Steve Verze, el hombre que pasó a la historia por su ojo falso
Es la primera persona en la historia en recibir una prótesis ocular fabricada con una impresora 3D, lo que acelera el proceso y permite crear una prótesis más realista
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El londinense Steve Verze ya tiene su lugar en la historia: es la primera persona en el mundo en usar un ojo falso hecho con una impresora 3D. La prótesis la construyeron en el Hospital de Ojos Moorfields, de Londres, tal como publicó esa entidad.
Las prótesis oculares tradicionales se suelen hacer de acrílico (y antes, de vidrio), y toman varias semanas en su construcción. En cambio esta nueva versión está hecha con una impresora 3D, y solo les toma 3 semanas la fabricación.
Verze, un hombre de más de 47 años, necesita un ojo falso hace más de dos décadas, y siempre se sintió incómodo usando la prótesis convencional; esta nueva versión, no obstante, le resulta más cómoda y es mucho más parecida a su ojo funcional, hasta el punto de que puede simular la profundidad de la pupila.
Para crear la prótesis con el método tradicional se requieren dos horas para tener el molde, un método muy incómodo que, por ejemplo, requiere el uso de anestesia en niños. Este molde luego se fabrica en acrílico, se inserta en la cavidad ocular y se pinta; ahora, en cambio solo se necesita media hora para tomar las medidas digitales del ojo, en dos horas y media se imprime, y luego se envía a colorea y pulir a Alemania; en un par de semanas está listo el ojo falso y se pueden hacer las primeras pruebas.
En 2016 se fabricó, en el país, una serie de prótesis de titanio que permitió a dos personas recuperar una visión normal después de un accidente que, en ambos casos, les fracturó la cavidad ósea del cráneo que protege el ojo. La aplicación de la prótesis les permitió recuperar la vista.