Tranquilos, el futuro de Terminator está muy lejos
A pesar de la advertencias sobre los potenciales peligros que podría provocar los avances en inteligencia artificial, los actuales desarrollos robóticos aún requieren del trabajo en conjunto con humanos
En las películas de ciencia ficción lujosas como "Ex Machina" y "Chappie" los robots se mueven con destreza impresionante y –frecuentemente- malévola. Parecen confirmar los peores temores de destacados tecnólogos y científicos como Elon Musk, Stephen Hawking y Bill Gates, que recientemente han expresado su alarma por la posible aparición de máquinas con auto conciencia, decididas a causar daño a la raza humana.
"No entiendo por qué alguna gente no está preocupada" dijo Gates en una entrevista en Reddit.
"Creo que debemos ser muy cuidadosos con la inteligencia artificial" dijo Musk en una entrevista en el MIT. "Si tuviera que adivinar cuál es nuestra amenaza existencial más grave, probablemente sea esa" agregó. También ha dicho que la inteligencia artificial "es tentar al demonio".
Y Hawking le dijo a la BBC que "el desarrollo de una plena inteligencia artificial podría significar el fin de la raza humana". Un momento. El mes que viene, la Agencia de de Proyectos Avanzados de Investigación para la Defensa (conocida por la sigla en inglés, Darpa), una rama del Pentágono dedicada a la investigación, organizará la competencia final en su Desafío de Robótica en Pomona, California. Con 2 millones de dólares en premios para el robot que tenga mejor desempeño en una serie de tareas orientadas al rescate en menos de una hora. El evento ofrecerá lo que los ingenieros llaman "realidades sobre el terreno", una visión realista del punto al que se ha llegado en la robótica móvil. Una revisión de su trabajo sugiere que nadie tiene que preocuparse de que Terminator vaya a crear el caos en un momento cercano. Contando con un año y medio para mejorar sus máquinas, los especialistas en robótica, que dieron a conocer detalles sobre su trabajo en entrevistas antes de la competencia en junio, parecen haber hecho avances limitados.
Shaft, el robot ganador de una competencia de DARPA en 2013
En la competencia anterior en Florida en diciembre de 2013 los robots, que estaban sostenidos para protegerlos de caídas, fueron lentos como un glaciar en la realización de tareas tales como abrir puertas y entrar en cuartos, remover escombros, subir escaleras y manejar en un camino con obstáculos. De hecho, los robots tuvieron que ser colocados en los vehículos por humanos.
Los reporteros que cubrieron el evento recurrieron a analogías tales como "observar como se seca pintura" y "ver crecer el pasto".
Este año los robots tendrán una hora para completar ocho tareas que probablemente le llevarían a un humano menos de 10 minutos. Y es probable que los robots fallen en varias. Esta vez competirán sin nada que los sostenga, por lo que pueden ser inevitables algunas caídas. Y aún necesitarán ayuda para ubicarse en el asiento del conductor en vehículos de rescate.
Se prevé que habrá veinticinco equipos en la competencia. La mayoría de los robots tendrán dos piernas, pero muchos tendrán cuatro, varios tendrán ruedas y un "transformer" está diseñado para moverse sobre cuatro o dos patas. Ese robot, bautizado Chimp por sus diseñadores en la Carnegie Mellon University, pesará alrededor de 220 kilos.
Cómo funciona Chimp, el robot de 220 kilos de peso
Ninguno de los robots será autónomo. Operadores humanos guiarán a las máquinas vía redes inalámbricas que ocasionalmente reducirán el flujo de datos a casi nada, para simular comunicaciones intermitentes durante una crisis. Esto dará mayor margen a máquinas que puedan actuar de modo semiautónomo, por ejemplo caminando automáticamente en terreno desparejo o agarrando y girando la manija de una puerta para abrirla. Pero las máquinas en gran medida serán impotentes sin supervisores humanos.
"Lo extraordinario que ha sucedido en los últimos cinco años es que parece que hemos hecho avances extraordinarios en la percepción de las máquinas" dijo Gill Pratt, a cargo del programa Darpa del Desafío de Robótica.
Hardware y software de reconocimiento de patrones ha permitido a las computadoras hacer avances dramáticos en la comprensión de imágenes y habla. En contraste, dijo Pratt, se ha avanzado poco en "cognición" los procesos de más alto nivel similares a los de los humanos que se requieren para que los robots puedan planear y tener verdadera autonomía. Como resultado de ello, tanto en la competencia Darpa como en el campo general de la robótica, se ha re-enfatizado la idea de la asociación entre humanos y máquinas.
"Es extremadamente importante recordar que el Desafío de Robótica Darpa tiene que ver con equipos de humanos y máquinas trabajando en conjunto", dijo. "Sin las personas, estas máquinas no podrían hacer casi nada".
De hecho las dificultades para avanzar hacia robots móviles que puedan imitar capacidades humanas están haciendo que los investigadores en robótica de todo el mundo revean sus metas. Ahora, en vez de tratar de construir robots completamente autónomos, muchos investigadores han comenzado a pensar en cambio en crear conjuntos de humanos y robots, enfoque que describen como corobots o "robótica de la nube".
Ken Goldberg, un experto en robótica de la Universidad de California, en Berkeley, ha llamado al mundo de la computación a dejar de lado su obsesión con la singularidad, el tiempo tan comentado en el que se predecía que las computadoras superarían a sus diseñadores humanos. En cambio propone un concepto que llama "multiplicidad", con diversos grupos de humanos y máquinas resolviendo problemas en colaboración.
Durante décadas los investigadores de la inteligencia artificial han señalado que las tareas más simples para los humanos, tales como sacar una moneda de un bolsillo, se cuentan entre las más difíciles para las máquinas.
"La idea intuitiva es cuanto más dinero se gaste en un robot tanta más autonomía tendrá en su diseño" dijo Rodney Brooks, experto en robótica del MIT y cofundador de dos compañías iRobot y Rethink Robotics. "En realidad es verdad lo opuesto: cuanto más barato el robot, más autonomía tiene".
Por ejemplo, el robot Roomba de iRobot es autónomo, pero la tarea de pasar la aspiradora recorriendo un cuarto que realiza es extremadamente simple. En cambio el modelo Packbot de la compañía es más caro, está diseñado para desmontar bombas y tiene que ser operado a distancia o controlado por vía inalámbrica por personas.
El primer desafío Darpa hace más de una década tuvo gran impacto en la percepción de los robots. También ha ayudado para promover mayor interés en la inteligencia artificial y la industria de la robótica.
Durante el desafío Darpa inicial en 2004 ninguno de los vehículos robóticos pudo completar más de siete de las 150 millas que cubría la pista.
En cambio en el desafío de 2005 el premio de US$ 2 millones fue a un grupo de investigadores de inteligencia artificial de la Universidad de Stanford cuyo vehículo derrotó un competidor de Carnegie Mellon en una carrera muy disputada. La competencia llevó a que Google tomara la decisión de comenzar un proyecto de auto sin conductor, lo que a su vez alentó a la industria automotriz a invertir fuertemente en tecnología de vehículos autónomos.
Desarrollar un auto para andar por un camino sin obstrucciones fue una tarea mucho más simple que el actual desafío de Robótica Darpa, que requiere que los robots manejen y eviten obstáculos caminando, remuevan escombros, usen visión para agarrar cosas con destreza y realicen tareas con herramientas.
"Tuvimos una tarea relativamente fácil" dijo Sebastian Thrun, experto en robótica que dirigió el equipo de Stanford en 2005 y luego inició el proyecto de auto sin conductor de Google. "Hoy están haciendo la parte difícil.
Su visión de la relación entre humanos y robots ha sido modelada por las dos competencias. "Creo fuertemente que la tecnología avanza complementando a la gente en vez de reemplazándola", dijo.
La mayoría de los equipos del Desafío de Robótica reciben financiación de universidades y corporaciones y en algunos casos usan un robot Atlas financiado por Darpa de 1,88 metro de altura que pesa 190 kilos. Todos los competidores deben diseñar su propio software y sus controles.
Pero un equipo de gente que tiene la robótica como hobby traerá su propio robot financiado con tarjetas de crédito y ayuda de familiares.
"No somos una gran compañía" dijo Karl Castleton, profesor adjunto de ciencias de la computación de la Universidad de Mesa en Colorado y líder de Grit Robotics, que ha construido un robot que rueda lentamente sobre cuatro ruedas. "Sólo somos unos tipos que queremos mucho lo que hacemos".
Traducción de Gabriel Zadunaisky
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