Probamos el Galaxy S20 FE, que transita la avenida entre las gamas alta y media
El Galaxy S20 FE 5G que probamos esta semana en LA NACION enfrenta un dilema existencial: ¿es la cola del león o la cabeza del ratón? Aparecido en el mercado argentino a fines del año pasado, el smartphone tiene muchas de las características que encontramos en la serie Galaxy S20 (la más avanzada hasta ahora, aunque los S21 ya fueron anunciados en el Consumer Electronic Show, hace poco más de una semana, y el fabricante ya tiene un prerregistro para la Argentina), aunque prescinde de algunos encantos para conseguir un precio más accesible.
Esta edición se ofrece a un precio sugerido de 74.999 pesos, mientras que los S20, S20+ y S20 Ultra tienen en nuestro país valores de 102.999, 114.999 y 142.999, respectivamente. Cabe notar que hace algunas semanas el S20 FE 5G se ofrecía por 69.999 pesos, y que 2021 llegó con el mencionado aumento en su precio.
Tal como señalamos cuando el equipo se lanzó en el medio local, las letras FE refieren a Fan Edition (Edición para fans), debido a que el teléfono fue diseñado sobre la base de las sugerencias de los usuarios, según el fabricante. En rigor, con esta movida Samsung estira su base de compradores, con un dispositivo que ofrece menos prestaciones que los Galaxy S20, pero con un aspecto y muchas especificaciones similares a las de los más poderosos de su catálogo.
El celular tiene una pantalla Super Amoled (siglas en inglés de matriz activa de LED orgánicos) de 6,5 pulgadas con resolución de 2400 x 1080 pixeles, a la que nada tuvimos que reprochar en nuestra experiencia. Buen brillo y contraste, y muy digno desempeño, incluso en condiciones de luz poco favorables.
Un punto a favor del display es su tasa de refresco de 120 Hertz (Hz), una cifra que es casi exclusiva de los smartphones de alta gama y que, por supuesto, también tienen los integrantes de la familia Galaxy S20. El dato hace referencia a la frecuencia con la que se actualiza la imagen en la pantalla a cada segundo y, en la práctica, se traduce en una mayor fluidez en las animaciones y transiciones, siendo ideal para, por ejemplo, videojuegos con gran calidad visual.
Cabe señalar que en el mercado ya hay teléfonos con pantallas de 144 Hz, aunque el estándar se ubica entre los 60 y los 90. En ese orden, la cifra del S20 FE es bienvenida.
Por dentro
Al revisar la ficha técnica y ponerlo a prueba, el teléfono no tiene demasiado para envidiarles a sus hermanos mayores. Igual que sus compañeros tiene un procesador de ocho núcleos, cuenta con 128 gigabytes (GB) de almacenamiento interno, que pueden expandirse con una tarjeta microSD, y una batería de 4500 mAh, que, en nuestras pruebas, ofreció más de un día de autonomía con uso normal.
En el RAM sí queda algo relegado, con 6GB (la versión más cara de los S20 viene con 12 GB); aunque el rendimiento es bien fluido, incluso para los jueguitos y otros usos exigentes. Para darse una idea, la mayoría de las notebooks en uso hoy tienen 6 GB de RAM.
Como queda claro en su denominación, está listo para conectarse a redes 5G. Además, viene con Android 10, pesa 190 gramos (no muy diferente al de los otros S20), y cuenta con un lector de huellas integrado en la pantalla.
Mejores fotos
Por lo demás, el Galaxy S20 FE 5G no sufre el destrato que las variantes económicas habitualmente padecen en el terreno fotográfico. Tiene un sistema de tres cámaras en la cara posterior, con una principal de 12 megapixeles (MP), apertura f/1.8, estabilización óptica (o sea, es igual que el componente de los modelos S20 y S20+), zoom de tres aumentos de 8 MP que también añade estabilización, y un gran angular de 12 MP.
Igual que muchos celulares disponibles en el mercado, el módulo en el que se alojan los sensores es rectangular y sobresale en el respaldo. Además, la variante más accesible aventaja a los equipos más caros de la serie con su cámara delantera, que es de 32 MP y se ubica en una pequeña orificio, sin que sea necesaria una muesca o un recorte en forma de gota. Le gana a todos, excepto a la edición Ultra, que tiene 40 MP para las selfies y las videollamadas.
¿Cómo consigue el S20 FE una reducción cercana a los 25.000 pesos respecto a su versión inmediata, siendo que comparte muchas características con los más costosos? La clave está en el material con el que está fabricado. En este caso tenemos un teléfono con acabado plástico, lo que, sin embargo, no va en desmedro de la elegancia, aunque, eso sí, prescinde del vidrio trasero de los otros S20. En nuestra experiencia, la cara posterior apenas acusó el paso de los dedos conservando las huellas. Cabe notar que el equipo agrega certificación IP68, relacionada con la resistencia al polvillo y al agua.
Probamos la versión en azul marino, pero también se ofrecen colores más llamativos y encendidos: lavanda, verde menta y rojo.
En resumen, este es un teléfono que poco resigna en favor de volverse más accesible en términos monetarios. Acaso, el dilema que mencionamos al comienzo de este repaso no sea un asunto que le preocupe demasiado al Galaxy S20 FE 5G.
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