Sony ZV-1: probamos la cámara para youtubers y streamers
En pleno apogeo de los canales de YouTube y la proliferación de videojugadores que comparten sus partidas en vivo, son muchos los usuarios que eligen profesionalizar sus transmisiones.
El punto de partida para generar videos de calidad depende (además del contenido, claro) de los recursos y periféricos que se utilicen. Es vox populi que no puede faltar calidad de imagen, una buena fuente de sonido y correcta iluminación.
Para el primer punto, muchos usuarios eligen diferentes opciones a la hora de armar sus setups: desde teléfonos de alta gama hasta pequeñas cámaras con grandes aspiraciones como la ZV-1 que Sony acaba de lanzar en Argentina.
Cámara pequeña, grandes prestaciones
El tema del tamaño de los equipos dejó de ser un detalle para transformarse en un punto destacado a la hora de elegir. Muchos son los youtubers que caminan la calle y salen a buscar el contenido. Cargar cámaras réflex puede ser una alternativa si contamos con un ayudante, pero si hacemos el trabajo solos una buena sugerencia es hacernos con un equipo compacto que no resigne prestaciones. Esa es la lectura de mercado que parece haber hecho Sony a la hora de pensar en el desarrollo de la cámara ZV-1. Y es que reúne todas las condiciones (más allá de algunas carencias que repasaremos luego) para transmitir desde casa o transformarse en la cámara de bolsillo para grabaciones rápidas mientras nos movemos.
Se trata de una cámara compacta y liviana que no cuenta con lentes intercambiables. Eso puede jugarle en contra, es verdad, pero tampoco es que fue pensada para la fotografía profesional.
Sí tiene una óptica Carl Zeiss con un sensor de 20 MP y CMOS Exmor RS tipo 1.0 (13,2 x 8,8 mm) que permite capturar video en 4K (3840 x 2160). El objetivo tiene apertura de f/1.8 y cuenta con una distancia focal de f=9,4-25,7 mm.
Más allá de su calidad de imagen (que es realmente muy buena), su otro punto destacable es su pantalla LCD de 3" multiángulo (con un ángulo variable de 176º) que puede retirarse del cuerpo de la cámara y dejarla mirando hacia el frente, para que quien está frente a la cámara logre un mejor encuadre y observe en detalle la grabación o transmisión. Mediante la misma se puede navegar por los menús (que son muy completos y permiten ajustar escenas con mucha precisión) con una ruedita y un botón, o tocando las opciones directamente desde la pantalla.
El agarre de la cámara es bueno. Cuenta con una saliente que permite tomarla del lateral derecho con solo dos dedos, dejando el índice justo en el botón disparador y la perilla para controlar el zoom óptico (que es de 2,7X). Además del botón para tomar capturas fotográficas, tiene un botón propio que se destaca por sus bordes rojos que sirve para comenzar las grabaciones.
El ultimo detalle y la estrella de la ZV-1 es el botón físico que permite desenfocar automáticamente el fondo, recurso que es muy utilizado por los vloggers. Claro, que esto no es ninguna novedad, hay muchos teléfonos de alta gama que incluyen está función. Lo interesante aquí es que se activa con tan solo tocar un botón dedicado y los resultados obtenidos han sido muy buenos, incluso con poca luz (enemigo numero uno de un desenfoque logrado). Además, la cámara logra hacer foco en tiempo record al cambiar el objetivo de forma dinámica, incluso con cosas pequeñas como una birome.
Sobre su lomo derecho encontramos tres tapones: uno con un conector USB-C para cargar la batería, otro con un puerto HDMI y el último (y central en una cámara de este rango) una entrada para conectar un micrófono externo. Micrófonos externos y luces pueden calzarse en la zapata de interfaz múltiple ubicada en la parte superior.
Sino contamos con un micrófono externo, el micrófono interno de la cámara es bueno: incluso trae, a modo de accesorio, un filtro anti-viento que hizo bien su trabajo al filmar al aire libre.
Pequeñas críticas
Durante un mes utilizamos la ZV-1 tanto para filmar contenido como para hacer algunas transmisiones en vivo. En esta parte del artículo repasaremos algunas cuestiones que, si bien no están mal, son mejorables.
La primera cuestión es el software: no es muy engorroso conectar la cámara al teléfono para poder transmitir en vivo o subir videos a la web (cuando grabamos contenido en la calle, por ejemplo), pero es un paso que debería ser evitable y que se solucionaría, por ejemplo, si incluyera un sistema operativo como Android con la posibilidad de instalar apps.
Si la usamos en casa, podemos usarla tipo webcam conectada a la PC para transmitir en vivo y sin intermediarios, con la aplicación Imaging Edge Webcam de Sony, que también habilita su uso para videoconferencias, claves en pandemia.
El ultimo punto es un error de diseño: si tenemos montada la cámara en un trípode, no podremos abrir la tapa para retirar la tarjeta de memoria: habrá que desmontar la cámara para poder hacer esa tarea.
En conclusión
Por su calidad de imagen, botón dedicado para lograr desenfoques muy avanzados, la posibilidad de grabar videos en cámara lenta, la gran estabilización de imagen y otros aspectos, la ZV-1 se transforma en un interesante aliado para los creadores contenidos que quieran tener un muy buen equipo en tan solo 290 gramos.
Salvo los detalles indicados, estamos ante una excelente solución especialmente diseñada para grabar videos y hacer transmisiones. Un último consejo: la experiencia de grabación en movimiento mejora sustancialmente si le agregamos la empuñadura de grabación con control inalámbrico de la firma.
Ya se vende en la Argentina a 68.999 pesos.
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