Probamos el Logi Dock, el accesorio que le agrega conectores, parlantes y micrófono a cualquier computadora
El Logi Dock es un concentrador, que permite conectar múltiples accesorios y pantallas a una notebook ocupando un sólo puerto USB-C; también agrega parlantes, micrófonos y controles para videollamadas; está orientado al mercado corporativo
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Por estos días estuve probando el Logi Dock, un dispositivo muy interesante que Logitech presentó a nivel mundial hace un tiempo y que finalmente está disponible en nuestro país.
El Logi Dock es dos cosas al mismo tiempo. Por un lado, un dock USB-C, es decir, una suerte de concentrador, o extensor de conectividad para -típicamente- una notebook: enchufando la computadora portátil al dock con un cable USB-C (y ocupando ese único puerto en la computadora) podremos, al mismo tiempo, cargar su batería y acceder a nuevos conectores: tres puertos USB-C, dos puertos USB-A 3.1 (los rectangulares tradicionales) y dos salidas de video (HDMI 2.0 y DisplayPort 1.4). También tiene su propia antena Bluetooth 5.1. La energía la provee una fuente de 100 watts, por lo que tranquilamente podemos cargar la batería a máxima velocidad (usualmente, a 65 watts) y tener resto suficiente para darle energía a toda clase de dispositivos adicionales, sea un smartphone, un disco externo, etcétera, al tiempo que podemos tener conectados dos monitores 4K.
¿Cuál es la idea? Que un trabajador móvil (es un dispositivo claramente orientado al mercado corporativo, aunque nada impide su uso hogareño) llegue a su estación de trabajo, en la oficina o haciendo teletrabajo, y enchufe su notebook a este dispositivo y lo transforme, automáticamente, en un espacio más sofisticado, con un teclado y mouse independiente, uno o dos monitores, más conectores, etcétera. Es un accesorio fijo, y apuesta a que todos los cables lleguen a ese único lugar, en vez de serpentear por la mesa.
Hasta acá, algo atractivo, pero no particularmente novedoso (más allá del Bluetooth adicional, que permite vincular dispositivos inalámbricos, como auriculares, ratones o teclados, pero compartidos entre todos los que se sienten en ese escritorio particular). Quiero decir: hubs USB-C hay muchísimos, desde alternativas de marca como el Kingston Nucleum (muy compacto) o el Microsoft Surface Dock a versiones similares de marca blanca que se consiguen en MercadoLibre (con precios de 20.000 pesos en adelante), AliExpress o Amazon, entre otros lugares, y que cumplen con su intención de ampliar la cantidad de conectores de todo tipo disponibles para una notebook.
El diferencial del Logi Dock es que también agrega parlantes estéreo con un driver de 55mm y seis micrófonos, algo que los concentradores USB-C no tienen, además de botones para iniciar y terminar una videollamada, y controlar el volumen. El Logi Dock está certificado para Microsoft Teams, Google Meet, Google Voice y Zoom, aunque debería funcionar en otras plataformas de videollamadas.
Lo que esto permite es poder hacer una videoconferencia, o escuchar música, sin tener que abrir la notebook, única alternativa para que los micrófonos de la portátil tomen nuestra voz en forma adecuada y el audio se escuche bien. Acá nada de eso importa: podemos tener la notebook cerrada, y se cargará al tiempo que nos habilita todas esas funciones (no tiene una webcam; aquí sí habrá que usar la de la notebook, una externa o el celular).
Y todo funciona automáticamente, sin tener que instalar nada, al menos en Windows. También lo probé como dock para un teléfono con Android (para usar DeX o Ready For, las plataformas de Samsung y Motorola que transforman al celular en una pseudo computadora de escritorio); no reconoció el micrófono, pero el resto anduvo sin inconvenientes (es decir, mostrar la pantalla del teléfono en un monitor o TV, usar un teclado, mouse y un gamepad USB, por ejemplo).
Lo mejor es que los parlantes tienen muy buena calidad (para videollamadas o música), aunque al estar las bocinas una al lado de la otra el efecto estéreo se pierde un poco. Los micrófonos funcionan muy bien, sobre todo para lograr que nuestra voz se escuche si hay mucho ruido ambiente; en alguna prueba hubo algo de eco, pero no siempre. Los controles para anular el micrófono o acceder a la videoconferencia funcionan bien, e incluso el parlante proyecta una luz suave en el escritorio para dejar en claro si estamos muteados o no.
Si hay algo que lamentar es la ausencia de un puerto Ethernet dedicado (tiene espacio de sobra), pero eventualmente se puede ocupar un USB con un adaptador. También, ya que estamos, podría tener una salida de audio analógica. Y una versión futura podría incorporar un cargador inalámbrico en la parte superior, pero son detalles: con lo que tiene el equipo debería cubrir la mayoría de los casos de uso posibles.
El Logi Dock tiene un precio local sugerido de 696 dólares (está orientado al mercado corporativo), aunque puede conseguirse por bastante menos en algunas tiendas; hay otras alternativas con parlantes, y siempre se puede apelar a un concentrador convencional y un parlante Bluetooth (muchos, incluyendo los de Logitech, tienen micrófonos para usar de manos libres), aunque en ese caso la solución no será tan elegante.