Un chatbot argentino, la tabla de salvación para refugiados ucranianos
La ONG ucraniana Helping To Leave usa Botmaker, un chatbot diseñado en el país, para que ciudadanos de Ucrania encuentren, vía Telegram, refugio lejos del bombardeo ruso; ya ayudaron a más de 250 familias a cruzar la frontera
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“Estoy muy conmovido. Como descendiente de rusos, polacos y ucranianos revivo con el enfrentamiento actual entre Rusia y Ucrania la historia de mis ancestros. Por eso, a pesar de la tristeza, me enorgullece que una herramienta digital argentina esté ayudando a los civiles a escapar hacia otros países”, dice Alejandro Zuzenberg, cofundador y CEO de Botmaker, una firma nacida en la Argentina que permite crear y administrar bots para automatizar conversaciones de todo tipo, ya sea con clientes, soporte interno o, en este caso, personas que buscan escapar de su lugar de origen.
La Agencia de las Naciones Unidas señala que el éxodo de refugiados ucranianos es el mayor que se vive en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Hasta el momento, más de 3 millones de personas buscaron asilo en el exterior. Pero huir no es sencillo, y requiere de una logística compleja. Para dar una solución rápida, concreta y efectiva, la ONG ucraniana Helping To Leave está ayudando a las personas a evacuar las zonas afectadas por la guerra en Ucrania, y lo está haciendo con una herramienta argentina.
“Alrededor el 8 de marzo recibimos una alerta en nuestros sistemas porque un usuario había empezado a hacer un uso excesivo de nuestro bot. Al investigar de qué se trataba el asunto, descubrimos que era esta organización civil, que conecta a 150 voluntarios quienes, desde distintos puntos de Europa, chatean con miles de civiles desde las plataformas Telegram e Instagram”, relata Zuzenberg.
En concreto, el primer contacto de las personas es con un bot (un programa que simula una conversación, como Boti, el que usa el gobierno porteño vía WhatsApp para atender consultas). Con ese chatbot de Botmaker se inicia la conversación, para conocer la ubicación de la persona que pide ayuda, saber que número de personas necesitan ser evacuadas, y si hay menores entre ellos, y de qué edades. Tras entregar las respuestas, la comunicación es transferida a los voluntarios, quienes les proporcionan indicaciones y recursos para llegar a un destino seguro en Europa.
“La emergencia y la necesidad lo apuró todo. Si bien es relativamente simple configurar un bot, el equipo de Helping To Leave lo puso operativo sin ayuda nuestra y de forma tan rápida como efectiva, de la misma manera que reunieron a los voluntarios que hablan ucraniano y que se empezaron a mover para juntar donaciones”, agrega Zuzenberg.
Salir de Ucrania sano y salvo
“Te ayudamos a salir de la zona de guerra en Ucrania. Sumate a nuestro canal en Telegram” dice el escueto sitio de Helping To Leave, desde donde también se pueden realizar donaciones. Así es como los interesados se unen a ese grupo, para recibir asesoramiento y apoyo las 24 horas del día en el camino hacia las fronteras de los países que los están aceptando.
“La gente está desesperada. Eso se nota porque en los diálogos hay muchos signos de exclamación”, destaca. “Hola. Somos de Ucrania ¿es posible escapar a Nueva Zelanda”?. “Escribo para decirles que la gente que escapó de Ucrania llegó bien a Praga”. “Mañana le enviaremos las fotos para que ustedes puedan ayudarnos a escapar del país”. Estas son algunas de las frases que se intercambian entre voluntarios y ucranianos.
“Llama la atención que la mayoría de las personas son mujeres y niños. Muchos consultan si pueden viajar con sus mascotas, y casi nadie menciona la presencia de hombres”, comenta Zuzenberg. Y agrega: “Esto quizás se deba a que ellos deben quedarse para luchar.”
“Buenas tardes. Estoy en Tiflis. Quiero ser voluntario”, le dice una persona al chatbot, refiriéndose la capital de Georgia, y así es como suman personas a que colaboren en la tarea de coordinación para la relocalización de ucranianos.
Números detrás de las historias
Detrás de cada conversación hay una historia de vida. Hay personas que luchan por sobrevivir mientras abandonan su hogar y dejan toda una vida atrás. La desesperación por salir del territorio es tan grande que el grupo de Telegram rápidamente se viralizó entre los ucranianos, que tienen a un clic de distancia una alternativa para escapar.
Actualmente a través de la plataforma hay unas 400 conversaciones simultáneas. Hasta la fecha, más de 80.000 personas mantuvieron una conversación para salir del país y la organización civil ayudó a más de 250 familias ucranianas a huir.
“El uso que hace Helping to Leave del chatbot es tan intensivo, que representa unos 15.000 dólares mensuales que estamos donando para hacer un aporte concreto en el marco del enfrentamiento”, dice Zuzenberg, y cuenta que, por lo general, la conversación finaliza cuando la persona sale del país. “Algunos reportan que han llegado bien a destino, pero en la mayoría de los casos la comunicación termina una vez que los voluntarios entregan las coordenada de donde deben ir los ucranianos y a través de qué medio de transporte.”, comenta, sobre esta herramienta argentina que aporta su granito de arena para alivianar una situación terrible.