¿Puede Argentina ser un hub mundial de centros de datos para inteligencia artificial, como quiere Javier Milei?
Los expertos analizan las condiciones que deben darse para que el país se transforme en un jugador de peso en el mundo de la inteligencia artificial
- 9 minutos de lectura'
El presidente Javier Milei ha dicho varias veces que quiere que la Argentina se posicione como el cuarto polo mundial de Inteligencia Artificial (IA); es el principal motivo por que durante una semana a fines de mayo se encontró con los líderes de las compañías más poderosas de Silicon Valley, incluyendo a Sam Altman, el director de OpenAI, la compañía detrás de ChatGPT.
Esa apuesta involucra dos componentes: por un lado, el humano (tener expertos en el rubro capaces de poner en práctica sus conocimientos sobre inteligencia artificial, que tienen su especificidad y requieren de estudio) y por otro el logístico (usar centros de cómputo locales para abastecer la demanda interna y servir de trampolín para el mundo, como alternativa a la contratación de datacenters en el exterior).
Estos hubs o centros de datos son edificios o complejos que albergan los servidores de alto rendimiento que concentran los datos y servicios que ofrecen esas compañías para ellos y para terceros. Entre otras particularidades, consumen muchísima energía y agua, tanto para funcionar como para mantener refrigerados los equipos.
El objetivo planteado es relevante si se recuerda que, según el AI Index, elaborado por la Universidad de Stanford, las inversiones en inteligencia artificial generativa (GenAI) alcanzaron los 25.200 millones de dólares en 2023, casi nueve veces la cantidad invertida en 2022, y la tendencia es que la cifra siga creciendo exponencialmente.
Pero para que Argentina sea un polo de IA hace falta que se den una serie de condiciones tales como incentivos fiscales, libre circulación del dólar, ciertas condiciones meteorológicas y talentos calificados, entre otros. Por lo pronto, el primer ítem parece estar resuelto con el Régimen de Incentivos para las Grandes Inversiones (RIGI) incluido en la ley Bases, que está destinado a varios sectores, entre ellos el tecnológico. Respecto al dólar, el gobierno tiene previsto eliminar el cepo más temprano que tarde, aunque aún no tenga una fecha fija sobre esta cuestión.
Planteado el escenario, ¿podría el país ser un centro mundial de data centers para IA?
Cuando la crisis significa oportunidad
Con el incremento de la digitalización y la necesidad de alcanzar los estándares de eficiencia energética y sostenibilidad, el diseño de los centros de datos enfrenta varios retos. Al adoptar IA, las organizaciones deben modificar su infraestructura y operaciones en consecuencia.
“Actualmente, la IA requiere 4,3 GW de potencia de los centros de datos, y se espera que aumente hasta 18 GW para 2028. Para ese año, se estima que las cargas de trabajo de IA representarán entre el 15% y el 20% del consumo total de energía de los centros de datos. Esto significa que estas construcciones deben adaptarse para satisfacer las necesidades energéticas de las aplicaciones impulsadas por IA de manera efectiva y sostenible”, explica Alison Matte, Sustainability Lead EcoStruxure IT en Schneider Electric, una empresa especializada en la gestión de energía y la automatización digital. Matte añade: “La cuestión de la sustentabilidad es muy importante porque los centros de datos son grandes consumidores de energía y generan una cantidad significativa de emisiones de gases de efecto invernadero”.
En otras palabras, la IA requiere centros de datos diferentes a los tradicionales. Se espera que las cargas de trabajo de estos algoritmos crezcan dos o tres veces más rápido que las de los centros de datos tradicionales, representando entre el 15% y el 20% de la capacidad total para 2028.
Matte explica que ya existen soluciones con IA en el mercado que ayudan a optimizar la gestión de los nuevos centros de datos, mejorando la eficiencia operativa. “Esta tecnología puede ser utilizada para mejorar la gestión de energía, optimizar el rendimiento y reducir el tiempo de inactividad mediante análisis predictivos. Estas capacidades avanzadas permiten predecir y prevenir fallos, garantizar un funcionamiento continuo y optimizar el uso de los recursos energéticos”, detalla la ejecutiva.
Según datos de Schneider Electric, los centros de datos tendrán un aumento del consumo eléctrico del 50% para 2025. La dualidad del impacto de la IA es evidente: tiene el potencial de optimizar el uso de energía, pero también plantea preocupaciones sobre un mayor consumo energético.
Muchas compañías están impulsando el uso de tecnologías avanzadas de gestión de energía y de energías renovables, como la solar y la eólica. Aquí es donde la Patagonia entra en escena.
La Patagonia, lugar privilegiado
La inteligencia artificial y el hardware están muy relacionados: a medida que los modelos de IA se vuelven más sofisticados y demandan mayor capacidad de cálculo, la necesidad de procesadores más rápidos y eficientes se intensifica, así como también crece el consumo energético y la necesidad de refrigeración por el calor que generan estos componentes. “En este contexto, la refrigeración líquida es la que garantiza rendimiento, sostenibilidad y confiabilidad óptimos”, se explaya Matte, y ejemplifica: “Esto ya se está viendo en los nuevos data center. De hecho, las empresas están eligiendo especialmente dónde van a instalarlos, y en este sentido priorizan los lugares que tengan, por un lado, una fuente de energía propia y, por el otro, bajas temperaturas, aquí es donde la Patagonia tiene un rol privilegiado”.
Los sistemas de refrigeración, además de la infraestructura de TI, también ocupan el segundo lugar entre los mayores consumidores de energía en los centros de datos. De hecho, pueden representar entre el 20 y el 40% del consumo total de energía de la instalación. Respecto a este tema, fuentes de Telecom informan que “el costo de la energía es la variable más importante, por eso Argentina tiene una oportunidad en referencia a recursos energéticos para ofrecer estos servicios”.
Sebastián Novoa, que se desempeña como Manager de Telecomunicaciones en la consultora IDC, analiza: “Hay dos temas a considerar: por un lado, Argentina cuenta con energías renovables, con lo cual tenemos una ventaja respecto a otros países. Pero si consideramos a Vaca Muerta, allí hay gas, con lo cual la energía para procesar está en el lugar sin tener que ir a un centro urbano. Por otro lado, también está Tierra del Fuego, aunque le faltan rutas, queda muy lejos, requiere que se potencie el tendido eléctrico, y los vientos quizás son demasiado fuertes, por eso las provincias de Neuquén y Mendoza serían las más atractivas para instalar centros de datos para IA”.
Novoa concluye: “En la zona de Vaca Muerta tenemos todas las condiciones para posicionarnos como un hub mundial: hay parques de energía renovable, las temperaturas son bajas, lo que ayuda a la refrigeración, no hay terremotos, y se pueden utilizar centros de datos prefabricados. Además, el gas puede utilizarse ya mismo mediante el venteo, sin necesidad de que existan gasoductos, y por último, la interconectividad podría hacerse a través de Chile o mediante el cable submarino en Las Toninas, Buenos Aires”.
En Telecom coinciden: “Gracias a los nuevos cables submarinos de última generación, Argentina tiene buenos estándares de conexión con el resto del mundo. También cuenta con disponibilidad de energía, buena conectividad que permite transmitir grandes capacidades de datos con baja latencia y redundancia, y recursos profesionales calificados, con lo cual, están dadas las condiciones esenciales para que se posicione como hub”. Dicho esto, comentan que los próximos pasos deberían contemplar la expansión de las redes de fibra óptica para mejorar conectividad local e internacional y reducir las latencias. Todo esto en un contexto en el que Vaca Muerta es una de las zonas más beneficiadas por el RIGI, por el cual se espera un aumento de las inversiones nacionales e internacionales en esta formación geológica.
El factor humano
En un panorama mundial en el cual los talentos vinculados tanto con la IA como con los data center en general son escasos, bien vale analizar cómo se posiciona la Argentina al respecto. Mientras que Novoa y Matte consideran que la falta de profesionales no es un problema porque los centros de datos requieren pocos perfiles, e incluso muchas tareas pueden hacerse de forma remota ya sea desde otro punto del país o desde cualquier lugar del planeta, Diego Alejandro Berardo, que es vicepresidente de la Cámara de la Industria Argentina del Software de Argentina (CESSI), analiza más a fondo está cuestión: “Creemos firmemente que nuestro país tiene un gran potencial en el área de la IA debido a nuestro talento humano altamente capacitado y a la calidad de nuestras empresas”.
De todos modos, Berardo indica que actualmente existe una alta demanda de profesionales en la industria del software y sigue haciendo falta más talento en el sector. “La tecnología avanza rápidamente y la digitalización de diversas industrias aumenta la necesidad de profesionales del sector tales como desarrolladores, ingenieros de software, investigadores e implementadores entre otros. El 50% de la demanda son puestos técnicos, de programación, como Java, .Net, Python, PHP y otros. A su vez, ha habido un aumento en la demanda de profesionales con habilidades blandas, además de los programadores”.
De acuerdo con el segundo reporte del Observatorio Permanente de la Industria del Software y Servicios Informáticos (OPSSI), que es una iniciativa de la CESSI, respecto al estado actual y tendencias de la industria del software en el país, a abril de 2024 la mediana salarial de una persona empleada en el sector (tecnológicos y no tecnológicos) era de $1.560.000 brutos, representando casi el doble a comparación del promedio salarial de todos los trabajadores en relación de dependencia, en el mismo periodo, según el RIPTE (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables), con $ 819.500 brutos.
Además, el Observatorio proyecta una actualización salarial durante el primer semestre de 2024, en la cual la mediana de los sueldos brutos llegará a $1.890.000, aumentando aproximadamente un 51% a comparación del último semestre del año pasado.
La carrera mundial por liderar en la infraestructura de centros de datos para IA ya está en marcha, y Argentina no está sola en la región: “Sudamérica jugará un papel importante, ya que hay competidores naturales como Brasil, debido al tamaño de su mercado y a la conectividad internacional; y Chile”, coinciden Matte y Novoa. De hecho, Brasil anunció por estos días que invertirá más de 4000 millones de dólares en los próximos cuatro años para desarrollar el sector. Y aclaran que, más allá de eso, Argentina tiene fortalezas que, bien desarrolladas, generan oportunidades para ser un centro mundial de centros de datos de IA.