La plataforma será, una vez que lo aprueben las autoridades, propiedad del hombre más rico del mundo, que propone una serie de cambios para su nueva adquisición
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Es oficial. La red social Twitter llegó a un acuerdo para vender la empresa al multimillonario Elon Musk por un valor de $44.000 millones.
Se espera que la transacción, aprobada el lunes 25 de abril por los accionistas y los organismos reguladores, se complete este año. La empresa debe ahora cerrar su capital, dejando de tener acciones negociadas en la bolsa.
Ahora se espera que vengan cambios en la red social. Musk, el hombre más rico del mundo según Forbes y fundador de la empresa de tecnología aeroespacial SpaceX y del fabricante de vehículos eléctricos Tesla, ha estado abogando por una serie de modificaciones en la plataforma.
Se esperan cambios en la forma en que se modera el contenido, nuevas vías de monetización, restricciones a los bots, y una mayor transparencia acerca del algoritmo utilizado por la plataforma.
Los expertos advierten, sin embargo, que no se trata de cambios banales y, según cómo se realicen, pueden interferir en la formación de la opinión pública y de la propia democracia.
1. Moderación de contenido
“Invertí en Twitter porque creo en su potencial para ser la plataforma para la libertad de expresión en todo el mundo, y creo que la libertad de expresión es un imperativo social para una democracia que funcione”, escribió Musk en un mensaje a la junta directiva de Twitter cuando presentó su propuesta el 14 de abril.
La adquisición por parte de Musk genera gran expectativa de que se puedan aflojar los mecanismos de moderación de contenido por parte de la plataforma. Los críticos creen que esto podría dar lugar a la proliferación de discursos de odio y contenido extremista prohibido por las reglas de la red social.
“La lógica de Musk es que los discursos deben ser libres para ser moderados en el mercado de las ideas”, le comentó Christian Perrone, coordinador de derecho y tecnología del Instituto de Tecnología y Sociedad en Río de Janeiro, a la periodista Thais Carrança de BBC Brasil.
“Existe incertidumbre sobre cómo quedará la moderación de contenidos tras la adquisición. Se pueden abrir espacios para la desinformación y discursos más polarizados”, observa el experto.
Sergio Amadeu, profesor de la Universidad Federal del ABC de Brasil e investigador de redes digitales, está preocupado por los posibles cambios. “Twitter publicó el año pasado una encuesta en su blog que muestra, por ejemplo, que en siete países, con millones de tuits evaluados, los discursos de derecha estaban más difundidos o promocionados que los de izquierda”, recuerda Amadeu.
“Entonces sabemos que estas plataformas no son neutrales, interfieren con la atención que la gente tiene sobre los contenidos y, por tanto, con la democracia y la formación de la opinión pública. Eso me preocupa mucho”, dice el profesor.
2. Mayor monetización
Un segundo cambio esperado es una mayor monetización del contenido, por ejemplo, con un mayor impulso para las publicaciones de pago por uso.
Dado el entusiasmo del multimillonario sudafricano por las criptomonedas, los analistas estiman que también puede potenciarlas en la red social.
“Con el avance de la monetización, gana quien tiene más dinero. Es lo que está pasando, por ejemplo, en Facebook y YouTube”, observa Amadeu.
“O lo que pasó en Brasil en 2018. Se suele decir que la campaña de Bolsonaro fue barata, pero no lo fue. Fue una campaña distribuida, con mucho dinero y mucho uso de plataformas de mensajería como WhatsApp. Se gastó dinero”, dice el profesor citando un ejemplo brasileño de dinamización de contenidos con fines políticos.
3. Abriendo el algoritmo
Musk ha prometido abrir el algoritmo de Twitter, dando transparencia a la tecnología utilizada para personalizar el contenido que se muestra para cada usuario.
“Una de las cosas que creo que Twitter debería hacer es abrir su algoritmo de código abierto, y (si) hacen algún cambio en los tuits de las personas, ya sea que estén potenciados o no, esa acción debería ser evidente para que todos la vean, qué acción fue tomada, para que no haya manipulación tras bastidores, ya sea algorítmicamente o manualmente”, defendió el empresario.
Amadeu cree que una mayor transparencia del algoritmo es positiva, pero no suficiente. “Abrir el algoritmo significa que cualquier persona con habilidades técnicas, con conocimientos de ciencia de datos y estadística, podrá entender cómo funciona el algoritmo. Esto es bueno porque nos permitirá conocer el funcionamiento de manera efectiva, qué hace la plataforma con los datos que recibe. Es importante que la sociedad lo sepa”, dice.
Perrone, por su parte, piensa que esto puede ser un “arma de doble filo”. “Esto genera una mayor claridad sobre cómo funcionan las cosas. Entendamos qué tipo de cosas se moderan, qué intervenciones se hacen, cómo se equilibra el proceso de moderación”, señala.
“Pero, de la misma manera, cuando tienes mayor claridad sobre el funcionamiento del algoritmo, puedes tener personas que aprenderán a sortearlo. Puedes entregar las reglas del juego a jugadores irresponsables, con una agenda no positiva”.
4. Lucha contra los bots y verificación de perfiles
Otra bandera de Musk a la hora de comprar Twitter es reducir la actividad en la plataforma de perfiles automatizados, conocidos como bots.
También propone ampliar la verificación de perfiles de personas reales. En el proceso de verificación, la red solicita documentos y datos para acreditar que una persona es ella misma, otorgando un sello azul a las páginas verificadas.
Perrone señala, sin embargo, que hay complejidades en este proceso. “En primer lugar, es muy difícil definir qué es un bot”, dice.
“Un segundo punto es que no todos los bots son malos por definición, hay bots que se usan de una manera súper positiva, para enviar información que de otro modo estaría restringida a un grupo muy pequeño de personas”.
Una mayor difusión del proceso de verificación de perfiles genera preocupaciones sobre la seguridad de los datos y la privacidad de los usuarios, quienes deberán entregar más información a la red social.
5. Las dudas que quedan
Una de las mayores incógnitas que deja la compra de Twitter es si la cuenta del expresidente de EE.UU. Donald Trump regresará.
La cuenta de Trump fue suspendida de forma permanente el año pasado a raíz de los disturbios del 6 de enero en el edificio del Capitolio en Washington. Pero incluso si se reviertiese su prohibición de Twitter, Trump dice que no planea volver a la red social, sino que opta por usar su propia plataforma, Truth Social, tal como destacan los periodistas de negocios de la BBC Annabelle Liang y Peter Hoskins.
Ming-Chi Kuo, analista de tecnología de la firma de gestión de inversiones TF International Securities, le dijo a la BBC que Trump podría decidir regresar a la plataforma si se presenta a las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024.
“Twitter sigue siendo una mejor opción para que él tenga voz, si Twitter está dispuesto a restaurar su cuenta”, dijo Kuo.
Otra duda es si la gente dejará la red social o permanecerá en ella. Musk dijo que espera que incluso sus críticos más fuertes permanezcan en la plataforma “porque eso es lo que significa la libertad de expresión”.
I hope that even my worst critics remain on Twitter, because that is what free speech means
— Elon Musk (@elonmusk) April 25, 2022
Sin embargo, algunos usuarios han amenazado con abandonar Twitter, mientras que otros ya lo han hecho.
Dan Ives, analista de la firma de inversiones Wedbush Securities, le dijo a la BBC que espera que la mayoría de los usuarios “tomen un enfoque de esperar y ver”.
“Ahora se trata de cortejar a nuevos usuarios y detener a los desertores de la plataforma”, dijo Ives.
Además, Amadeu cree que la compra de Twitter por parte de Musk podría ser el inicio de un proceso de adquisiciones de otras plataformas por parte del multimillonario, para formar un conglomerado de servicios de información, como empresas como Alphabet (propietaria de Google), Meta (empresa matriz de Facebook), Microsoft y Apple.
“Con la adquisición de Twitter, quizás esté apuntando a un reacomodo en sus empresas”, evalúa el analista. “No hay un gran conglomerado hoy en día que no tenga varias plataformas en su núcleo”.
BBC Mundo