Probamos la Lenovo Yoga Tab 11, una tablet elegante y versátil
No es la más potente de Lenovo, pero resulta adecuada para tareas convencionales; lo que más se extraña es la falta de un conector para auriculares cableados
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La venta de tablets cayó por cuarto período consecutivo en el segundo trimestre del año, tras un repunte que ilusionó al sector durante la pandemia. El desplome reciente fue del 11% interanual, según datos de Canalys. A pesar de la merma y de la competencia planteada por los smartphones de gran pantalla, las tabletas mantienen su presencia en el mercado y la adhesión de muchos usuarios. La Yoga Tab 11, de Lenovo, es un digno representante de su categoría.
Se destaca especialmente por su diseño. Lo mejor está en la cara posterior, que tiene una sección antideslizante, y continúa en una superficie de tela en color gris, muy elegante, que además evita que los dedos dejen su huella. El protagonista del dispositivo también está en el respaldo. Se trata de un pie de apoyo capaz de moverse en 180 grados, lo que que aporta versatilidad. Permite colocar el equipo en diversas posiciones; por ejemplo, apoyarlo en una mesa sin necesidad de un soporte adicional o colgarlo como si fuese un cuadro. El componente se siente robusto y duradero; tiene goma en la sección central, que evita rayones y deslizamientos involuntarios. El único punto en contra del piecito es que suma grosor a la tablet.
Características técnicas
Si bien la tablet no es premium, incluye algunas características diferenciales además de su elegancia minimalista. Se aprecia la calidad de sonido, con cuatro parlantes y tecnología provista por JBL, de muy buen volumen sin saturación. Tiene un procesador Mediatek Helio G90T de 8 núcleos, 4GB de RAM y 128GB para almacenamiento interno, expandibles vía tarjeta microSD. No hay quejas respecto a su desempeño, que en las pruebas tuvo un rendimiento sin fisuras para las tareas habituales en una tablet. Los usuarios más exigentes podrían extrañar los chips de Qualcomm, que, por cierto, potencian otros dispositivos de este fabricante.
El único puerto que incluye es un USB-C, que se emplea tanto para la transferencia de datos como cargar la tablet. Para algunos usuarios, será un punto en contra la ausencia de un conector para auriculares clásicos: obliga a usar modelos inalámbricos. En el listado de especificaciones es preciso mencionar su pantalla de 11 pulgadas, de 2000x1200 píxeles y una tasa de actualización de 60Hz. Esa última característica le permite correr sin problemas películas, por caso, y la mayoría de los juegos disponibles para este formato. Cabe recordar en este punto que muchos teléfonos disponibles en el mercado ya ofrecen tasas de 120Hz.
Agrega funciones biométricas (reconocimiento facial), tiene cámaras de 8 megapíxeles en la cara posterior y delantera (las tablets en general nunca se han destacado por grandes prestaciones fotográficas), y usa Android 11. Otro punto a favor es su batería, que tiene una capacidad de 7.500mAh, por lo que ofrece una larga vida útil; Lenovo promete hasta 15 horas de reproducción de video.
En conclusión, la Yoga Tab 11 es apropiada para tareas estándar, desde navegar sitios web, usar juegos convencionales, hacer videollamadas o mirar películas. También es posible sumar un teclado Bluetooth y aprovechar su pata trasera para usarla, eventualmente, como un reemplazo de la computadora. El precio sugerido por el fabricante arranca en los 84.999 pesos.
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