Se demoró, pero finalmente fue lanzado al espacio el Lignosat, el primer satélite hecho de madera
Diseñado en Japón con madera de magnolia, está pensado para quemarse al reingreso a la atmósfera terrestre, pero a diferencia de los satélites tradicionales no la contaminará con polvo metálico
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El primer satélite de madera en el mundo fue lanzado al espacio en un cohete de SpaceX, como parte de una misión de reabastecimiento de la Estación Espacial Internacional (EEI), informaron el martes sus creadores japoneses. La fecha original de lanzamiento del satélite había sido definida para septiembre, pero luego se demoró.
Científicos de la Universidad de Kioto esperan que el material de madera se incendie cuando el aparato reingrese a la atmósfera, una forma de evitar que se generen partículas metálicas cuando un satélite retirado regresa a la Tierra. Estas partículas pueden impactar negativamente al medio ambiente y las telecomunicaciones, según los creadores del satélite.
Cada costado del satélite experimental, llamado Lignosat, mide solo 10 centímetros de lado, y está hecho con madera de magnolia. Fue lanzado desde el Centro Espacial Kennedy de la NASA en Florida, indicó el Centro de Espaciología Humana de la Universidad de Kioto. Su nombre viene de la lignina, un componente esencial de la madera que le da rigidez a la celulosa, y que ya se demostró que se puede usar para hacer cuchillos con filo.
El satélite, instalado en un contenedor espacial preparado por la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial, “voló de forma segura al espacio”, dijeron los creadores en X.
Una portavoz de Sumitomo Forestry, uno de los creadores de LignoSat, dijo a AFP que el lanzamiento había sido “exitoso”. “Llegará pronto a la EEI y será lanzado al espacio un mes después”, para probar su resistencia y durabilidad, afirmó. El uso de madera para el satélite tiene una concepción ecologista: sus creadores calculan que cuando se termine su vida útil el satélite se quemará por completo al entrar de nuevo en la atmósfera, lo que podría ser una forma de disminuir la generación de residuos metálicos por el regreso de estos aparatos a la Tierra. Estas partículas metálicas pueden tener efectos negativos para el medioambiente y las telecomunicaciones, dijeron los responsables del proyecto. La madera, en cambio, se transforma en ceniza muy fina.
“Se probaron tres muestras de madera y no mostraron deformación después de la exposición al espacio”, dijeron los investigadores en mayo de 2023. “A pesar del ambiente extremo del espacio exterior que implica cambios significativos de temperatura y exposición a intensos rayos cósmicos y partículas solares peligrosas durante 10 meses, las pruebas confirmaron que no hay descomposición ni deformaciones, como grietas, descascaramiento o daños en la superficie”.
El satélite enviará la información a los investigadores para que puedan verificar las señales de tensión y determinar si el satélite es capaz de soportar los cambios extremos de temperatura. “Los satélites que no son de metal deben convertirse en algo común”, declaró Takao Doi, un astronauta y profesor de la Universidad de Kioto, meses atrás en conferencia de prensa.