Roku Streaming Stick 4K: probamos la “antena” que le suma servicios de streaming a cualquier pantalla
Se enchufa a un puerto HDMI y ofrece aplicaciones para todos los servicios de streaming; compite con alternativas de otras marcas y con las prestaciones que están sumando los propios televisores, pero habilita también algunas funciones propias que lo hacen una opción atractiva
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En 2008 debutó en el mercado un dispositivo con una propuesta muy atractiva: la capacidad de transformar cualquier pantalla con una entrada HDMI en un televisor “Smart”, es decir, con aplicaciones y acceso a internet para hacer streaming de películas y series. Desde entonces Roku viene actualizando su hardware para sumar funciones; hace ya varios años que se vende en el país, pero ahora lo hace en forma oficial: Roku tendrá representantes locales, más presencia en las tiendas y servicio técnico oficial en el país.
Pero: ¿qué sentido tiene invertir en un dispositivo así en 2022, cuando cualquier tele tiene integrado Netflix y YouTube? Estuve probando un Roku Streaming Stick 4K (el más sofisticado de los tres modelos que ofrecerán en el país) para averiguarlo.
Qué es el Roku Streaming Stick 4K
El Roku es un dispositivo algo más alargado que un pendrive, y que se inserta en una entrada HDMI de un televisor, un monitor, o un proyector. Se alimenta vía USB (la caja incluye el cable, pero no el cargador) y se maneja con un control remoto, que también puede manejar al televisor (usa el estándar HDMI-CEC). También tiene Wi-Fi. Cuando se selecciona al Roku como una fuente de video (como podría ser una computadora, consola, lectora de Blu-ray, sintonizador digital, etcétera) ofrece una interfaz con acceso a varias aplicaciones de streaming de video.
En esto es igual a lo que ofrecen sus competidores, como Amazon (con su línea Fire TV) o Xiaomi con Mi TV Stick, entre otros, que tienen un hardware similar. La diferencia, hoy más notoria, es que Amazon y Xiaomi -como otros- apuestan por Android TV, mientras que Roku usa un sistema operativo propietario, que desarrolló cuando era casi la única compañía en ofrecer algo así.
Lo bueno de esta decisión es que las aplicaciones y servicios disponibles están optimizados al máximo para ese dispositivo en particular; lo malo, que la variedad de aplicaciones puede resultar menor, aunque la enorme mayoría de los servicios de streaming cuenta con una aplicación oficial para Roku (Netflix, YouTube, Disney+, Spotify, etcétera). Si usamos algún servicio muy específico, será mejor confirmar antes que esté disponible; en el sitio de Roku está la lista de “canales” que ofrece el servicio, y que ofrece tanto el acceso a servicios específicos (típicamente, que requiere una suscripción mensual) como a otros que funcionan como los canales de YouTube: contenido temático provisto por una fuente y dirigido a un público en particular. Así, Roku puede presumir de tener cientos de canales disponibles; muchos de ellos ofrecen el mismo contenido en YouTube, aunque aquí el acceso es más directo.
¿Cómo? Vía el control remoto, que como los de los Smart TV modernos tiene también botones dedicados (en nuestro país, para Netflix, Disney+, Apple TV+ y ViX). También permite interactuar con el Asistente de Google para hacer búsquedas e interactuar con el dispositivo. Además, es posible usar una app en el celular para controlar el equipo. El control remoto oficial también permite controlar el televisor: apagarlo, controlar el volumen, etcétera.
Toda la interfaz es muy sencilla y fácil de entender; cuando lo enchufé reconoció correctamente mi televisor, me sugirió la mejor calidad de imagen, recomendó “canales”, etcétera. La configuración de Netflix, Amazon Video y demás es como en el televisor; habrá que tener a mano una computadora (celular, tableta o PC) para ingresar un código y validar su uso.
Alternativas de uso
El modelo que yo probé tiene compatibilidad para contenido 4K con HDR y Dolby Vision; existe un modelo intermedio, más económico, sin soporte para Dolby Vision, y otra versión más económica que es Full HD. Esta última, la más barata (13.999 pesos) es quizá la opción que más sentido tiene: darle vida nueva a un televisor desactualizado, un monitor grande o un proyector.
Los otros dos ofrecen un salto de calidad a 4K (el Express 4K, por 17.999 pesos, el Streaming Stick 4K, por 21.999 pesos), pero es poco probable que ofrezcan algo más conveniente que lo que hoy trae un televisor 4K, ya preparado para el mundo del streaming y las aplicaciones; los fabricantes han mejorado bastante su propuesta. Muchos, incluso, usan la tecnología de Roku, que dice estar en un tercio del mercado de televisores “inteligentes” y tener 64 millones de usuarios en todo el mundo.
Donde estos equipos quizá hacen la diferencia (o permite un uso complementario) respecto de un televisor Smart es en el Wi-Fi, que en el caso del modelo más caro de Roku tiene Wi-Fi 5, lo que mejora el alcance y debería reducir la posibilidad de haya “tironeo” en el video y se pierdan cuadros durante la reproducción. También incluye compatibilidad con AirPlay para hacer streaming de contenido del iPhone a la pantalla; como alternativa es posible reproducir en la pantalla grande el contenido multimedia que tiene un smartphone con Android, o duplicar su pantalla; el Roku aparece como un dispositivo tipo Chromecast para recibir contenido por streaming.
Además, ofrece lo que la compañía llama “escucha privada”: una vez instalada la app en el teléfono, podemos elegir que el audio salga por ahí y no por los parlantes de la tele o el sistema de audio que tengamos en funcionamiento, ideal para ver tele de noche sin molestar al resto de la familia. Obviamente, tenemos que conectar auriculares al teléfono o tableta (cableados o Bluetooth); funciona muy bien, e incluso permite corregir la demora del audio para empatar al video si se desfasa.
Otro uso interesante de este tipo de sintonizadores tipo “stick” es la portabilidad: alcanza con enchufarlo en otro televisor para tener todos nuestros servicios de streaming ya configurados, más allá de que, por supuesto, habrá que validar el acceso al Wi-Fi.
Así, los dispositivos de streaming de Roku, como los de Amazon, Xiaomi y otros, ofrecen un hardware compacto con funciones que no tienen nada que envidiarle a lo que incluye un televisor moderno; pueden complementarlo y, sobre todo, habilitar a la transformación de cualquier pantalla, por limitada que sea, en un dispositivo conectado, y con excelentes resultados. Sólo necesita un puerto HDMI disponible.