Un termotanque económico y sustentable
Por Rodrigo Herrera Vegas Para lanacion.com
Tal como nos contó La Nación la semana pasada , los aumentos en el precio del gas son considerables y algunos usuarios reportan incrementos hasta del 400 por ciento.
El gas es un elemento que se utiliza principalmente en las viviendas para dos cosas: calefacción y agua caliente.
Como hemos dicho en varias ocasiones, la quema de gas es poco sustentable, ya que por un lado se está utilizando un recurso no renovable, un concepto que no aplica si se tratara de bio-gas. Además, profundiza el cambio climático a través de las emisiones de dióxido de carbono (CO2), uno de los principales gases de efecto invernadero.
Existe actualmente una tecnología muy difundida en países como Israel, España, Australia, China e inclusive Brasil que logra disminuir el consumo de gas en un 80%. Se trata de los paneles solares térmicos o también llamados calefones solares.
Estos artefactos se comercializan principalmente en dos modelos, los split (como un aire acondicionado) que incluyen un colector solar que se coloca típicamente en el techo de la vivienda y un tanque para almacenar el agua caliente, que se coloca en el sótano o altillo, y los integrados que incluyen el colector y tanque en una sola unidad.
Un panel de tubos evacuados tipo split , con tecnología Heat-Pipe
La tecnología más sofisticada y eficiente es la que se denomina de tubos evacuados . Consiste en una matriz de tubos de vidrio de dos capas, sellados y entre los cuales se crea un semi-vacío, muy parecido a un termo. El secreto de estos tubos es que el tubo central se pinta con un recubrimiento metálico oscuro que se calienta con los rayos del sol que atraviesan el tubo externo totalmente transparente.
Este tubo interno se calienta a temperaturas que pueden alcanzar los 120 grados Celsius y transmiten la energía térmica al agua que se encuentra en su centro ya que el tubo se encuentra totalmente aislado del frío exterior gracias al vacío que los separa.
Se aplican diferentes tecnologías en ambos modelos, tanto split como integrado. La más simple (en este caso solo aplicable al modelo integrado), llamada termosifón, prescinde del uso de bombas y utiliza la gravedad para hacer circular el agua por el colector.
Es la opción más económica, pero la principal desventaja es no poder presurisar el agua. Asimismo, solamente apta para climas templados donde la temperatura rara vez alcanza la marca de congelamiento. Al no incluir dicho mecanismo, este sistema es limitado a agua caliente doméstica, es decir duchas, baños, cocina pero no se puede utilizar para calefacción.
Los sistemas más sofisticados son los denominados "heat-pipe". Tienen una mayor eficiencia y utilizan anticongelante o glicol para impedir congelamiento y son aptos para calefacción además de agua caliente en todo tipo de climas.
¿Qué pasa con los días nublados? Los tanques de almacenamiento están especialmente aislados y mantienen el agua caliente hasta 72 horas. En caso de tener un cuarto día nublado, se puede colocar en el tanque una resistencia eléctrica parecida a las que se compran en cualquier ferretería. Muchos tanques vienen de fábrica integrados con estas resistencias.
En el caso de viviendas con sistemas de calentamiento existentes, se utilizan estos sistemas solares como apoyo. El agua caliente proveniente del colector solar ingresa al termotanque de la vivienda. Este último no se enciende al detectar que el agua ya tiene una temperatura elevada que varía entre 80 y 60 grados Celsius en invierno.
Si nos encontramos con una sucesión días nublados, simplemente se enciende nuestro termotanque existente como si no existiera una instalación solar, sin necesidad de intervención por parte del usuario. El sistema solar puede también complementar instalaciones de calefacción basadas en loza radiante o radiadores de agua caliente.
Además de beneficiar al medio ambiente, estas instalaciones tienen un impacto positivo para el bolsillo, ahorrando hasta un 80% en las facturas de gas o de electricidad, si esta se usara para calentar agua. En los países donde estos artefactos ya tienen una gran presencia, sus gobiernos han creado planes para adquirirlos en cuotas y en muchos casos se han otorgado subsidios para la compra de los artefactos. Los equipos tienen una vida útil de entre 20 y 30 años.
Contrariamente a las instalaciones fotovoltaicas (utilizan el sol para generar electricidad) que pueden costar entre 20.000 y 60.000 dólares, las instalaciones para agua caliente están más cerca de los 5000 dólares, amortizándose en alrededor de cinco años con nuestros precios de gas actuales.
Varias empresas actualmente comercializan en el mercado local estos sistemas pero todavía tienen un precio relativamente elevado ya que el gobierno argentino no ha creado aún ningún plan de facilidades de compra como los que existen en España o Australia .
Rodrigo Herrera Vegas es co-fundador de sustentator.org