SpeedFolding es un robot experimental que es capaz de doblar todo tipo de prendas; es el más veloz hasta ahora y uno de sus mayores méritos es saber cómo doblar una prenda aún si es diferente a las que fueron usadas para entrenarlo
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No es novedad que los robots suelen ser creados con el objetivo de realizar alguna tarea. Esta vez, un grupo de investigadores se valió de la inteligencia artificial para crear uno que puede doblar ropa.
Se trata de SpeedFolding, un robot creado por un grupo de expertos de la Universidad de Berkeley. Según lo mencionado en el paper de investigación, este autómata puede doblar entre 30 y 40 prendas por hora. Si bien sigue siendo más lento en comparación a un ser humano, el tiempo que tarda SpeedFolding representa un nuevo récord de velocidad para los bots automatizados.
De acuerdo con el medio ArsTechnica, el robot usa visión artificial, una red neuronal llamada BiManual Manipulation y dos brazos robóticos industriales. En lo que respecta al hardware, los investigadores utilizaron un robot ABB YuMi y modificaron las yemas de los dedos “extendidas por pequeños dientes impresos en 3D para mejorar el agarre”.
Antes de doblar la prenda, el robot examina el estado inicial de esta mediante una cámara. Luego, gracias a esta, podrá calcular de dónde agarrar la pieza y así iniciar el proceso de plegado.
Para aprender a doblar cada prenda, la red neuronal BiMaMa-Net estudió 4300 ejemplos humanos y asistidos por máquinas. “El robot industrial asociado puede doblar ropa desde una posición inicial aleatoria en menos de 120 segundos (en promedio) con una tasa de éxito del 93 por ciento”, mencionó.
Además, SpeedFolding puede doblar cualquier prenda sin importar si el material, forma o color es distinto con el cual entrenó.
Por otro lado, si bien aún no se pueden replicar diversos SpeedFolding debido al alto costo, la técnica sí se podría filtrar a la robótica doméstica en un futuro. Por lo pronto, los investigadores han señalado que esta tecnología puede utilizarse en “fabricación y logística textil, lavandería industrial y doméstica, atención médica y hospitalidad”.
El Comercio (Perú)