Un auto en búsqueda de la eficiencia energética
El Mercedes Benz B F-Cell es un ejemplo de cómo concebir un automóvil que sea eficiente en múltiples aspectos; un recorrido por sus características más destacadas
Entre las múltiples iniciativas positivas desde el punto de vista ambiental que están caracterizando a este 2014, no quería dejar de compartirles esta experiencia que demuestra que tecnología, innovación y sustentabilidad pueden ir de la mano (o sobre cuatro ruedas).
El año pasado tuve oportunidad de conocer en el Salón del Auto Eléctrico de Barcelona, España, una de las propuestas de Mercedes Benz para repensar la industria automotriz con base en la sustentabilidad: el vehículo Clase B F-Cell. Se trata de una alternativa que demuestra nuevos conceptos aplicados desde el diseño y la producción para que su utilidad posterior por el cliente sea lo más eficiente posible.
SUS CARACTERÍSTICAS DISTINTIVAS
El Mercedes Benz Clase B F-Cell es un auto eléctrico, pero con una batería muy distinta de la que tradicionalmente se observa en este tipo de vehículos. El F-Cell posee pila de combustible de hidrógeno que, al juntarse con el oxígeno del aire, produce agua y electricidad. Estas características le permiten alcanzar una velocidad máxima de 170 km/h y una autonomía de más de 400 kilómetros bajo condiciones difíciles (como un desierto u otros espacios naturales con elevadas temperaturas).
Además de ser una propuesta alternativa en términos de suplantar el combustible proveniente de recursos fósiles, el F-Cell posee una característica adicional destacada. En febrero de este año, la compañía automovilística demostró que el vehículo era capaz de generar agua potable para el consumo humano.
Lejos de estar en la cima de las compañías automotrices con tecnología sustentable, Mercedes Benz trabajó durante dos años en brindar mayores características ecológicas al vehículo. El producto de esta investigación fue una tecnología que, a través de un proceso químico interno que genera electricidad para el vehículo, permite emitir agua por el tubo de escape. Cabe destacar que el desarrollo tecnológico incluye que el agua sea el único compuesto que el auto elimina hacia el exterior.
Con el propósito de demostrar las nuevas posibilidades del vehículo, la empresa invitó a la pareja de actores Diane Kruger y Joshua Jackson a realizar una travesía durante tres días por el desierto del Valle de la Muerte, en California, Estados Unidos.
¿El desafío? No podían llevar consigo ningún tipo de líquido, sino que su único acceso al agua sería el agua proveniente del auto. Un dato importante: las condiciones extremas de dicho desierto hacen que una persona sólo pueda resistir 14 horas aproximadamente sin beber.
Video sobre la experiencia en el Valle de la Muerte
El resultado de la travesía fue contundente: el auto expulsó 21 litros de agua, a través de la pila de combustible de hidrógeno, durante los tres días de aventura, en un clima con desafíos extremos dado los 50ºC de temperatura. Los actores lograron satisfacer sus necesidades de hidratación gracias a él. A través de esta aventura, Mercedes Benz demostró que el agua expulsada por el tubo de escape es perfectamente potable y consumible. Además, permite ofrecer un vehículo que en lugar de devolver gases contaminantes al planeta, nos provee de un recurso valioso para satisfacer una necesidad vital.
EXPECTATIVAS FUTURAS
Durante el evento en Barcelona era difícil de esperar que este vehículo se comercialice de manera masiva en el mercado. Sin embargo, luego de la prueba experimental en el desierto, Mercedes está poniendo sus esfuerzos (corporativos y económicos) para poder lanzarlo antes de 2016, y competir con posibles modelos similares de otras marcas automovilísticas que ya están trabajando en esta misma línea, como Hyundai.
Si bien es cierto que aún hay ciertas controversias respecto del uso del hidrógeno y de los posibles costos de la infraestructura necesaria para poder recargar el hidrógeno a alta presión, me parece interesante remarcar esta iniciativa como una combinación perfecta entre la tecnología y una industria tan poderosa como la automotriz pueda buscar una solución sustentable en sus tres dimensiones (social, económica y ambiental), pero por sobre todo que maximice la eficiencia desde la producción del vehículo hasta el uso posterior por el usuario.
Rodrigo Herrera Vegas es co-fundador de Sustentator.com
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