Probamos la Super NES Classic Edition, la nueva consola retro de Nintendo
Después de la adaptación de la NES, la compañía japonesa volvió a editar su equipo de 16 bit con 21 juegos clásicos; ya está disponible en la Argentina a 4999 pesos
PARA LA NACIONAugusto Finocchiaro Preci
Luego del éxito de la versión coleccionable en miniatura de la NES original, Nintendo decidió seguir con el proyecto de revivir sus consolas clásicas reducidas en tamaño y con juegos incluídos. La primera versión de estas remake, la NES Classic Mini se podía conseguir con un joystick y 30 títulos originales. Si bien fisicamente son iguales a las originales pero en miniatura, la tecnología que traen es totalmente diferente y está pensada para las televisiones modernas, con solamente conector HDMI y un cable de energía USB simple (sin enchufe a la pared).
Con esta misma premisa es que llega la Super Nintendo Classic Edition, pero esta vez vendría con varias mejoras de problemas que habían saltado a la luz cuando la NES se había agotado en el mercado. En este caso, la Super NES Classic Edition vendrá no sólo con un control sino con dos incluídos en la caja, y con otra mejora: ahora los cables de los controles son más largos, un 30 por ciento mas que la NES Classic Mini, aunque si el sillón del living está relativamente lejos de la TV aún no alcanzará. Cuando salió a la venta la consola original SNES en 1990 en Japón (y 1991 en EE.UU.), las televisiones raramente sobrepasaban las 16 pulgadas y no era un problema muy importante jugar bien cerca del TV. Mientras que ahora, el standard de la industria tope de gama va de los 42 pulgadas para arriba, extrañamente, el control original de 1991 es bastante más largo que el de esta nueva generación.
Si bien el diseño es del tamaño de la palma de una mano, y emula de manera perfecta al primer modelo de Super NES, la consola tiene varios cambios obvios además de ser HDMI y sin fuente a la red eléctrica. No lleva cartuchos, ya que sus juegos están preinstalados en su memoria interna, y el frente donde se conectan los controles es simulado, ya que hay que levantarlo como una tapa para utilizar los conectores modernos.
Al conectarla a la TV, se detectará automáticamente y aparecerá el menú donde tenemos los juegos a seleccionar y sobre ellos el menú de configuración, todo con la estética pixelada, nada moderno para mantener la “magia” intacta.
Allí, se puede elegir en la parte de display que tipo de imagen queremos ver, Si con un filtro a lo “monitor antiguo” CRT, imagen regular en 4:3 y una “Pixel Perfect”. Además podremos elegir si queremos un recuadro en los costados, ya que se mantiene el formato “cuadrado” en los juegos y no “wide” como en las teles modernas.
Además, se podrá configurar en español de ser deseado y hasta leer los manuales.
En el menú principal cada título figura con su tapa (estas si con imagenes sin pixelar) y con un pequeño anuncio que dice que cantidad de jugadores pueden participar.
Una vez creadas las partidas se podrán guardar como “suspend points” para retomar el juego sin tener que volver a iniciarlos desde cero. Para regresar al menú principal deberemos apretar el botón reset.
Quizás lo que no está tan bueno de esta joya coleccionable es que trae menos juegos de los esperados y es algo que no se puede expandir ni comprar aparte. En este caso, la versión que se comercializará en el país vendrá con 21 videojuegos preinstalados, entre los que se destacan el Super Mario World, Super Metroid, Mega Man X, Contra III, Final Fantasy III, Street Fighter II, Super Mario Kart, Super Punch-out, The legend of Zelda: A link to the Past y tendrá como estreno al StarFox 2, juego que nunca había sido lanzado.
Muchos esperaban el International SuperStar Soccer Deluxe, uno de los más aclamados juegos de fútbol para esa generación de consolas, pero quedó fuera de la edición occidental.
Los controles incluidos en la caja se sienten iguales a los de los de la década del 90, y la jugabilidad también lleva a la constante nostalgia. La nueva Super Nintendo Classic Edition es sin dudas un viaje al pasado adaptada en tamaño y tecnología para poder disfrutarla en cualquier TV LED sin tener que emular ni adaptar absolutamente nada.
Está a la venta en la Argentina en todos los locales de electrodomésticos y tecnología a 4.999 pesos.
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