Redragon Hitman GW800 y Blazar GM300: armamos un kit de micrófono y webcam para streamers

Streamear se ha transformado en uno de los verbos mas cotidianos en el publico adolescente. Ya sea porque las transmisiones en vivo son parte habitual de su consumo de contenido periódico o porque, en muchos casos, dentro de sus proyecciones se encuentra la posibilidad de realizar transmisiones de sus videojuegos favoritos con el cometido de generar una audiencia alrededor de la propuesta.

Las transmisiones en vivo se han transformado en una actividad que se ha ido profesionalizando conforme evolucionaron los juegos y las plataformas. Hoy no es raro ver todo un setup con luces y dispositivos de alta calidad en las transmisiones. Así, en LA NACION armamos un kit conformado por un micrófono y una webcam de la firma Redragon que se destaca por un buen equilibrio entre precio y prestaciones.

Webcam Hitman GW800

Uno de los productos mas demandados a la hora de realizar transmisiones es una buena cámara. La Hitman de Redragon mantiene la estética de la mayoría de las cámaras de esta categoría. Incluye un agarre para colocarla encima del monitor, con una muesca plástica para que quede bien calzada. También puede adoptar un formato tipo trípode para que quede parada en el escritorio.

En cuanto a su resolución, una buena noticia es que permite realizar transmisiones en Full HD (1080P) a 30 fotogramas por segundo; su calidad fue realmente buena también en las pruebas para hacer videollamadas a pantalla completa y mejor aún para transmitir en vivo reproduciendo el contenido captado en una miniatura.

La Hitman se conecta directamente por USB. Windows 10 la detectó perfectamente sin mi intervención.

También incluye dos micrófonos (uno a cada lado del lente) que toma un sonido aceptable teniendo en cuenta que se trata de un extra para quienes no cuentan con un micrófono o un auricular con micrófono integrado.

La cámara tiene una luz testigo de color rojo que se encuentra siempre encendida y que puede ser algo molesta (esto dependiendo de donde se ubique), mientras que, cuando se activa la transmisión, también se encenderá un LED de color azul.

Micrófono Blazar GM 300

Al realizar el unboxing del micrófono Blazar GM 300, nos encontramos con que sus partes están embaladas por separados dentro de la misma caja. Dicho esto, lo primero que tenemos que hacer es armarlo, empezando por el trípode (que viene con 3 patas) con el shock mount que trae incorporado el kit. Esto es una buena noticia dado que este accesorio (que aquí se lo conoce como araña) permite absorber los ruidos que se producen por movimientos sobre el escritorio; en muchos casos hay que comprarlos aparte y suelen ser bastante caros, por lo que el Blazar lo incluya, es algo para destacar. Para completar el armado, introduciremos el micrófono en el shock mount y lo ajustaremos mediante su abrazadera para que quede firme. También podemos aprovechar y ajustar la posición de uso para que quede cómodo dependiendo la altura y su inclinación necesaria.

La otra opción para la instalación es comprar un brazo articulado para micrófonos. Otro accesorio que trae es un anti pop, no en forma de pantalla como los que suelen verse en las transmisiones, sino uno tradicional con forma de capuchón que servirá para evitar que el micrófono capte el sonido del viento si hacemos tomas en exteriores o bien filtrar el aire que expulsamos al hablar cerca del mismo.

Para terminar el armado del Blazar, deberemos conectar el cable USB a la entrada USB tipo B (el mismo que el de las impresoras) que se encuentra en su base y conectarlo a un puerto USB libre de la PC.

Al igual que la webcam, el micrófono de Redragon fue detectado inmediatamente por Windows 10.

Algunos detalles en su construcción comienzan a materializarse cuando entramos en contacto con el mismo: se destaca un aro de luz de LED roja que le da un estilo gamer, y también su construcción en aluminio.

El Blazar es un micrófono direccional de tipo cardioide, por lo cual deberemos colocarlo con la marca Redragon de frente (allí tiene sus micrófonos) hacia donde estamos ubicados. En la practica resultó que tomó bastante de sonido ambiente, sobre todo de los laterales, algo que no puede modificarse dado que no se pueden configurar los patrones polares.

Físicamente tiene solo dos botones: para subir o bajar la ganancia y, si dejamos cualquiera de los dos presionados durante un tiempo, el micrófono se silenciará (lo indicará su luz de LED que se apagará), algo muy utilizado durante las transmisiones de videojuegos.

Para experimentar un poco más, probé de conectar el Blazar a un celular, en este caso a un Galaxy S21 Ultra mediante un conector USB A a USB C. No sabía si esto iba a funcionar, sobre todo por la impedancia del micrófono, pero el teléfono lo detectó y pude grabar videos sin problemas con solo cambiar la fuente de audio a micrófono externo. Esto es algo interesante si producen videos y las grabaciones las hacen con su celular.

En conclusión

Claro que en un equipo para streamear es necesario un auricular. En las pruebas, utilicé uno que tenia en casa. El objetivo de esta nota era probar dos productos que son pocos revisados y muy necesarios a la hora de hacer transmisiones.

La webcam Hitman tiene una buena calidad de imagen y ofrece fluidez decente con sus 30 fotogramas por segundos. Un plus es su micrófono integrado que viene muy bien para videollamadas.

Por su parte, el Blazar es un buen producto por el precio al que se consigue. ¿Se le puede pedir mas cosas? Sí, pero es justamente por eso que se mantiene en un precio asequible por las características que ofrece.

La webcam Hitman se consigue a $8000 aproximadamente y el Blazar a unos $10.000. Ambos precios de referencia fueron tomados de Mercado Libre.

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