Servir 1plato y Mibarrio.chat: tecnología solidaria en tiempos de pandemia
¿Alguna vez te preguntaste para qué sirve la tecnología? En esta cuarentena aprendimos que la podemos usar para miles de cosas: comunicarnos, trabajar, estudiar, meditar, hacer ejercicio, cocinar, y hasta hacer terapia. Pero su utilidad no tiene que ver con sus usos, sino que hace referencia a su verdadero sentido, ese para qué más grande, la razón de su existencia. Y si uno lo busca e investiga un poco encuentra rápidamente que la tecnología sirve, nada más y nada menos que para solucionar problemas. Probablemente sea por eso que nos atrae tanto: resuelve situaciones que de otra forma nos demandarían mucho tiempo o peor aún, no sabríamos cómo afrontar.
Sin embargo, cuando miramos un poco más allá y pensamos en qué problemáticas solucionan las aplicaciones de tecnología que más utilizamos o conocemos, o los artefactos que son creados cada día, o incluso las plataformas que navegamos a diario, encontramos que muchas de ellas no atienden a problemáticas sociales o comunitarias. ¿Por qué tomar siempre los mismos caminos si la tecnología nos da infinitas posibilidades de creación?
En ese sentido, la pandemia vino a reafirmarnos que esta es una herramienta muy poderosa, y que somos nosotros los que tenemos en nuestras manos el poder de crearla y utilizarla como un elemento que nos permita ayudar a otros. En cierta manera trajo de nuevo algunas preguntas respecto de la tecnología que creíamos que ya estaban resueltas, y también muchos problemas que requerían solución. Esta situación tan única y atípica acercó la tecnología a personas que tal vez nunca antes hubiesen pensado en utilizarla, y las llevó, además, a concebirla como un medio para generar impacto social.
Andrés y Francisco son dos amigos que entendieron el poder que la tecnología les estaba poniendo a disposición y decidieron hacer algo con eso: crearon miBarrio.chat. Es un portal web querecolecta todos los Whatsapp de comercios de barrio y los pone en contacto directo con sus vecinos para que les puedan realizar sus pedidos sin intermediarios ni comisiones abusivas. "Jamás pensamos que íbamos a tener el impacto que tuvimos, ni siquiera era una idea que teníamos pre-diseñada, surgió en un fin de semana y la desarrollamos en 72 horas para concretarla lo antes posible y ver qué sucedía", confiesa Francisco. Hoy, a cuatro meses de su lanzamiento, la plataforma está permitiendo que más de 10.000 verdulerías, librerías, veterinarias, mercerías, vinotecas incluso profesores de inglés o de teatro, puedan seguir ofreciendo sus productos y servicios en toda la región (si bien la mayoría de registros es en la Argentina, ya se sumaron comercios de México, Colombia y Perú).
Este par de amigos, que se conoce hace más de 25 años, buscó, tal y como ellos mismos cuentan, "generar una solución tecnológica que resuelva un problema sin obligar a los usuarios a adoptar una nueva herramienta". Y lo lograron. Pero lo más destacable tal vez sea que ellos no son personas que se dedican a esto, sino que, desde sus casas, mientras continuaban con su teletrabajo, se dieron cuenta de que los pequeños negocios y emprendimientos que se habían quedado sin canal de venta de un día para otro no tenían un lugar concreto en el mundo digital y decidieron accionar usando la tecnología a su favor para ayudarlos.
Sin embargo, para utilizar la tecnología a nuestro favor no siempre es necesario crear algo nuevo. También es posible reversionar el uso de herramientas existentes para solucionar un problema o simplemente dar una mano. Eso fue lo que hicieron Manuela, Romina y Bernardo, creadores del movimiento Servir un Plato Más. "Prepandemia no me hubiese imaginado nunca usar Instagram con un fin solidario ni estar tantas horas utilizándolo", confiesa Manuela, pero las ganas genuinas de ayudar al otro y la sensibilidad y empatía de este equipo para con una necesidad que iba in crescendo en las calles pudo más.
Punto Plato, @servirunplatomas en Instagram, "surge de la realidad, de ver muchas personas revisando containers de basura en busca de alimentos", cuenta Manuela. La propuesta invita a preparar un plato más al momento de cocinar y compartirlo con una persona que lo necesite, dejándolo en envases descartables y con cubiertos, en los puntos plato para que pueda tomarlo. La dinámica que crearon es sencilla: dispusieron cajones de madera pintada, identificados con un afiche en distintos puntos de la ciudad, más de 59 a la fecha, activos durante las 24 horas. Los Punto Plato son un lugar de encuentro entre quien puede dar y quién necesita una ayuda. Y para que esto fuera posible las redes sociales fueron fundamentales, se transformaron en un lugar donde los platos se comparten, la solidaridad se contagia y sobre todo, donde la mirada del otro está por encima de la propia. Comenzaron siendo tres personas que cocinaban en sus casas 1 o 2 platos más para llegar, en la última semana, a entregar más de 1600 platos.
Francisco, Andrés, Romina, Bernardo y Manuela, vieron el lado B de la tecnología. Y en el caso de Punto plato quienes lo crearon son personas que, antes de la pandemia, trabajaran en el mundo tecnológico (ni lo hacen hoy). Sin embargo, eso no les impidió generar impacto social con los dispositivos que tienen al alcance para multiplicar la ayuda, quizás es tiempo de reinventar también cómo participamos como sociedad cada vez que queremos solidarizarnos y colaborar para resolver un problema social.
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