Cómo funciona la fuerza de seguridad californiana creada en 1997 para enfrentar delitos informáticos y cuestionada por el exceso que tuvo en la forma de actuar ante una denuncia de Apple por un prototipo extraviado del iPhone
El reciente estreno de la película Steve Jobs no sólo ha puesto de nuevo bajo el foco algunos de los episodios más controvertidos de la vida personal y profesional del fallecido fundador de Apple.
También ha llamado la atención sobre la forma en la que opera una unidad especial de la policía que actúa en Silicon Valley.
Entre los hechos polémicos en la vida de Jobs figura el enfrentamiento que empresario tuvo con Gizmodo en 2010, después de que la página de tecnología publicara unas fotos de un prototipo del teléfono iPhone que no había salido al mercado y que un empleado de Apple se había dejado olvidado en un bar de San Francisco.
La justicia acabó tomando cartas en el asunto, ordenando el registro de la casa de Jason Chen, uno de los redactores de Gizmodo, al que le confiscaron varias computadoras y servidores.
Finalmente Gizmodo le devolvió el teléfono a Apple y los responsables de la publicación no enfrentaron cargos.
Sin embargo, la manera en la que se registró la casa de Chen -de noche y derribando la puerta de su casa- generó inquietud entre algunos de los periodistas que en aquella época cubrían la actualidad de la industria tecnológica de Silicon Valley.
E hizo que se cuestionara la forma de actuar de la unidad policial que llevó a cabo la operación, conocida como Regional Enforcement Allied Computer Team (Equipo Informático Conjunto de Seguridad Regional - REACT, por sus siglas en inglés).
Lazos con la industria
El REACT fue creado oficialmente en 1997 con el objetivo de hacer frente a los ciberdelitos de los que son víctimas las compañías tecnológicas del norte de California.
Sus integrantes pertenecen a cuerpos de seguridad locales, estatales y federales, incluyendo agentes del FBI, y cuentan con el asesoramiento de las empresas y expertos de Silicon Valley.
Cuando estalló el caso Gizmodo, algunos medios de comunicación sugirieron que Apple había tenido algo que ver en el registro de la casa de Jason Chen, algo que negaron desde la compañía de la manzana y desde REACT.
En su momento el periodista Joe Wicox, de la publicación Betanews, dijo que con esa operación parecía que "alguien estaba mandando un mensaje a la prensa sobre lo que pasa cuando se obtienen información y productos que pertenecen a una gran corporación".
En declaraciones a BBC Mundo, un portavoz de REACT negó tajantemente que alguna vez hayan actuado siguiendo las directrices de ninguna compañía tecnológica.
Pese a ello, en el pasado organizaciones como la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) han cuestionado los lazos que unen a esta unidad policial con las principales empresas de Silicon Valley -como Apple, Microsoft o Ebay- dando a entender que estas reciben una mayor atención que otros negocios o individuos.
Hay quienes creen que ello puede deberse a que esas compañías contaban con representantes en el comité de dirección de REACT, entre cuyas funciones estaba el compartir información y analizar las tendencias de la ciberdelincuencia.
Además, según la prensa estadounidense, en los últimos años algunos cuerpos policiales locales han recibido donaciones en forma de dinero y material informático por parte de compañías de Silicon Valley.
Independencia
"Nunca nos han dado ninguna directriz sobre cómo hemos de hacer nuestro trabajo o sobre qué delitos hemos de investigar", asegura Tom Flattery, fiscal adjunto del condado de Santa Clara y miembro de REACT.
"Investigamos los delitos de los que son víctimas las empresas tecnológicas porque esa es nuestra misión", le dice Flattery a BBC Mundo.
"Son víctimas de delitos y sus casos son investigados como cualquier otro (...) La insinuación de que en alguna ocasión la industria tecnológica tuvo algún tipo de papel dirigiendo nuestro trabajo no es cierta".
Flattering explica que el comité de dirección de REACT, en el que tenían representación las empresas de Silicon Velley, ya no existe.
"Ahora nos comunicamos con ellas a través de organizaciones profesionales, como la Asociación de Investigación de Delitos de Alta Tecnología, de la que son miembros varios de nuestros agentes, así como representantes de la industria tecnológica".
Flattery asegura que una de las principales labores de REACT es la de "entrenar a los miembros de los cuerpos policiales locales para que sean capaces de llevar a cabo investigaciones de ciberdelitos".
Según el fiscal adjunto de Santa Clara, en los últimos años el número de denuncias de grandes compañías ha descendido, "quizás porque han mejorado sus mecanismos internos de seguridad".
Asesoramiento
David G. Townsend, experto en ciberseguridad y agente de REACT entre 2000 y 2002, asegura que el perfil bajo que mantiene esta unidad se debe a que su labor "es sensible y confidencial".
"No pueden dar detalles de los casos en los que trabajan o de las compañías involucradas, porque sus investigaciones se podrían ver impactadas negativamente", apunta Townsend en conversación con BBC Mundo.
"Para muchas de estas empresas sería dañino que se supiera que han sufrido un incidente".
"Esa es la razón por la que muchas veces solicitan los servicios de compañías de investigación privadas, para que los casos no se hagan públicos", dice el experto.
Townsend cree que "es importante que las empresas de Silicon Valley estén en contacto con REACT para actualizarles sobre el tipo de ciberdelitos que detectan internamente".
"Sin ese asesoramiento REACT no tendría toda la información que necesita para hacer su trabajo".
Cuando en 2010 se produjo en enfrentamiento entre Steve Jobs y Gizmodo, Joseph D. McNamara, quien fue jefe de la policía de la localidad californiana de San José durante más de una década, aseguró que los lazos que unen a la industria de Silicon Valley y los cuerpos de seguridad "son sutiles".
"Para aprender a atrapar a los ciberdelincuentes, la policía no tiene más remedio que pedir ayuda a las compañías que crean y venden la tecnología con la que en muchas ocasiones se cometen los delitos", explicó McNamara en declaraciones al diario Seattle Times.
"Es esa conexión la que puede crear dependencia".