Un detector para los retratos editados en Photoshop
Estudiantes de la universidad Dartmouth presentaron una herramienta que identifica el nivel de modificación que tiene la foto de un artista o modelo, en medio del debate sobre el abuso del retoque digital
Las fotografías de celebridades y modelos en avisos publicitarios y revistas mantienen como una rutina el retoque digital, una suerte de ayuda cosmética. El procedimiento puede ser leve -abrillantado de colores, un pelo suelto acomodado, un granito eliminado-, o puede ser drástico: eliminación de 5 o 10 kilos, agregar unos centímetros de altura y borrar arrugas y manchas, lo que convierte al software Photoshop de Adobe como la varita mágica del editor de fotografía.
"Uno arregla una cosa, luego otra y pronto se termina con una Barbie", dijo Hany Farid, profesor de ciencias de la computación y experto forense digital de Dartmoiuth. Y ese es un problema, dicen legisladoras feministas en Francia, Gran Bretaña y Noruega y quieren que sea obligatorio decir si una foto ha sido alterada digitalmente.
En junio la Asociación Médica de Estados Unidos adoptó una resolución sobre imagen corporal y publicidad que urge a los anunciantes y otros a "desalentar la alteración de fotografías de una manera que pueda promover expectativas no realistas respecto de lo que es una imagen corporal adecuada".
Farid dijo que lo intrigó el problema luego de leer sobre propuestas de colocar indicaciones sobre retoques junto a fotos en Europa . Dijo que categorizar a las fotos como alteradas o no alteradas parece demasiado tosco.
Farid y Eric Kee, estudiante de doctorado de Ciencias de la computación en Dartmouth , están proponiendo una herramienta de software para medir cuánto han sido alteradas fotografías de moda y belleza, con una escala de 1 a 5 que distingue lo infinitesimal de lo fantástico. Su investigación fue publicada en una revista científica, Proceedings de la National Academy of Sciences .
El trabajo se presenta como un paso tecnológico en el sentido de responder a preocupaciones respecto de la generalización de imágenes altamente idealizadas, editadas digitalmente, en publicidad y revistas de moda. Tales imágenes, según sugiere el estudio, contribuyen a generar desórdenes alimenticios y ansiedad respecto de tipos corporales especialmente entre mujeres jóvenes".
La investigación de Dartmouth, según Seth Matlins, ex buscador de talento y ejecutivo de marketing, podría ser "inmensamente importante" como herramienta para medir objetivamente el grado en que las fotografías han sido alteradas. Junto con su esposa, Eva Matlins, fundadora de una revista femenina online, Off Our Chests, están tratando de lograr apoyo para legislación en Estados Unidos, Esta propuesta, la Ley de Auto Estima, requeriría que se ponga una indicación a fotos que han sido "modificadas de modo significativo".
"Solo buscamos la verdad y transparencia en la publicidad", dijo Matlins. "No estamos tratando de demonizar Photoshop o de impedir a la gente creativa usarlo. Pero si se altera drásticamente la imagen de una persona, debiera haber un recordatorio de que lo que uno ve es más o menos de real como lo que se ve en Avatar", en referencia a la película de ciencia ficción con actores y efectos visuales generados por computadora.
El algoritmo desarrollado por Farid y Kee mide estadísticamente cuanto han sido alterados el rostro y el cuerpo de una persona. Muchas de las fotografías de "antes y después" para su investigación fueron tomadas de sitios en la red de retocadores profesionales de fotografía donde promueven sus capacidades.
El algoritmo busca mimetizar las percepciones humanas. Para hacerlo, cientos de personas fueron reclutadas online para comparar pares de imágenes de "antes y después" y determinar la escala de 1 a 5, de mínimamente alterado a directamente cambiado. Se usaron los rankings humanos para entrenar al software.
Farid dijo que su herramienta idealmente será un vehículo para la auto-regulación. La información y la transparencia, dijo, debieran crear incentivos que reduzcan el retocado. "Los modelos podrían, por ejemplo, decir: No quiero ser un 5. Quiero ser un 1", agregó. Pero incluso sin la nueva herramienta de software, hay una tendencia a la moderación con el Photoshop, dijo Lesley Jane Seymour, editora de More, una revista para mujeres de más de 40 años.
Seymour, ex editora de Marie Claire y Redbook, dijo que encuestas de revistas para mujeres muestran que sus lectoras quieren que las celebridades se vean "muy bien pero reales. Lo maravilloso es que se dé esta discusión", dijo. Pero agregó que las lectoras se han vuelto cada vez más sofisticadas en cuanto a comprender lo generalizado que se ha vuelto el retocado de fotos, y las transformaciones digitales exageradas se vuelven obvias, con las imágenes de "antes y después" colocadas online y ridiculizadas.
"Las lectoras no se engañan con fotos esculpidas", dijo Seymour. "Si una es buena editora en estos tiempos no se exagera la cosa". Dijo que "solo un tonto" hace lifting facial digital en estos tiempos.
© NYT Traducción de Gabriel Zadunaisky