Sony patina en sus esfuerzos por recuperar el liderazgo tecnológico
TOKIO— Dos años después de que Kazuo Hirai asumió la presidencia ejecutiva de Sony, la empresa está volviendo a un patrón familiar. Después de asegurarles a los inversionistas que la recuperación del conglomerado estaba cerca, la compañía se apresta a difundir este miércoles su cuarto balance anual con pérdidas en un período de cinco años.
Los consumidores se han pasado a marcas como Apple y Samsung Electronics. Las agencias de calificación han rebajado la deuda de Sony a un grado chatarra. Los analistas que siguen a Sony desde hace mucho tiempo temen que Hirai esté más preocupado en tomar distancia de los fracasos que en encontrar el producto estrella que podría devolver a Sony su reputación como una de las compañías más innovadoras del último siglo.
"No hay una visión a largo plazo del tipo de estilo de vida que quiere crear Sony", dice Shingo Tamura, un ex ingeniero que dejó Sony en 2006.
Hirai, que debe presentar su estrategia a largo plazo el 22 de mayo, ha prometido reconstruir el atribulado brazo de electrónicos de la empresa sobre tres pilares: juegos, tecnología de imagen y dispositivos móviles.
"Algunas veces, en Sony zigzagueamos hacia las grandes innovaciones, y otras veces simplemente fracasamos", dijo Hirai en un evento en enero en Las Vegas. "Pero en Sony el fracaso no es en realidad un fin. Es una razón. Es una razón para seguir intentando".
La empresa prefirió no hacer comentarios para este artículo.
A su nueva consola, la PlayStation 4 , le está yendo bien. Hasta principios de abril, la empresa había vendido más de siete millones de unidades en sus primeros cinco meses en el mercado, superando las ventas de la nueva consola Xbox One, de Microsoft.
Sony también tiene esperanzas en sus reproductores portátiles de música de alta definición, que vende con el nombre de Walkman, así como sus televisores 4K que ofrecen imagen de mayor calidad. Otros aparatos, como sensores de movimiento que pueden ser adheridos a raquetas de tenis, buscan reconstruir la marca Sony.
El problema es que hasta el momento ninguna de las áreas de crecimiento parece capaz de revivir las ganancias de la empresa. Los televisores 4K, por ejemplo, representan menos de 10% de las ventas globales de televisores, y es difícil que productos de nicho tengan un gran impacto en una empresa con unos US$75.000 millones en ingresos anuales.
Hace menos de dos semanas, Sony pronosticó una pérdida de 130.000 millones de yenes (US$1.300 millones) para el año fiscal que terminó en marzo, una variación radical frente a la ganancia de 30.000 millones de yenes que había anticipado inicialmente. Los problemas en el rubro de electrónicos volvieron a superar las ganancias por películas y música.
Ni siquiera la PlayStation es la gallina de huevos de oro que solía ser, porque los consumidores pasan hoy en día más tiempo jugando en sus celulares. La meta de Sony de vender 20 millones de unidades de la PlayStation para el año fiscal que acaba de culminar es 45% menor que hace seis años.
Sony dijo en febrero que vendería su negocio de computadoras personales y escindió su negocio de televisores como una división independiente, aunque controlada por Sony. La empresa incluyó gran parte de los costos de esa reestructuración en los números del año fiscal que acaba de terminar, por lo que algunos inversionistas dicen que lo peor podría haber pasado.
"No sé cuándo llegará su próximo producto estrella o cuándo terminará su reestructuración, pero por lo menos van por buen camino", dijo Arnout Van Rijn, director de inversión de Robeco Hong Kong, cuyo fondo ha invertido en acciones de Sony durante casi una década. "Hasta ahora les ha llevado un tiempo decepcionantemente largo, pero al final se apreciarán" los resultados.
Un negocio móvil viable parece ser un prerrequisito para el éxito en el rubro de electrónicos, debido a que los celulares agrupan funciones que antes realizaban productos de Sony como la PlayStation, el Walkman y las cámaras Cyber-shot.
En 2012, el año en que Hirai asumió las riendas, Sony avanzó hacia su meta de consolidarse como el No. 3 en smartphones, detrás de Samsung y Apple. La participación de Sony en el mercado global subió a 4,3% ese año, según la firma de investigación IDC. El año pasado, esa cuota cayó a 3,8% y Sony bajó al sexto lugar. Aunque sus teléfonos Xperia han recibi-do reseñas favorables, los consumidores no tienen suficientes razones para cambiar sus móviles iPhone o Galaxy.
Sony dice que no buscará volumen de mercado y que no caerá en una guerra de precios en teléfonos inteligentes, aunque ha lanzado modelos menos costosos en mercados emergentes.
La empresa ha tenido éxito al conseguir colocar sus sensores en iPhones y otros celulares, lo que fortalece uno de los tres pilares de crecimiento de Hirai: el negocio de imágenes. Sin embargo, tiene competencia. Samsung, que antes usaba sensores de Sony para sus teléfonos, ahora usa otros propios.
Muchas de las preguntas sobre el futuro de Sony se centran en su identidad como una empresa de electrónicos de consumo. Hoy en día, gran parte de su ganancia proviene de negocios distintos, como películas, música, y la división de banca y seguros de vida en Japón. Para acrecentar la confusión, en abril la empresa anunció una inversión de US$2 millones para abrir una corredora inmobiliaria en Japón.
Algunos analistas dicen que Sony debe seguir el ejemplo de su compatriota Panasonic Corp. y abandonar el negocio de televi-sores y otros electrónicos básicos que hoy en día son dominados por China y Corea del Sur. Otros señalan que la clave es unir la pericia de Sony en hardware con nuevos software y servicios, como el servicio de televisión en la nube que la empresa planea lanzar este año en EE.UU.
"Claro que es bueno tener un audio y video cada vez mejor, pero si no es parte de un ecosistema, no tiene propósito. Está destinado a convertirse en un commodity", dice Koichiro Tsujino, un ex ejecutivo de Sony que dejó la empresa en 2006 para irse a Google Inc. y que ahora dirige la empresa japonesa de Internet Alex Corp.