Ring Fit Adventure: probamos este título, donde Nintendo vuelve a combinar los videojuegos y el ejercicio
En una tarde de videojuegos cualquiera, mi pulgar casi atraviesa el mando intentando que el personaje corra más rápido: "Vaya, he elegido al lento". Si el avatar de mi contrincante es más habilidoso, quizá deba elegir otro en la próxima partida o quizá sea el mando, que no me hace caso por más que intento que mi personaje sea mejor.
Sin embargo, probando el Ring Fit Adventure, descubro que ya no puedo echarle la culpa al avatar, ni al mando; y que si soy lenta, es porque no corro lo suficiente. Me convierto en un mando humano donde mis brazos se prolongan hasta un aro llamado Ring-Con, que puedo (y debo) dirigir para girar. O el cual aprieto o extiendo para disparar o agarrar monedas. Mis piernas están monitorizadas también por el mando izquierdo, que llevo atado a uno de mis muslos.
Los Joy-Con (los mandos de la Nintendo Switch), están dotados de giroscopios y acelerómetros que miden la velocidad y posición en la que nos encontramos. Uno va situado en el aro, el otro en nuestra pierna. Gracias a la tecnología que llevan incorporada, detectan si estamos apretando, soltando, paseando, trotando… Si nuestro personaje tiene que subir escaleras, más te vale elevar las rodillas para avanzar, y si vas a matar un monstruo tirando al arco, estiralo bien fuerte y dispará (la puntería no cuenta).
A quién está dirigido
La primera pregunta que me surge es a quién va dirigido este juego. ¿Es para niños? ¿Para adultos? ¿Para gente que quiera ponerse en forma? Nos responde Enrique Marcellán, relaciones públicas de Nintendo España: "Está pensado para que tanto pequeños, gente que se quiera ejercitar y adultos puedan disfrutar de él, porque hay gente a la que el deporte le resulta monótono, o gente que se acaba aburriendo del running y se pone música… Pero con este juego no te das cuenta de que estás corriendo todo el rato".
Nada más empezar, tenemos que calibrar nuestro perfil. Esto significa definir nuestra edad, peso, género… (con opción también de no identificarte con ninguno) y, sobre todo, qué intensidad física elegimos, así como cuánto deporte solemos hacer.
Esta configuración inicial te lleva un tiempo –tampoco demasiado– pero es importantes ser pacientes y calibrar bien nuestra verdadera capacidad física para evitar cansarnos en exceso, desanimarnos, o por el contrario, aburrirnos. No se trata solo de elegir tu avatar con las características externas que te gusten (que también), se trata más bien de decirle a la consola: tengo esta edad, estoy habituado a hacer x ejercicio y elijo el nivel intermedio, por ejemplo. El juego adaptará entonces estas características a la aventura y no te exigirá hacer tantas sentadillas como en el nivel avanzado, por ejemplo.
Otro consejo que conviene tener en cuenta en el momento de calibrarlo es que cuando te pide que aprietes o estires el aro a tu máxima fuerza, tampoco te pases y lo hagas al máximo de tu capacidad, porque entonces detecta que ese es tu límite y te va a exigir ese nivel siempre que tengas que apretarlo durante el juego (y acabarás agotado/a, créeme).
Una vez definido, me impacientaba por empezar. Pero, ¿por dónde? Tenemos varias opciones: el principal es el modo aventura, cuyo aspecto es el de un juego al estilo clásico de Nintedo: un mapa con los diferentes niveles o mundos por los que tenemos que batallar, una presentación que nos inicia en la aventura, un villano que en este caso se llama Draco…
Hasta aquí todo nos resulta familiar. Empezamos a jugar…¡y a correr! Nos vamos familiarizando con los movimientos del Ring-Con: para disparar has de apretar (a las cajas o elementos que vayas encontrando por el camino); estirar sirve para succionar (monedas u otros regalitos), apuntando hacia abajo y apretando a la vez volamos… Y a veces también tendrás que remar.
Hay un personaje en el lado izquierdo de la pantalla llamado Tipp que te va marcando los movimientos en cada caso, porque no siempre los vas a saber o recordar. Al final de cada fase luchamos contra uno, dos o varios monstruos (que se van incrementando según avanzamos). Para vencerlos podemos elegir entre varios modos de lucha que son, en realidad, ejercicios de gimnasia o yoga. (Una pista: si elegís un ejercicio cuyo color identificativo es el mismo que el monstruo, le hará más daño). Conforme vamos avanzando en la aventura, se desbloquean ejercicios nuevos, para que no te canses de hacer siempre los mismos.
En total, encontramos ejercicios de brazos, piernas y tronco. Además de otros basados en yoga. Sin hablar de que pasas todo el tiempo corriendo. Puedo asegurar que sudar, sudás, y durante una hora de juego has hecho un ejercicio muy completo sin darte cuenta. Y seguro que más divertido que cuando me pongo audios de podcast para ir al gimnasio.
Si juegas entre 20 o 30 minutos al día en el modo aventura te puedes pasar el juego en unos tres o cuatro meses. Pero hay otras opciones como los minijuegos o retos pensados para jugar en grupo y competir con los amigos a ver quién puntúa más. Solo es necesario un único Ring-Con, ya que se hace por turnos.
Otra modalidad es la de usar el juego como tabla de entrenamientos: elegís el ejercicio que querés hacer, cuántas repeticiones, etc. Y por último, tenés la opción de llevarte el aro a cualquier parte, aunque tengas la consola apagada, para seguir haciendo ejercicio con él. Este guarda tus movimientos y los incluye en tu perfil cuando vuelvas a encender la consola.
Otros detalles curiosos:
- Al finalizar cada ejercicio podés medirte la tensión colocando el pulgar derecho en un sensor del anillo.
- Te notifica el tiempo que has estado, las calorías que has consumido y la distancia recorrida.
- Podés activar un "modo silencioso" si no quieres molestar al vecino de abajo, con el que tu pisada será más suave.
Como conclusión, tras probar Ring- Fit Adventure, es que he sudado, me he divertido, y puedo afirmar que me ha gustado bastante. Sin embargo, aunque en principio está dirigido a todas las edades, mi impresión es que puede resultar más atractivo para el público adulto que quiera ejercitarse, que entre el adolescente. El juego en sí no está mal, pero nos queda claro que el objetivo es el ejercicio, y creo que sería genial que este periférico pudiera adaptarse a otros clásicos de Nintendo. Tampoco hay que confundirlo con otros juegos específicos de Nintendo para hacer ejercicio, tal como nos explica su Relaciones Públicas: "es un juego en el que hacés deporte disfrazado de videojuego pero no es un juego específico de deporte. También tiene sus pequeñas secciones de entrenamiento y de fitness, pero la parte principal es que es un juego de aventura."
A la pregunta: ¿cuánto cuesta? No pueden responder a esto, pero se puede encontrar en cualquier tienda online (en torno a unos 70 euros). No está nada mal teniendo en cuenta que un buen anillo de pilates puede ascender a 20 euros. La caja incluye el juego, el Ring-Con y la cinta para la pierna. No viene con consola ni mandos, claro.
Sin embargo, parece que este juego no está pensado para ser la estrella de Nintendo Switch estas navidades, que será el esperado Pokémon Espada y Pokémon Escudo. Una petición personal a Nintendo: poder jugar a Pokémon con el anillo.
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