Taringa según su fundador
En una entrevista con lanacion.com , Fernando Sanz el joven de bajo perfil, que fundó el polémico sitio en 2004 cuenta su historia; cómo lo vendió por cinco mil dólares en una charla por chat
Por Pablo Martín Fernández
De la Redacción de lanacion.com
pmfernandez@lanacion.com.ar
Taringa es uno de los sitios más visitados de la Argentina. El puesto en el ranking varía dependiendo de la fuente pero nadie duda en ubicarlo en la pelea por los primeros lugares junto a buscadores, diarios online, sitios de comercio electrónico y webmails. ¿El motivo del éxito? Brinda acceso, mediante links, a una cantidad casi infinita de material con copyright, todo esto en un entorno que cuenta con funciones claves para desarrollar una comunidad alrededor de este contenido. Por ejemplo, los usuarios se "regalan" puntos cuando lo que se linkea es bien recibido. Eso es sólo el comienzo.
Hoy Taringa recibe, según números del sitio, más de 2.890.000 de visitas en un día (este récord para el portal pertenece a la semana pasada). En el último mes, más de 35 millones de conexiones a Internet (usuarios únicos en la jerga) llegaron al site. No se sabe cuánto factura pero en su página principal pueden verse publicidades de marcas internacionales. La empresa tiene 12 empleados que en parte se comparten con una firma de hosting (ver Los que tomaron la posta ). Todo esto no sería posible sin un joven, 23 años en la actualidad, que mientras estaba en la secundaria decidió replicar un sitio extranjero, llamado Teoti, que en principio iba a compartir sólo con amigos. Esta persona llamada Fernando Sanz (alias Cypher) de estricto bajo perfil, no dio fotos para esta nota, aceptó contarle su parte de la historia a lanacion.com .
¿Cómo nació Taringa?
La idea básicamente era replicar un sitio que ya existía, teoti.com, que realmente me pareció interesante como herramienta social, hice algo muy simple con las mismas ideas y fundamentos.
Le puse un nombre que no significa nada, fui pensando palabras sin significado y llegué a "Taringa".
Lo creé a principios de 2004 cuando todavía estaba en el colegio. Recuerdo haberlo mejorado en la semana santa de ese año, cuando ya tenía un par de meses online. En ese momento, abrí el registro, les di usuarios a mis amigos, ellos les pasaron el dato a los suyos y así creció.
Me di cuenta del crecimiento cuando iba por la calle con las primeras remeras de Taringa que hice y la gente me regalaba cosas, ese era un termómetro fuerte.
¿Cuándo empezó a darse cuenta de que le convenía vender Taringa?
Cuando se alcanzaron las 30.000 visitas por día empecé a preocuparme porque era muy difícil mantener a esa cantidad de gente contenta. Es mucha gente que no te conoce esperando que vos administres un sitio de la mejor manera posible. Si tenés que poner orden es muy complejo porque definir qué es orden es muy relativo. Depende del punto de vista del usuario.
¿Cómo decidió a quién contactar para la venta?
Yo me fui en mayo de 2006 a trabajar a Costa Rica y decidí vender en noviembre con un ofrecimiento a mis contactos. Lo conocía a Matías Botbol, uno de los actuales directores, hablábamos mucho por Messenger (Windows Live Messenger en la actualidad) ya que ellos tenían un servicio de alojamiento de sitios llamado Wiroos que había patrocinado Taringa.
De las tres personas a las que les ofrecí el sitio sólo ellos, los hermanos Botbol, ofrecieron pagarme directamente los cinco mil dólares que pedía. A los fundadores de Fotolog.com.ar les interesaba pero no podían hacer el depósito en una sola vez. La venta la concreté por el "Messenger". En el transcurso de diciembre recibí el efectivo girado.
Sé que en los últimos días hubo polémica en Internet por la aparición de un socio, Esteban Mancuso que contó el trasfondo de la operación. Pero yo me enteré de su existencia por un comentario en mi blog, lo mismo me sucedió con el socio de los hermanos Botbol, Alberto Nakayama que era un desconocido para mi.
Los cinco mil dólares que me dieron fueron a cambio del 90% de Taringa, el 10% restante lo tengo yo. De hecho, el hecho de que yo me quede con una parte fue idea de ellos. Apenas vendí me fui a Cuba y México dos meses con mochila y carpa, Taringa nunca me hubiese permitido esa desconexión.
Sanz fue a la secundaria en la escuela Fernando Fader de Buenos Aires. Tuvo su primera PC a los 12 años y empezó a programar meses antes de hacer Taringa. Pero, pese a que no terminó la secundaria y nunca hizo un curso de programación hoy tiene un emprendimiento propio de desarrollo tecnológico, llamado Deytec , con lo que puede vivir en Luján en un campo sin necesidad de visitar demasiado seguido la Capital Federal. "No necesito plata, tengo todo lo que quiero, y quiero tener muy pocas cosas. Trabajo bien, además cuando decís que fundaste Taringa las dudas que alguien puede tener sobre lo que sabés hacer en tecnología se despejan", explica entre risas.
Desde el punto de vista técnico, Taringa nació como un trabajo sobre un gestor de contenidos denominado Cutenews. En la semana santa de 2004, Cypher empieza a trabajar sobre el lenguaje de programación PHP.
En sus comienzos el sitio estaba alojado en una de las PC de Sanz que recibía y enviaba información a través de su conexión hogareña de Fibertel. Desde eso a los actuales 30 servidores dedicados exclusivamente al portal pasaron menos de cinco años.
¿Por qué no pensó usted en sumar publicidad al site?
No me gusta entrar a un sitio y que la publicidad me salte en la cara y me moleste. Yo tenía la posibilidad de tener esos avisos que pagaban bien en ese momento y no lo hice. Muchos pedían limpiar el sitio de piratería y yo había concebido Taringa tal como era. Sin embargo, sin querer hice lo ideal: generé visitas a las que ahora le agregan publicidad. En ese contexto es posible que venda mi 10%.
¿Por qué quiere venderlo ahora?
Yo desde que vendí no tuve ningún reembolso y eso fue así en parte porque no es algo que me desvele. De hecho, no quiero cobrar los meses que no me habían pagado por tener el 10%. Yo me empecé a enojar con ellos cuando negaban mi porcentaje y cuando dijeron que eran los fundadores .
Después hablamos y ahora está todo bien con ellos. De hecho me quieren comprar el 10%. Lo que no queda claro es en qué monto. Pero seguramente va a ser por bastante más que los 5000 dólares que correspondieron al 90 por ciento.
En un momento de la entrevista dijo "piratería" refiriéndose al contenido de Taringa, ¿cuál es su posición al respecto?
Digo piratería porque así es como se le dice en general, pero para mi todo lo que se crea es totalmente libre y debería estar disponible para que lo use cualquier persona. Creo que incluso después del caso de The Pirate Bay (un sitio similar con prisión en suspenso para sus creadores), con el que pensé que se complicaba el panorama, Taringa está bien parado en la región como referente en esta discusión.
¿Cómo manejaba usted ese tema?
A mi me contactaban directamente y yo daba de baja el contenido conflictivo. También me retaban por que algún usuario posteaba fotos de las hijas de alguien. Nunca pasó de un e-mail, lo más grande que me pasó fue recibir un pedido, denominado cease & desist en el mercado, de parte de Microsoft para que diera de baja un post puntual. Lo hice y se acabó el problema.
El sitio argentino Psico FXP nació de alguna manera como un foro similar a Taringa y pudo reconvertirse. ¿Cree que el portal que fundó puede hacerlo?
Yo estaba registrado en Psico hace añares y eran puro programas piratas. La reconversión de ellos fue muy exitosa. Creo que si Taringa pierde ese contenido también perdería muchas visitas, no creo que sea el modelo a seguir en Taringa.
Los que tomaron la posta. Hernán Botbol es una de las personas que compró Taringa en 2006. Ahora es director del sitio junto a su hermano Matías y Alberto Nakayama. El joven ejecutivo comenta que desde la operación vieron a Fernando Sanz(alias Cypher) una sola vez.