La herramienta puntualiza las condiciones que debería cumplir nuestro país en el siglo para convertirse en un referente internacional
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La Inteligencia Artificial es una de las herramientas capaces de realizar una proyección de la situación económica y social de nuestro país y definir qué factores se precisan alcanzar para convertirse en una potencia mundial en menos de 100 años.
El aprendizaje automatizado en el que se basa la Inteligencia Artificial permite conocer infinidad de información y proyectar cómo se vería una persona, cómo podría desarrollarse determinado ciclo, o en este caso, qué condiciones debería cumplir un país para ser un referente u ocupar el lugar de potencia internacional.
La Inteligencia Artificial es el mecanismo de entrenamiento por el que un software se alimenta de una importante cantidad de datos e instrucciones y, tras un análisis comparativo de esa información conjunta, puede llegar a una conclusión, con mayor o menor exactitud, sobre algún requerimiento particular.
Dado el contexto político, económico y social del país en 2024, la Inteligencia Artificial puede determinar una serie de condiciones que necesita cumplir la Argentina para ser una potencia mundial en 2100. Esto se puede realizar a través de proyecciones a las que se llegan por los datos ya cargados previamente que, además, definirían las modificaciones a implementar para lograr un mejor posicionamiento mundial.
Convertirse en una potencia económica mundial para 2100 sería un objetivo ambicioso para Argentina y requeriría una serie de cambios y transformaciones significativas en múltiples áreas.
Algunos de los aspectos que, según la Inteligencia Artificial, la Argentina podría necesitar abordar para alcanzar este objetivo incluyen:
- Estabilidad política y social: la Argentina necesitaría mantener la estabilidad política y social a largo plazo para fomentar la confianza de los inversores y crear un entorno favorable para el crecimiento económico sostenible.
- Instituciones sólidas y Estado de derecho: fortalecer las instituciones democráticas, garantizar el Estado de derecho y combatir la corrupción son fundamentales para crear un ambiente empresarial estable y predecible.
- Políticas económicas sólidas: implementar políticas económicas coherentes y sostenibles que fomenten la inversión, la innovación y el desarrollo económico a largo plazo.
- Diversificación económica: el país necesitaría diversificar su economía más allá de sectores tradicionales como la agricultura y la minería, impulsando el desarrollo de industrias de alto valor agregado y tecnológicas.
- Educación y capacitación: invertir en educación y capacitación para desarrollar una fuerza laboral altamente calificada y adaptable a las demandas del mercado global.
- Infraestructura moderna: mejorar la infraestructura física y digital del país para facilitar el comercio, la conectividad y la eficiencia económica.
- Inclusión social y reducción de la desigualdad: abordar la desigualdad social y económica para garantizar que todos los sectores de la sociedad tengan acceso a oportunidades económicas y sociales.
- Innovación y tecnología: fomentar la innovación y la adopción de tecnologías avanzadas para aumentar la productividad y la competitividad internacional.
- Integración económica global: participar activamente en el comercio internacional y establecer relaciones comerciales sólidas con otros países y bloques económicos.
Si bien varios de los factores enumerados responden a iniciativas ya conocidas y muchas veces mencionadas en la esfera política, como un objetivo de gestión de los distintos gobiernos que comandaron los destinos del país; la IA las puntualiza como cuestiones de relevancia a cumplir, si es que la Argentina pretende ocupar un puesto reconocido en el escenario internacional.
LA NACION