Un experimento con etiquetas, routers y apps
Escenario: para cubrir con buena señal de Wi-Fi toda la casa, que es antigua, larga y con paredes como de refugio antiatómico, puse en 2010 el router primario en la planta alta, al frente de la vivienda, y usé otro como repetidor en la parte trasera ( www.lanacion.com.ar/1232094 ). Hube de instalarle otro sistema operativo en lugar del original de Linksys, pero el truco funcionó y desde entonces hay Wi-Fi en abundancia en el estudio, el living y el viejo patio, donde suelo trabajar en los días lindos. Casi todos los días son lindos en ese patio, debo decir.
La imagen parece un sueño geek, pero no. Un problema persistía. Un problema pequeño e insignificante. Aceptable, además. En otras palabras, la clase de situación que un obsesivo no puede sacarse de la cabeza.
¿Qué pasaba? No había hallado la forma de hacer que mi teléfono decidiera, sin mi intervención, a cuál de los dos hotspots unirse; esto, sin encender el GPS, que consume demasiada batería. Ajá…, ¿y por qué querer cambiar de punto de acceso? El teléfono por las suyas debería hacerlo tan pronto pierde contacto con el más lejano.
No tan rápido. En casa las señales de ambos routers se solapan. No llego a perder casi nunca la señal del más lejano. Como los teléfonos (y tablets y notebooks) intentan mantenerse online, ocurre a menudo que mi smartphone sigue anclado al hotspot lejano y el ancho de banda se desploma. Sí, exacto, la velocidad de una conexión inalámbrica se degrada a medida que nos alejamos del router. Así que me veo obligado a cambiar de punto de acceso a mano. Inaceptable.
Como dije, no había encontrado nada que me permitiera hacer esto en Android. Pues bien, esta situación ha cambiado mucho durante la semana que pasó. No sólo encontré una solución. Encontré dos.
Venite de etiqueta
Hace un mes les conté ( www.lanacion.com.ar/1604789 ) que la compañía estadounidense Tagstand había prometido enviarme algunas de sus etiquetas NFC para hacer experimentos. Cumplieron. Una semana atrás, cuando mi atiborrada memoria había sepultado el asunto, llegó un sobre cuyo remitente californiano no me decía nada. Hasta que, con una latencia de como 600 milisegundos, recordé el tema, abrí el sobre y allí estaban las etiquetas NFC, autoadhesivas y del tamaño y aspecto de una estampilla.
NFC viene de Near Field Communication y es una tecnología que permite a dos dispositivos comunicarse por cercanía. Los Androides, Blackberry y Windows Phone más nuevos pueden intercambiar, por ejemplo, fotos, canciones y videos con sólo colocar sus respaldos uno contra el otro. Las etiquetas tienen un chip NFC en su interior y algo de memoria y, por esto, pueden programarse para que, al acercarles el teléfono, disparen una o más acciones. Para eso se requiere la app NFC Tag Launcher, gratis, disponible para Android, o cualquiera de la docena de editores de etiquetas NFC que hay para esta plataforma.
Naturalmente, en lugar de pensar en las muchas e interesantes posibilidades que estas tecnologías ofrecen a futuro, el obsesivo dijo: "Aquí está la solución". Para el problema de mis hotspots, obvio.
Con el NFC Task Launcher programé una de las etiquetas para que le dijera al teléfono que se conectara con el hotspot secundario. Pegué esa etiqueta al lado de dicho router, y asunto resuelto. Ahora alcanzaba con acercar el smartphone a esa etiqueta y de inmediato cambiaba al hotspot más cercano. Era cuestión de poner otra etiqueta en el parte delantera de la casa para completar la solución.
Entonces descubrí que, por obvias razones de seguridad, Android impide que las etiquetas NFC activen tareas en un teléfono bloqueado. El mío, se entiende, está bloqueado con un PIN, como es más o menos sensato, salvo que, al perderlo, quieras que se lleven el 85% de tu información sensible.
A propósito, los nuevos BlackBerry tienen una opción para permitir que las etiquetas funcionen aun con el teléfono bloqueado. Por su parte, los iPhone todavía no ofrecen NFC, aunque se espera que lo hagan en la próxima versión. Hay quienes opinan, no obstante, que NFC es una tecnología totalmente irrelevante. Me permito disentir, aunque no discutiré el tema hoy aquí.
La gente de Tagstand me dijo que están trabajando en algún método para sortear las restricciones de los teléfonos bloqueados, y que esto también es más fácil de resolver en los Android rooteados.
Fuera de esta limitación, las etiquetas NFC constituyen una forma práctica y con mucho potencial para hacer que el teléfono haga cosas sin tener que recorrer una serie de pasos. Por ejemplo, podés enviar un SMS de forma de forma automática, y lo cierto es que cuando uno mira su lista de SMS hay muchos que se repiten, y con los mismos destinatarios. Eso podría automatizarse. Lo mismo ocurre con las llamadas de teléfono. En ambos casos, el NFC Tag Launcher requiere bajar e instalar plugins del Google Play para que los mensajes o el discado salgan sin más.
Otro ejemplo: Google desarrolló un clip que, mediante NFC, desbloquea los smartphones Moto X, evitando así tener que ingresar la contraseña 300 veces por día ( www.theverge.com/2013/8/15/4626186/skip-the-moto-x-lock-screen-with-this-20-nfc-key ). Se llama Motorola Skip y cuesta 20 dólares ( www.motorola.com/us/motorola-skip-moto-x/Motorola-Skip-for-Moto-X/motorola-skip-moto-x.html ).
Y uno más: Jolla ofrece varias carcasas para sus teléfonos, cada una con su propia etiqueta NFC que cambia el tema visual del teléfono para que combine con el color de la carcasa (http://jolla.com/your-jolla/). Ya llegará el tiempo en que haremos lo mismo con la ropa.
Las etiquetas NFC vienen en varios formatos, incluidos los que soportan sumergirse en agua, altas temperaturas y la intemperie. Tagstand vende el pack básico de 4 etiquetas NFC por 3,99 dólares. Cada tag se puede programar hasta 10.000 veces y convertirse en sólo lectura.
Hay varios tipos y generaciones de etiquetas NFC, que el lector puede recorrer aquí: www.nfc.cc/technology/nfc-tag-types/
Los básicos (pero básicos para expertos) sobre NFC en Android, aquí: http://developer.android.com/guide/topics/connectivity/nfc/nfc.html
Desde Sudáfrica
Ahora, como se pueden imaginar, el haber tenido la solución perfecta para mi asuntito del cambio automático de hotspot al alcance de la mano y no haberla podido completar había tenido un efecto devastador. Ya no podía pensar en otra cosa, así que o encontraba una app o sacaba mis manuales de Java del desván.
Como soy un torpe programador, mi primer paso fue regresar a la tienda de apps para Android y volver a buscar, perdido por perdido, un programa que hiciera que mi smartphone ejerciera un poco de su tan celebrada, pero en general poco cultivada, inteligencia. Es decir, que supiera (siempre lo saben, esa es la cuestión) cuál es el router más cercano y cambiara a él sin mi intervención.
Hice memoria y descubrí que a esta altura de la vida el tiempo pasa muy rápido y que, en realidad, había dejado de investigar el asunto en algún momento de 2011. Es decir, unos meses antes de que el programador sudafricano François Barnard publicara en Google Play su app Best WiFi.
Best WiFi no tiene –ni necesita– ningún adorno. Sólo hay que ajustar un parámetro: la intensidad mínima debajo de la cual el teléfono se desconecta e intenta con los otros hotspots que tengas guardados y que estén al alcance. Más simple, imposible. Funcionó, además, a la perfección. Fui y vine por la casa y alternó entre los dos routers sin fallar ni una vez, sin interferir con mis otros programas de automatización y sin afectar la conexión con hotpots externos, cuando estos estuvieron al alcance.
El umbral está etiquetado de 1 a 10. En mi caso, después de probar con diversos valores, el que mejor funcionó fue 5 (lógico). Con valores más bajos, quedaba vinculado al router más lejano indefinidamente. Con valores más altos empezaba a dudar y a conectarse y desconectarse a cada rato con uno y otro. Por supuesto, este umbral será diferente en cada caso y es cosa de experimentar.
Le escribí a François, que tiene 34 años y ahora está trabajando en Nueva York, y me contó que creó Best WiFi porque tenía, en su casa, el mismo problema. Necesitaba cambiar entre dos hotspots automáticamente basándose exclusivamente en la intensidad de la señal.
Le pregunté si piensa hacerle algún cambio o agregarle alguna función y me contó que está considerando darle soporte a Bssid (Basic Service Set Identification) "porque muchos hotspots tienen el mismo nombre, pero no el mismo número de canal".
Qué puedo decir. Gracias, François.
lanacionar