Probamos el Motorola Moto G
Te contamos cómo se comporta el nuevo smartphone económico de la compañía
Hace unas semanas, Motorola presentó en sociedad al Moto G , un smartphone económico que sigue la estética del Moto X. El Moto G ya está disponible en el país, y lo estuve probando.
Movistar lo ofrece por 1500 pesos; Claro lo hará la semana próxima a 1599 pesos con un plan de 140 pesos; Personal debería sumarse también por esos días con un precio similar.
Resumen para los faltos de tiempo
Un smartphone con una relación precio/prestaciones que hoy es muy difícil de igualar; buena calidad de materiales y un tamaño adecuado; la pantalla, el procesador y la memoria son de un equipo de más alto rango; la cámara y el almacenamiento interno, lo más flojo.
Por qué es interesante el Moto G
Motorola decidió, como Nokia con sus Lumia 520 y 620, hacer un smartphone económico pero no barato . El Moto G, que es casi idéntico al Moto X, tiene el mismo diseño de contornos suaves en una estructura que se siente sólida, con materiales de buena calidad. Y parte de su hardware, como el procesador, la memoria o la pantalla, no hubieran desentonado en un equipo de alta gama del año pasado.
Qué trae el Moto G
Android 4.3, procesador Qualcomm Snapdragon 400 de cuatro núcleos a 1,2 GHz; 1 GB de RAM; pantalla IPS de 4,5 pulgadas con Gorilla Glass 3 y resolución de 1280 x 720 pixeles (326 ppp); cámara de 5 megapixeles con flash, graba video en 720p; 8 GB de almacenamiento interno no expandible, batería de 2070 mAh no removible; conectividad 3G y Wi-Fi; Bluetooth, GPS y radio FM. No tiene NFC ni salida HDMI. Usa microSIM.
Qué es lo mejor que tiene
El diseño, sencillo, es atractivo y el uso de una pantalla de 4,5 pulgadas le da un tamaño que va muy cómodo en la mano; con 129,9 x 65,9 x 11,6 mm es algo grueso, pero no molesta, sobre todo por la leve curvatura de la espalda. El frente, minimalista, con una sola lámina de vidrio endurecido, tiene bordes suaves; la textura de la tapa de la batería, aunque no tan amable al tacto como la del Moto X, es adecuada, como lo es la disposición de los botones de bloqueo y volumen, al costado del teléfono. La pantalla IPS tiene una excelente definición, buenos colores y una más que decente visibilidad a la luz del sol.
El procesador y la memoria aseguran que todo lo se usa en este smartphone corre sin inconvenientes. No hay titubeos ni lentitud en la carga de las aplicaciones; en la parte de gráficos también tiene buen rendimiento. Como hemos dicho en otras ocasiones, con un chip de doble núcleo la experiencia de usuario a simple vista hubiera sido similar, pero el mayor poder de procesamiento siempre es bienvenido, sobre todo pensando a largo plazo.
Usa Android 4.3 y se actualizará a KitKat a principios del año próximo, y como el Moto X (y los últimos Razr) casi no tiene cambios respecto de la versión base de Android; suma la muy simple interfaz para la cámara que debutó con el Moto X; la aplicación que intenta adivinar si estamos manejando o durmiendo para adaptar su funcionamiento (con reconocimiento de voz, silencio de las notificaciones, etcétera); y una aplicación para ayudar en la migración de los datos del usuario desde otro smartphone.
La batería de 2070 mAh no se puede cambiar manualmente, pero en general no tuve problemas para llegar al final del día con algo de carga (con el teléfono andando en 3G -cuando hay- desde las 7 am); es raro que un smartphone moderno de ese tamaño logre algo mejor (y están los trucos para economizar el consumo de energía, como bajarle el brillo a la pantalla, poner el teléfono en 2G, etcétera). Aquí, por supuesto, influye mucho el tipo de uso que se le de; un par de partidas intensas con algún juego realista y adiós batería.
Qué es lo más flojo que tiene
La cámara y el almacenamiento, lógicamente, pero no se le puede pedir demasiado a un equipo de este precio.
La cámara no está mal para ese segmento. Cumple con lo esperado, sobre todo con buena luz, tanto para fotos como para videos. Hay mucho mejores, pero tienen un precio más alto.
El tema del almacenamiento es más polémico: la versión que se venderán las operadoras viene con 8 GB internos (algo más de 5 GB disponibles para el usuario) y no tiene ranura para tarjetas de memoria; otros fabricantes se las ingeniaron para incluir algo así en equipos de ese precio, e incluso en modelos en que, como el Moto G, la batería es fija y la tapa sólo sirve para una cuestión cosmética.
En la Argentina se venderá una versión con 16 GB, pero -por ahora al menos- sólo para las tiendas que venden teléfonos liberados; esa versión tendrá un precio -sin abono- de 2500 pesos, y agregará tres tapas de colores a la tapa negra de la batería que viene con ambos modelos.
La intención de la compañía es vender, además, tapas individuales por $ 129, también modelos tipo libro que cubren la pantalla (muy populares entre los usuario del Galaxy Note) y una versión con un borde de goma para darle más protección.
Probé la tapa roja, que queda muy bien, aunque se ensuciaba bastante; falta usarlo un poco más para ver qué impacto tiene en la durabilidad de la tapa; no es un hecho que le sea ajeno a sus competidores.
Respecto del Moto X, el equipo pierde las muy útiles notificaciones en pantalla (en parte porque no usa un display AMOLED) pero compensa en parte con una luz de notificación clásica al lado de la cámara delantera.
Tampoco tiene la posibilidad de reconocer comandos de voz sin tocar el equipo; como en el resto de los Android, el asistente deberá activarse tocando la pantalla. No es para nada grave.
Conclusión
Como dije al principio, en una primera aproximación es un equipo que ofrece buen rendimiento, buena calidad de los materiales, y que además corre una versión moderna de Android. Le hubiera venido bien una ranura para una tarjeta microSD, pero claramente Motorola tenía que recortar costos por algún lado. Aun así, en el segmento de precio al que apunta es una opción que hoy es muy difícil de igualar, y que se adelanta lo que veremos de otros fabricantes en la primera mitad del año próximo. ¿Hay teléfonos mejores en el mercado? Sin duda, pero es difícil encontrar uno en ese precio.