cada vez más extendida. El "unboxing" consiste en sacar productos de sus envoltorios. Normalmente son las marcas las que envían los regalos a famosos youtubers. En el caso de los niños, les llegan juguetes y su trabajo es desempacarlos ante la cámara y probarlos.
¿Cuál es el atractivo de estos videos? ¿Son perjudiciales de alguna manera?
Para Verity, de nueve años, los videos de "unboxing" han sido una excelente manera de averiguar qué juguetes realmente quería esta Navidad. A Verity le gusta especialmente ver cómo se abren los juguetes de Shopkins, Lego y Harry Potter en YouTube, que es la principal plataforma para este tipo de contenido.
"Le dan más información que ver solo un anuncio. Es más interesante porque estos videos le brindan más detalles sobre cómo funciona algo y luego se lo muestran", dice su madre.
También le gusta hacer sus propios videos, pero solo para sus familiares y amigos. "No quiero que todos los vean porque podrían burlarse de ellos y hacer malos comentarios", dice ella. "La gente puede ser mala".
Ryan Kaji fue uno de los primeros niños en comenzar a hacer estos videos en Estados Unidos.
Estrella precoz
Fue en 2015, cuando tenía cuatro años. Un primer clip, en el que abrió un huevo gigante con más de 100 artículos dentro, ha sido visto más de 1000 millones de veces. De hecho, Ryan fue la estrella de YouTube mejor pagada del año pasado, cuando ganó más de US$22 millones. Fue gracias sobre todo a marcas de juguetes y a su propio programa de televisión.
Ava, de ocho años, espera emular su éxito. Comenzó su canal de YouTube Ava Toy Show cuando tenía tres años. Un video que muestra como desempaqueta una casa de Barbie y juega con ella ha tenido más de 8,6 millones de visitas.
A su madre Lynsey Brown, de 36 años, le encanta filmar los videos. "Ava decide con qué juguetes jugar y creemos que está aprendiendo mucho al ver a su padre editar los videos. Los niños se identifican con ella porque es muy realista".
Ava dona todos los juguetes a organizaciones benéficas locales, incluida una escuela con alumnos con necesidades especiales. Y es "muy consciente" de muchos de sus seguidores no son tan afortunados como ella.
"Como madre, es muy frustrante cuando gastas una fortuna en un juguete que resulta que es una basura". "Así que esperamos poder ayudar a las personas a decidir qué regalos valen la pena comprar", dice Lynsey.
Jugar es bueno
El investigador asociado de la Universidad de Cambridge, Dave Neale, que estudia el juego en los primeros años, cree que estos videos pueden tener un impacto positivo si alientan a los niños a jugar con juguetes y a explorarlos más profundamente.
"Jugar es una parte vital del desarrollo temprano, nos enseña habilidades lingüísticas y a regular nuestras emociones", dice.
"También nos enseña cómo compartir y a interactuar, por lo que cualquier cosa que fomente el juego es esencialmente algo bueno".
Sin embargo, está preocupado por la falta de interacción y socialización que hay alrededor de estos videos.
"Cuando los niños juegan con juguetes, resuelven problemas y son creativos, descubren cómo funciona el juguete, o qué otras cosas pueden hacer con él y eso se convierte en una recompensa. Mirar estos videos les da la solución sin tener que explorar. Es un compromiso más superficial".
A Emma Connell-Smith, madre de tres hijos, no le gusta el efecto que estos videos tienen en sus gemelos Oliver y Thomas, de 7 años. "Los juguetes son muy caros y hace que los niños se sienten mal si no pueden tenerlos todos", dice ella. "Tampoco me gusta el hecho de que estos videos son largos y los niños parecen incapaces de dejarlos".
Tilly, su hija de tres años, también pidió verlos, pero la señora Connell-Smith decidió no dejarla. "Los videos de juguetes dirigidos a los niños más pequeños a menudo usan lenguaje de bebé, y el niño que lo ve repite este idioma, a menudo olvidando cómo usar las palabras reales propias de su edad".
Emma Worrollo, que tiene dos hijos y escribe sobre cultura y juegos infantiles, cree que este tipo de contenido puede ser adictivo y dice que la tendencia no muestra signos de desaceleración. "Está captando la atención de los niños de todo el mundo porque el formato de sorpresa y revelación es muy atractivo ", dice ella.
"Este contenido no tiene narrativa, ni personajes ni final, lo que significa que es difícil para un niño pequeño desconectarse o involucrarse de manera significativa". "La experiencia es hipnótica y muchos padres informan un impacto negativo en el comportamiento cuando los niños pequeños ven este tipo de contenido", añade.
En Brasil, donde la publicidad dirigida a niños es ilegal, la fiscalía ha presentado una demanda contra YouTube con respecto a estos videos. Acusa a la empresa de "participar en prácticas publicitarias abusivas hacia niños".
Problemas con la ley
En Estados Unidos, Ryan Kaji, que ahora tiene ocho años, fue objeto de una queja reciente presentada por un grupo de vigilancia ante la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés).
En este caso se alegaba que estaba manipulando a niños que eran demasiado pequeños para distinguir entre lo que es un anuncio y lo que es una un crítica o reseña sobre un producto.
Google, propietario de YouTube, ha creado recientemente un nuevo sistema en el que el contenido dirigido a los niños esté claramente etiquetado y de esa manera el sitio pueda desactivar los anuncios. La medida llega tras un acuerdo alcanzado con la FTC por violar la privacidad de los niños.
Aunque los videos de desempaquetado de juguetes continúan acumulando millones de visitas, los padres deben decidir si son una forma brillante de reducir la lista de Navidad o una herramienta para manipular a sus hijos.
BBC Mundo