Un estudio mide cómo los grupos de “chat de mamis” en WhatsApp y Facebook estresan a sus integrantes
Un estudio analizó el aumento de niveles de cortisol en sangre de madres y padres que participan en grupos de chat escolares para confirmar el efecto estresante que tiene participar en ellos
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El inicio del ciclo lectivo supone una serie de hitos para los alumnos, pero también para los padres y, en mayor medida, las madres. Por ejemplo, vuelven a tener dinamismo los grupos de WhatsApp que habían perdido ritmo durante el verano. Por supuesto, también es el momento en el que surgen los nuevos grupos del primer año de jardín de infantes, primaria y hasta secundaria, que acompañarán a la familia a lo largo de años hasta el egreso.
En tal sentido, desde lo práctico es sabido que los miembros de estos grupos los aprovechan para contar con una herramienta de comunicación útil y eficiente, pero luego suelen quejarse por la cantidad de mensajes que circulan a diario, e incluso por las confusiones que se generan. En tanto, desde lo teórico se sabe que las interacciones que se plasman en ella adquieren altos niveles de complejidad y profundidad.
A partir de ambas premisas, se realizó la primera investigación de su tipo, para entender el impacto de este tipo de medio de comunicación en sus miembros, con hallazgos que no sorprenden: los grupos de WhatsApp y otros similares que funcionan en Facebook, así como también los foros de maternidad para compartir experiencias y obtener respuestas ante dudas frecuentes vinculadas a la crianza, pueden convertirse en espacios “tóxicos” que generan estrés.
Detalles del estudio
La investigación realizada por la Universidad de Pepperdine, Estados Unidos, y que rescata el Wall Street Journal, confirma que cuanto más tiempo pasan las mujeres en estos websites y grupos, mayores son sus niveles de estrés.
Para comprobar esta hipótesis, los investigadores reclutaron a 125 madres primerizas. Luego filtraron a aquellas que señalaron factores de estrés adicionales, tales como problemas de salud mental y embarazo, entre otros. Así es como se avanzó con 47 participantes, que eran en su mayoría mujeres con educación universitaria, activas en las redes sociales y miembros de grupos de madres: sobre el total de estas mujeres, más de la mitad confesaron que pasaban, al menos, dos horas al día en las redes sociales y que el 46,8% usaba los grupos de madres al menos cuatro veces al día.
Estas mujeres completaron un período de seguimiento de cuatro días, durante los cuales los científicos recolectaron muestras de saliva para evaluar los niveles de cortisol, que es conocida por ser la hormona que los cuerpos liberan cuando experimentamos estrés y otras emociones negativas. Demasiado cortisol puede provocar presión arterial alta, niveles elevados de azúcar en la sangre y aumento de peso. Cuanto más tiempo pasaban las mujeres en las redes sociales centradas en la madre, más altos eran sus niveles de cortisol. “Esto probablemente se deba a interacciones negativas con otras mamás en los sitios de redes sociales y a una larga cantidad de tiempo diario destinado a estas interacciones”, señala el estudio.
Qué pasa en Argentina
El hallazgo del estudio tiene su correlación con las madres de Argentina. De acuerdo a un estudio de Expectativas de Consumo realizado por la consultora Trendsity, aunque, en general, las mujeres que pudieron adaptarse a los nuevos desafíos del trabajo en época de pandemia antes, durante y pos, mostraron los mayores niveles de cansancio comparado con los hombres.
“Si bien hay avances en la equidad de género, aun la brecha se hace sentir, lo que atenta contra la salud, bienestar, y sobre todo los niveles de productividad laboral o académica de las mujeres”, explica Mariela Mociulsky, fundadora y CEO de la firma, y menciona que, en tal sentido, las madres son centro de abastecimiento, maestra particular, cocineras, delivery, encargadas de la movilidad y hasta representantes en los grupos escolares de WhatsApp.
“Esto demuestra como el 46% de las mujeres sondeadas pensó alguna vez en renunciar durante el último año y, en este escenario, el síndrome burnout es aún más evidente para las mujeres que son madres”, detalla, y agrega que en otro un estudio realizado por la consultora, el 13% de los sondeados reconoció que la exigencia de estar conectado, informado y actualizado era un factor de estrés diario sin diferencia por género.
Otro dato clave: para casi 7 de cada 10 argentinas, la conexión a través de internet y los celulares es una manera de estar presentes en la vida cotidiana, aunque a 3 de cada 10 de ellos no les satisface totalmente como forma de estar presentes, según datos de Trensity.
Tras los hallazgos, Lauren Amaro, una de las autoras de esta investigación que fue publicada en el medio especializado Biological Psychology, concluyó: “las mamás que ingresan a los espacios online tienen miles de voces que opinan sobre sus comentarios y preguntas, y eso resulta abrumador”. Por tal motivo, les aconseja limitar el tiempo que pasan en las redes sociales para cuestiones vinculadas a la maternidad y, en su lugar, trasmitan sus inquietudes a amigas de la vida real, familiares y pediatras.