Solo eléctricos: Europa planea prohibir los autos que funcionen con combustibles fósiles para 2035, pero algunas marcas deportivas se resisten al cambio
Europa comenzó a debatir un plan para definir la fecha límite de fabricación de los modelos basados en combustibles fósibles, una medida que las firmas italianas buscan demorar para proteger el sector de nicho de los superdeportivos como Ferrari y Lamborghini
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Los autos eléctricos dejaron de ser una rareza y cada vez más fabricantes ofrecen modelos para este segmento en los últimos años. Para impulsar esta transformación en la industria, el Parlamento Europeo propone un plan para prohibir el uso de combustibles fósiles en los automóviles para 2035.
Si bien el plazo prevé unas dos décadas y medio para que el sector automotriz realice los ajustes necesarios para transformar su oferta de vehículos a nafta, gasoil, gas o híbridos en una plataforma totalmente eléctrica para abastecer al mercado europeo. Una gran parte de la industria, en especial aquellas que desarrollan los modelos a gran escala, ya cuentan con varias propuestas que buscan impulsar una reducción en el costo de estos autos eléctricos.
Sin embargo, los fabricantes de superdeportivos italianos como Ferrari y Lamborghini buscan posponer un poco más esta fecha límite. Las autoridades italianas lideradas por el primer ministro Mario Draghi participan en las negociaciones con la Unión Europea para que el sector de vehículos de alta gama queden al margen de esta normativa, al menos por unos años más.
“Estos vehículos necesitan una tecnología muy especial. Italia necesita tener una autonomía propia para producir las baterías de alto rendimiento para estos vehículos”, dijo Roberto Cingolani, ministro a cargo del proceso de transición ecológica, citado por Bloomberg. Por este motivo, los fabricantes como Ferrari, equipados con potentes motores a combustión, necesitarán de más tiempo para adecuarse a estas normas.
En esta etapa inicial de conversaciones con la Unión Europea, Italia esgrime que las automotrices deportivas tienen una escala de producción menor a otros fabricantes, de unos 16.000 unidades al año. Por este motivo, las firmas italianas aseguran que, en su conjunto, estos vehículos tienen un impacto ínfimo en las emisiones de gases comparado con los fabricantes a escala.
Sin embargo, en el sector automotriz de alta gama no todos piensan de la misma forma. Lanborghini dijo que no necesitan el apoyo gubernamental para cumplir las normas y planea avanzar a fondo con la electrificación de todos sus modelos. Ferrari, por su parte, acaba de presentar de forma reciente el 296 GTB, el tercer híbrido de la firma de Maranello que entra en producción en serie, con un precio de unos 321.000 dólares.
La compañía italiana ha prometido su primer modelo completamente eléctrico en 2025. “Es un proceso que comenzó hace un par de años”, dijo director comercial y de marketing de Ferrari, Enrico Galliera. “Estamos trabajando para hacer frente a la regulación y la tarea de reducir las emisiones”.