Probamos el Samsung Galaxy S10+ que estará disponible en preventa en la Argentina en abril
El próximo viernes salen a la venta en Estados Unidos y Europa los tres nuevos Galaxy S10 . Los estuvimos probando fugazmente durante su presentación en febrero, y también tuvimos la oportunidad de probar por un poco más de tiempo el Galaxy S10+, que junto con el Galaxy S10 y el S10e estarán disponibles para su preventa en la Argentina en abril, con distribución en mayo, y un precio base de 37 mil pesos (Samsung no aclara para qué modelo). El Galaxy S10+ que probamos tendrá un precio, en EE.UU., de mil dólares; el S10 estará a 900 dólares, y el precio del S10e será de 750 dólares.
Resumen para ansiosos
El S10+ representa un refinamiento de la propuesta que tiene el S9+, y es mejor en todo sentido, sobre todo por la inclusión de una tercera cámara trasera, la mejora notoria en la frontal y la batería más grande. El sensor de huellas digitales invisible falla muy de vez en cuando, pero no lo suficiente como para que sea un problema. Quienes vengan de un S9 o similar no notarán tantas mejoras como quienes estén usando un equipo de 2017, algo que ha sucedido en otras ocasiones. Como sea, es de lo mejor que hay hoy disponible en el mercado, aunque tiene grandes contrincantes de Huawei, Apple, Xiaomi, OnePlus, Google y otros. A tener en cuenta es el Galaxy S10e, que ofrece grandes prestaciones en un tamaño compacto.
Casi todos los grandes (y mejores) cambios en los tres integrantes de la familia S10 están en el exterior (y son comunes entre ellos) así que son fáciles de explicar. Vamos primero por el más polémico: el sensor de huellas digitales.
Ultrasonido
En el S10e está en el costado, integrado en el botón de desbloqueo. En el Galaxy S10 y S10+ es invisible: está detrás de la pantalla frontal, y usa ultrasonido para reconocer la estructura tridimensional de los surcos de la yema del dedo. Es el primero con esta tecnología en el mercado (los otros usan sensores ópticos escondidos detrás de la pantalla; debutaron en 2018), es más seguro y más rápido. Y funciona con los dedos mojados. Alcanza con apoyar el dedo sobre el vidrio frontal con la pantalla bloqueada y listo. Sin hacer fuerza, sin moverlo; es un instante, aparece una animación de ondas, la silueta del dedo y se desbloquea el teléfono.
Es mágico, salvo en las ocasiones (mínimas) en que falla. Es inusual, pero pasa, y esa posibilidad (en oposición al sensor capacitivo clásico, que anda siempre) rompe un poco la ilusión.
Así se ve en el teléfono (el gesto con el dedo puede hacerse más rápido):
Probando el sensor de huellas digitales del Galaxy S10+ pic.twitter.com/RKEnlbLrQR&— Ricardo Sametband (@rsametband) 4 de marzo de 2019
Samsung exageró con la sutileza: parte de los problemas que alguna gente tiene al intentar desbloquear el teléfono se resolverían, quizá, dibujando la posición del sensor para reducir la posibilidad de que apoyemos sólo medio dedo sobre el sensor. O usar un sensor que ocupe media pantalla, como hizo Vivo.
También tiene una leve curva de aprendizaje, para aprender la ubicación de un sensor trasero y embocarle a ciegas con el dedo: la práctica reduce la posibilidad de error. Es probable que una actualización de software mejore esto.
Un dato no menor: no todos los protectores de vidrio templado funcionan con este sensor, así que en algunos países Samsung incluye un vidrio templado certificado para funcionar con el sensor de huellas por ultrasonido.
La pantalla
El otro cambio notorio está en la pantalla, que ahora es más grande que en el S9, pero manteniendo el mismo tamaño del equipo. En el S10+ son 6,4 pulgadas contra los 6,2 pulgadas del S9+; en el S10 son 6,1 pulgadas contra las 5,8 pulgadas del S9; en el S10e son 5,8 pulgadas para un dispositivo del tamaño del Galaxy S7. El S10e es el único de los tres cuya pantalla no tiene bordes que se curven hacia atrás, un diseño que Samsung ya tiene muy bien resuelto y que aquí no falla.
Como en el S8 y S9, el frente del equipo y el dorso son de vidrio, unidos por un borde de metal con una curva que lo hace muy cómodo en la mano. Samsung venderá una versión hecha en cerámica (más resistente) pero no llegará acá.
La pantalla en sí es de lo mejor que hay en el mercado, algo que no sorprende, y llega a los 1200 nits de brillo, lo que asegura su visibilidad sin problemas a la luz del sol. Además es compatible con el estándar HDR10+, algo que se aprovechará al ver películas o videos que incorporen esta tecnología, que evita zonas quemadas o manchones oscuros al reproducir un video con un mayor rango dinámico de colores (pero sólo sirve con contenido grabado con esta norma; no hará magia en videos viejos).
Ocupa una porción mayor del frente del teléfono gracias a la reducción de los bordes y a que la cámara frontal está ubicada dentro de la pantalla, cerca del ángulo superior derecho: una sola en el S10 y S10e, una doble en el S10+. La pantalla está perforada, y la cámara se ubica detrás de ella. Huawei y otros fabricantes integrarán este diseño en múltiples equipos este año.
Al igual que sucede con el notch (la muesca en el borde superior de la pantalla para poner la cámara y otros sensores), nuestro cerebro elimina rápidamente la perforación una vez que se acostumbra a que esté allí. No molesta para nada, aunque sí puede romper la armonía de algunos fondos de pantalla. Los que vienen de Samsung oscurecen esa parte de la imagen para disimular su presencia; otros han preferido integrarla, ofreciendo fondos de pantalla con robots como Bender, Wall-e o R2-D2, y ajustando esos círculos negros a sus ojos.
#Johnny5 wallpaper for #GalaxyS10plus:D@MKBHDpic.twitter.com/iu3jUBjrvv&— Matt B (@Mattcabb) 27 de febrero de 2019
Selfies en foco
Hablando de la cámara frontal: son dos lentes, pero una sola toma fotos (de 10 megapixeles con apertura f/1.9 y autofoco por DPAF, usa todos los pixeles para hacer foco); la otra lente es un sensor de profundidad para permitir tomar autofotos con el fondo fuera de foco, jugar con la profundidad de campo, etcétera. La separación entre la persona retratada y el fondo es muy buena, y no tuvo demasiados problemas con el pelo y otras zonas que suelen ser problemáticas.El foco automático ayuda a que los retratos queden siempre bien; Samsung, además, aflojó con los filtros embellecedores.
Un detalle simpático es que cuando activamos el modo selfie Samsung reproduce un "reflejo" en la pantalla alrededor de donde está la cámara frontal, para que la encontremos fácil.
En el S10 y S10e ese segundo sensor no está, así que es un único círculo.
La decisión de ubicar las cámaras dentro de la pantalla eliminó otros sensores, como el de iris, así que ya no está esa alternativa biométrica al uso del sensor de huellas digitales.
Triple trasera
Superado el frente del equipo, vamos a la cámara trasera, que ahora incluye tres alternativas (y vale también para el S10): la misma dupla del S9+, con un sensor normal de 12 megapixeles y doble apertura (f/1.5 o f/2.4), sumado a otro sensor de 12 megapixeles, apertura f/2.4 y zoom de dos aumentos, ambos con estabilización óptica y DPAF (usa dos fotodiodos por cada pixel del sensor para hacer foco). En el S10 y S10+ se suma un tercer sensor gran angular (123 grados de ángulo de visión, 16 megapixeles, f/2.2). El S10e tiene la lente normal y el gran angular, y pierde el zoom.
De hecho, esa triple combinación (lente normal, zoom, gran angular) es la que están adoptando casi todos los fabricantes de smartphones para la gama alta este año.
Lo importante aquí, comparado con el S9+, es la inclusión del gran angular, que ofrece mucha más libertad a la hora de tomar una foto, y tiene excelente calidad; Samsung incluye una opción para corregir vía software las deformaciones que genera esa lente en los bordes de la foto, y vale la pena activarla.
Sacando eso, no parece que el S10 ofrezca una cámara notoriamente que la del S9, que igual ya era de calidad superlativa (junto con el iPhone XS Max, Pixel 3, Huawei Mate 20, etcétera). Agregó un modo que intenta reconocer qué estamos fotografiando para ajustar detalles de exposición y temperatura de color (se puede desactivar), y también un modo noche -que no se puede disparar en forma manual- para momentos con muy poca luz, aunque no es tan cómodo como el del Pixel 3 (el rey en este tipo de situaciones). También incorpora un modo para tomar fotos y publicarlas directo en Instagram.
En general, no obstante, los mejores resultados se obtienen con la cámara en modo automático. Y es muy buen agregado el asistente de composición: muestra un nivel para asegurar que la cámara esté bien orientada y analiza la imagen para recomendar encuadres en función de los colores presentes en la imagen, líneas y puntos de fuga, etcétera.
En lo que refiere a video, puede grabar en 4K con la cámara frontal, mantiene la cámara super lenta y para la cámara trasera tiene estabilización electrónica de imágenes automático (recorta los bordes para eliminar sacudidas) y agrega un modo super estable que usa la cámara gran angular y sólo permite video FullHD, pero elimina buena parte de los sacudones.
Más batería
El otro gran cambio, que no es visible, está en la batería. En el S10+ es de 4100 mAh (en el S9+ es de 3500 mAh). En el S10 es de 3400 mAh (contra los 3000 mAh del S9). En el S10e es de 3100 mAh.
Lo que importa: más capacidad le permite una autonomía bastante holgada, sobre todo en el S10+; compensa el mayor gasto que implica incluir una pantall más grande. Definitivamente es uno de esos teléfonos para salir de casa sin estar pendiente de la carga, y no sería raro llegar a 30/36 horas de uso (una doble jornada, digamos) con un mínimo de cuidado. Dependerá, por supuesto, de qué hagamos con el teléfono, etcétera.
Los tres modelos admiten carga rápida por USB-C, carga inalámbrica, y carga inalámbrica reversa: pueden cargar otro dispositivo. Pasarle energía otro teléfono es poco eficiente, y está pensado más bien para cargar sus auriculares inalámbricos, el reloj inteligente, algo así de batería pequeña. No obstante, hay otra opción: el S10 puede cargar otro dispositivo por contacto mientras carga su propia batería por USB, una buena opción cuando tenemos dos teléfonos y un solo cargador. Será cuestión de activar la función, apilarlos, y dejar que la energía haga el resto. Un detalle: en ese escenario, el S10 deja de cargar a otros dispositivos cuando su propia batería se llena.
Lo clásico
El Galaxy S10+ viene con 10 GB de RAM y 128 GB de almacenamiento interno, lo mismo que el Galaxy S10. Hay versiones con más capacidad; el S10+ puede venir con hasta 1 TB de almacenamiento interno. Se puede complementar con hasta 512 GB de almacenamiento vía una microSD.
La versión que se venderá en la Argentina viene con un chip Exynos 9820 diseñado por la propia Samsung, mientras que en Estados Unidos se usará un Qualcomm Snapdragon 855. La mala noticia es que el Snapdragon 855 es un poco más veloz, según las primeras pruebas de laboratorio. La buena es que esto no se nota en el día a día: el teléfono es muy veloz para todas las tareas. Pero quienes se desvivan por una leve diferencia de puntaje en un benchmark deberían mirar la versión que se vende en EE.UU., que además debería agregar un poco más de autonomía, gracias a que el Snapdragon 855 usa una tecnología de fabricación más moderna (7 nanómetros, contra los 8 nm del Exynos 9820). Y viene con radio FM, ausente en la versión que se venderá en la Argentina.
Como modelos anteriores, los S10 están protegidos contra agua y polvo (certificación IP68), tienen parlantes estéreo de muy buena calidad, sensor de ritmo cardíaco (y presión arterial, Bluetooth 5.0, conector de audio analógico, y compatibilidad con Wi-Fi 6, el nuevo estándar de conectividad inalámbrica (por supuesto, requieren estar conectados a un router que también use ese protocolo).
Android Pie y OneUI
En cuanto al software, el Galaxy S10 viene con Android 9 y OneUI, la nueva capa de personalización que aplicó Samsung sobre este equipo y el Galaxy S9 (ya está disponible como actualización), y que en teoría estará disponible también para el Galaxy S8.
El mejor cambio es que ahora se puede configurar el botón que llama a Bixby (el asistente digital que finalmente habla español, solo de España por ahora) para que haga otra cosa, como activar la cámara o Whatsapp (pero no Google Assistant).
En general, OneUI es un muy buen agregado, y simplifica la interfaz, suma un modo noche que está muy bien resuelto, intenta dar información relevante para las diferentes funciones del teléfono y no se interpone entre nosotros y lo que queremos hacer con el dispositivo.
Las notificaciones con la pantalla bloqueada ahora suman colores para los iconos y algunos trucos convenientes (como ver la agenda del día o una lista de compras siempre visible en la pantalla de bloqueo).
También mantiene DeX, el entorno de escritorio para usar el teléfono con un teclado, un mouse y un monitor; ya no necesita una base especial (aunque es compatible con ellas) y aprovecha muy bien el músculo del procesador y la mayor cantidad de RAM disponible, sobre todo para navegar por la Web.
Veremos en mayo
Así, el S10 es el mejor Galaxy disponible, tanto por el refinamiento de sus virtudes como por el agregado de otras que las complementan, y uno de los mejores smartphones que se puede comprar hoy. A la vez, tiene cada vez más competencia a un nivel similar y con alternativas más económicas, principalmente de Huawei, Xiaomi o OnePlus, más allá de lo que anuncie Apple este año (de lo que se ha visto hasta ahora, no obstante, el S10 es el más equilibrado en rendimiento). Los interesados en este equipo, además, deberían prestarle atención al S10e, que debería tener muy buen rendimiento y excelente cámara en un formato muy compacto, algo que Samsung había perdido. Falta ver qué precio tendrá cada modelo, más allá de los 37 mil pesos de base que adelantó Samsung.