Probamos la G Cloud de Logitech: una consola portátil para jugar en casa y en la nube
La consola compite con la Steam Deck y permite usar juegos de Android, pero su fuerte está en el streaming: dejar que una PC, consola o servidor remoto procese el juego, y mostrarlo vía streaming en su pantalla táctil de 7 pulgadas
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Logitech lanzaba al mercado el pasado mes de mayo su nueva G Cloud, una apuesta de la compañía por las consolas portátiles, con un diseño a la altura y un desempeño competente, pero que falla en su propio concepto: es portátil, pero está pensada para conectarnos a los servicios en la nube y jugar, principalmente, sin salir de casa.
G Cloud permite acceder a un amplio catálogo de juegos y aplicaciones Android a través de Google Play y servicios como NVIDIA GeForce NOW o Xbox Cloud Gaming, con títulos optimizados para tener una experiencia de juegos similar a la de los sistemas de escritorio, pero con la comodidad de los controles de una consola de estas características.
G Cloud también posibilita la transmisión de juegos en streaming local desde la consola o el PC con la aplicación Xbox, Steam Link y otras aplicaciones de transmisión local de Google Play Store. De esta manera, la ventaja es que no se limita a un catálogo concreto, sino que podemos jugar desde a juegos propios de un smartphone hasta otros que exigen más rendimiento, como Fornite, Forza Horizon o Halo Infinite. Se ejecutan en una consola de escritorio o PC, pero los jugamos en el dispositivo portátil de Logitech.
Sin embargo, la consola solo funciona a la perfección mientras está conectada a la red Wi-Fi. Si sales de casa con ella tendrás que recurrir a los datos del móvil y sufrir las consecuencias, ya que no cuenta con la opción de introducir una SIM 4G o 5G para hacer que sea, realmente, una consola portátil y podamos jugar desde donde queramos.
Qué ofrece la consola
La nueva consola de Logitech G cuenta con una pantalla táctil Full HD 1080p de 7 pulgadas, que ofrece una frecuencia de actualización de 60 Hz y una experiencia de juego a pantalla completa con una relación 16:9. Tanto el brillo de la pantalla como sus dimensiones hacen que la experiencia de uso sea perfecta.
Asimismo, G Cloud cuenta con controles de juego de precisión que ofrecen un rendimiento y respuesta muy similar a los mandos de las consolas más top del mercado, gracias a la háptica, el giroscopio y los controles reasignables. En este sentido, también destaca su buena construcción, con un cómodo agarre y un peso de tan solo 463 gramos, lo que permite largas jornadas de juego sin que las manos se resientan.
Otro de sus puntos fuertes es su autonomía, ya que incluye una batería de 6000 mAh que garantiza hasta 12 horas de uso, según los datos que aporta la propia empresa. Lo hemos podido poner a prueba durante una semana y cumple con nota en este apartado.
Por último, cuenta con una interfaz muy lograda, con la opción de configurar el dispositivo como una tablet o en formato consola, con la capa de personalización propia de Logitech, que presenta de una manera sencilla y muy visual las diferentes plataformas a las que podemos acceder. Esta última es mi preferida, ya que se centra en lo realmente importante para este dispositivo: el juego.
En definitiva, estamos ante una consola que por 359 euros es una opción muy interesante para aquellos ‘gamers’ a los que les gusta ir saltando de un juego a otro, exprimiendo los diferentes catálogos, mientras danzan por los diferentes rincones de la casa. Sin embargo, nos parece que se queda algo corta para el usuario que exige una mayor potencia o para quienes quieren hacer uso de una verdadera consola portátil, llevándola con ellos a cualquier lugar.