Sundar Pichai carga con todos los desafíos de Google
Cuando Sundar Pichai se incorporó a Google Inc., en 2004, parecía poco probable que se convirtiera en candidato a la presidencia ejecutiva: un ingeniero de semiconductores con un título en administración de empresas asignado a manejar Google Toolbar, el software que les permite a los internautas hacer búsquedas con Google en otros navegadores.
El lunes, cuando se anunció su nombramiento como próximo presidente ejecutivo de Google, Pichai parecía la única opción lógica: un protegido del actual presidente ejecutivo, Larry Page, que en los últimos años venía siendo preparado para el cargo mediante un creciente número de responsabilidades.
Cuando asuma su nuevo papel este año, Pichai supervisará casi todos los US$66.000 millones en ingresos anuales de la empresa que pronto se llamará Alphabet Inc., incluida la plataforma de publicidad en línea líder en el mundo.
Esto liberará a Page y Sergey Brin, los dos cofundadores, para que pasen más tiempo en la variedad de negocios y tecnologías emergentes de Google, desde sus dispositivos para casas inteligentes Nest hasta los autos de conducción autónoma, pasando por robots e investigación de vanguardia sobre la prolongación de la vida humana.
A diferencia de otros ejecutivos de Google, Pichai es un hombre privado, que no es famoso por competir en autos de carreras o lanzarse en paracaídas en festivales como el de Burning Man, que cada año se hace en el desierto de Nevada.
"Humilde", lo describe Keval Desai, un ex colega en Google. "Es muy inteligente, muy porfiado y con un perfil muy discreto".
El ascenso de Pichai refleja su capacidad para crear productos sólidos, incluyendo Chrome, el navegador web de Google que posteriormente dio el nombre a un sistema operativo. No obstante, también refleja su habilidad para identificar presiones competitivas, supervisar a otros y atenuar las diferencias, tanto internamente como con los socios de Google.
"Sundar tiene una increíble capacidad para ver qué es lo viene y movilizar equipos alrededor de las cosas que son superimportantes", escribió Page en un memorando de octubre de 2014 en el que anunció el ascenso de Pichai a la dirección de la mayoría de las áreas de productos de Google.
Pichai, de 43 años, también ha desarrollado una reputación para identificar los temas que son candentes para Page, así como proveer cobertura a los ejecutivos de productos para que mantengan su trabajo en curso. "Sundar ha estado diciendo las cosas que he dicho (¡y algunas veces mejor!) desde hace tiempo", escribió Page el lunes en un blog que anunció la transición.
Google no quiso poner a disposición a Pichai para que comentara para este artículo.
En una cultura a veces marcada por argumentos acalorados y egos demasiado grandes, Pichai es una especie de anomalía, un ejecutivo exitoso que no usa como arma su cargo, incluso cuando tiene fuertes argumentos a su favor. Se forjó una reputación de ser el tipo de persona que cualquiera querría en la sala cuando se están tomando decisiones.
Hace unos años, Pichai se encontró en desacuerdo con Andy Rubin, el creador de Android, el sistema operativo de Google para móviles. El grupo de Rubin creó su propio navegador web, que él prefería sobre Chrome, que había sido desarrollado por el equipo de Pichai. En lugar de irse a la guerra con Rubin, Pichai esperó.
En 2013, Page puso Android bajo la responsabilidad de Pichai, además de un creciente portafolio que incluía Chrome y Chrome OS, el sistema operativo.
"Todas las peleas se desvanecieron" después de que Pichai asumió el control de Android, dijo una persona al tanto.
Junto con la mayor parte de los ingresos de Google, Pichai también heredará sus mayores retos. El ascenso de los teléfonos móviles amenaza el imperio de búsquedas y publicidad de Google, debido a que los usuarios pasan más tiempo en apli-caciones y menos en búsquedas, lo que favorece a su rival Amazon. com Inc., que permite que los clientes compren productos con menos clics. En tanto, Facebook Inc. trata de atraer anunciantes diciéndoles que conoce a sus usuarios y que puede llegar a ellos de forma más precisa que Google.
Pichai también debe enfrentar acusaciones de los reguladores europeos de que Google favorece inapropiadamente sus propios servicios sobre los de sus rivales.
Algunas de la recientes iniciativas de Pichai no han tenido éxito. Un esfuerzo por extender el sistema operativo Android a una variedad de dispositivos nuevos, incluyendo relojes y televisores inteligentes, así como computadoras en las consolas de los autos, aún no ha tenido una gran acogida de los consumidores. Un intento por promover la adopción de teléfonos Android de gama baja en mercados emergentes tampoco ha despegado.
Los cambios de esta semana expanden el poder de Pichai más allá de los grupos de productos centrales que fueron puestos bajo su responsabilidad el año pasado, y le dan autoridad sobre ejecutivos que previamente reportaban a Page. Estos incluyen a Susan Wojcicki, presidenta ejecutiva de YouTube; Kent Walker, director jurídico de Google; y Don Harrison, director de desarrollo corporativo.
—Alistair Barr contribuyó a este artículo.