Una lente para transformar cualquier smartphone en una cámara de bolsillo, lo nuevo de Sony
Tiene su propio sensor; se engancha al teléfono con un clip; usa al celular de control
La idea me parece brillante, aunque no es económica: una lente universal que transforma cualquier smartphone en una cámara de bolsillo. Cuando necesitás una cámara común, está en el celular; cuando querés algo más sofisticado, con mayor calidad, le agregás el accesorio. Ya había lentes para las cámaras de los teléfonos, pero no con este diámetro -elemento clave- ni con un sensor propio de gran tamaño.
Las cámaras son uno de los elementos que los fabricantes usan para diferenciarse pero todos chocan con la limitación física del equipo en lo que refiere a la lente; o lo dejan esbelto, o le suman una lente pero lo hacen grueso.
El accesorio que Sony presentó en la IFA de Berlín (al tiempo que develaba su más reciente smartphone, el Xperia Z1 ) cambia eso: es una lente con un sensor propio, Wi-Fi y NFC; se vincula al smartphone que lo usa, que lo controla.
¿La mayor ventaja respecto de tener una cámara de bolsillo común? El tamaño, y aprovechar la capacidad de procesamiento, la inteligencia y la conectividad, del teléfono celular, cuya cámara se transformar en el visor (el viewfinder). ¿Algo le falta? Sí: un flash integrado.
Una cámara que es sólo la lente
Hay dos versiones: DSC-QX100 y DSC-QX10.
El DSC-QX100 tiene un sensor de 1" y 20 megapixeles, un lente Carl Zeiss de f1.8 a f4.9, estabilización de imagen y zoom óptico 3X; y el DSC-QX10, con un sensor 1/2.3" de 18 megapixeles, estabilización óptica, lente con apertura f3.3 a f5.9, zoom óptico 10x. Ambos con Wi-Fi para enviar las fotos al teléfono y NFC para la vinculación automática. Pesan entre 90 y 165 gramos, dependiendo del modelo y si usan su memoria interna.
Son compatibles, en rigor, con cualquier teléfono Android que pueda correr la aplicación PlayMemories de Sony (y con el iPhone de Apple), y el broche que lo ajusta al teléfono tiene una apertura variable.
Lo que no es tan feliz es el precio (250 dólares para el modelo más modesto, 500 dólares para el otro) pero básicamente se trata de una cámara completa, que privilegia los dos elementos que más importan en una cámara: el tamaño del sensor y de la lente.