El desempeño de las respuestas a las consultas por voz del smartphone de Apple no convenció a sus creadores, que decidieron lanzar su propio sistema para dispositivos móviles
Voy a ser franco: tengo una opinión muy pobre de Siri, el asistente virtual de Apple. Puede ser porque no puede hablarme con mi acento -una mezcla de inglés de Cambridge con Londres- mientras que el asistente de Google lo hace bien.
Quizás porque cuando le pregunté "¿Cuál es el marcador del Cambridge United?", en alusión al equipo de fútbol de segunda división de ese nombre, los resultados me dirigieron a la página de la Universidad de Cambridge en Wikipedia.
O puede que, desde que Apple la incorporara a sus dispositivos móviles hace cinco años, realmente no se ha vuelto una parte fundamental de nuestra cotidianidad. Algunos me lo discutirán. Pero te pregunto: si Siri desapareciera de repente, ¿la extrañarías de verdad?
Resulta que quienes la crearon originalmente tampoco están muy felices con su evolución. Cuando Apple tomó el control de la compañía, el descontento se apoderó pronto de los creadores de Siri, Dag Kittlaus y Adam Chever.
En una historia publicada hace poco en el Washington Post, dijeron que su visión no se "alineaba" con la de Steve Jobs. Y sólo había un ganador posible en esa situación. Así que se fueron, dejando atrás a Siri, pero llevándose la esperanza de trabajar sobre algo que ya conocían para crear algo nuevo. Algo mejor. Ese producto, que fue dado a conocer esta semana en Nueva York, es Viv.
La primera demostración pública de Viv (en inglés)
Cerebro global
La compañía lo llama "El cerebro global". Y su fórmula secreta es una mezcla que incluye una alianza con servicios populares y una forma única de entender las preguntas humanas. La aplicación comenzará a operar hacia finales de año.
En el escenario del evento de tecnología TechCrunch Disrupt, Kittalus mostró que podía pedirle a Viv que "le mandara a Adam 20 cocos (pelas, palos, lechugas o cualquier otra palabra coloquial que usen en tu país para referirse al dinero; en este caso, dólares estadounidenses) por los tragos de anoche" y que ésta se integraba con la aplicación para pagos Venmo y enviaba el dinero rápidamente.
También la puso a prueba con frases complejas, como preguntarle si estaba lloviendo en Seattle el jueves hace tres semanas.
Viv está integrada con cosas como ventas de flores y con Uber, así como otros servicios que ya hemos vistos vinculados a aplicaciones similares, más recientemente el Messenger de Facebook.
Autocodificación
Pero he visto demostraciones controladas de asistentes personales sobre un escenario hasta el cansancio.
Microsoft, Apple, Google, Facebook... Todos están persiguiendo los mismos objetivos. Por ahora la culminación de toda esta investigación en materia de asistentes parece ser la habilidad de chequear el pronóstico del tiempo y pedir comida.
Si, como declaró el jefe de Microsoft Satya Nadela, los bots han de tomar el lugar que ocupan las apps, entonces tendrán que ser mejores que éstas.
De momento, más allá de las estupendas demostraciones, no hemos visto que estas promesas rindan frutos en el mundo real. Aquí es donde Viv podría destacarse. Siri -y otros asistentes- dependen demasiado de acciones precodificadas, argumenta el equipo detrás de Vivi. Si le haces una pregunta completamente aleatoria y compleja, le resultará difícil decodificarla.
Kittlaus demostró cómo Viv genera sus propios procesos de análisis casi instantáneamente a partir de palabras clave y puntos de información. Dijo que esto significa que Viv puede crecer rápidamente, adaptándose a lo que los usuarios le lanzan, en vez de apoyarse en lo que le ha sido programado de antemano.
Según Kittlaus, Viv es un "software que se va escribiendo solo".
No sabe nada
La gran pregunta es si esta metodología será suficiente para compensar por una carencia potencialmente fatal de Viv: no sabe prácticamente nada de sus usuarios.
Tanto Google como Facebook -y, en menor medida, Microsoft y Apple- pueden alimentarse de montañas de información sobre sus usuarios, lo que los ayuda a hacer más inteligentes sus mecanismos de Inteligencia Artificial. Al menos en teoría.
¿Y Viv? Ella está en la línea de partida de una carrera que comenzó hace años.
Todo eso podría cambiar si la compra alguna de esas grandes compañías. Pero sus creadores dicen que ya rechazaron ofertas de Google y Facebook. Da la impresión de que, después de lo que pasó con Apple, Kittlaus y Cheyer están decididos a andar solos. Eso será extremadamente difícil.
Si te estás preguntando por qué todas estas empresas han intensificado sus esfuerzos en esta área, pensá en cómo utilizás tu teléfono. Cuando comenzamos a entender las aplicaciones no nos importaba tener montones para cada tarea. Pero hay signos que sugieren que estamos comenzando a cansarnos de tener una aplicación para noticias, otra para compras, otra para redes sociales y así sucesivamente.
Eso significa que la realidad para esas compañías es que, a menos que te encuentres entre las cinco aplicaciones más populares -o de que seas accesible a través de ellas-, podría no haber razón que justificara tu existencia.
El equipo detrás de Viv espera que su logotipo dominado por la letra "V" se vuelva tan reconocible como los símbolos de Wi-Fi o Bluetooth. Pero para que eso pase, tiene que ganar una batalla, que tiene casada con con las empresas de tecnología más grandes del mundo.
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