Primer encuentro con los nuevos Google Pixel 2
Probamos por un rato los nuevos smartphones que Google presentó ayer en San Francisco
SAN FRANCISCO.- Ayer Google presentó su nueva estrategia de hardware, que involucra varios dispositivos, incluyendo nuevos parlantes inteligentes, una computadora portátil, auriculares Bluetooth y más. Pero los protagonistas eran los Pixel 2 y Pixel 2 XL, que estuve probando (brevemente) apenas terminó el anuncio.
En lo que refiere al hardware, los Pixel 2 son una combinación de algunas elecciones de diseño del modelo que debutó hace exactamente un año, y de novedades que llegaron al mercado en 2017.
Como otros equipos del mundo Android, llevan un chip Snapdragon 835 y 4 GB de RAM, combinación gracias a la que Android Oreo vuela en el dispositivo. ¿Más que en un Galaxy S8 o un OnePlus 5? Difícil de decir sin tener el otro equipo al lado, pero todo se siente muy rápido, incluyendo la interfaz de Android 8, que trae como novedad el reposicionamiento de la barra de búsquedas y nuevos widgets. Ah, y será compatible con Android R, en 2020 (es decir, recibirá tres años de actualizaciones).
La cámara
Ambos equipos llevan, también, la misma cámara de 12,3 megapixeles y apertura f/1.8, que combina estabilización óptica y digital para asegurar la calidad en la fotos y, sobre todo, minimizar el movimiento en los videos 4K. La cámara es rapidísima para la captura de las imágenes, y parece un digno sucesor del Pixel original, con toda la parafernalia técnica de Google detrás del procesamiento de imágenes que permite, por ejemplo, jugar con la profundidad de campo en los retratos con una sola lente.
Apple, LG, HTC, Samsung, Huawei y otras compañías apelan a dos cámaras para lograr detectar los planos de una imagen (el rostro a retratar más cerca, el fondo alejado) y jugar con eso. Google hace lo mismo con una sola lente, jugando con los pixeles de un lado y otro del sensor, y aplicando, según dice, aprendizaje de máquina para comprender qué se está intentando retratar y qué se quiere dejar fuera de foco. Samsung también logra algo similar con el llamado enfoque selectivo en las cámaras del Galaxy S8.
Lo bueno del sistema de Google es que permite usar también la cámara frontal de 8 megapixeles para aplicar este bokeh a las autofotos; no parece lograr la sofisticación del iPhone X en este punto (que tiene todo un hardware especial), pero lo logra con un equipo notablemente más barato; habrá que ver luego cómo se compara con el Galaxy S8.
No era el lugar para probar la cámara a conciencia, aunque las tomas que hice en el salón quedaban muy bien. En el sitio de DxOMark tienen varios ejemplos comparativos. A propósito, DxOMark es un sitio especializado en el testeo de cámaras de fotos, y aunque evaluó al Pixel 2 como el teléfono con la mejor cámara a la fecha, sus conclusiones deben tomarse con pinzas y han sido muy discutidas; Google los mencionó en la presentación, y con razón: habían declarado al Pixel del año pasado como el rey por mucho tiempo, y fue destronado hace dos semanas por el iPhone 8 Plus de Apple. Ahora el nuevo Pixel lo "supera".
¿No sirve lo que evalúa DxOMark? Sí, pero hasta cierto punto, y está lejos de ser la Biblia; discutir calificaciones numéricas y suponer que entre el Pixel 2 (98 puntos), el iPhone 8 Plus (94 puntos) o el HTC U11 (90 puntos) hay una diferencia realmente notoria a simple vista es ignorar que en la evaluación de los resultados de una cámara juega, también, la preferencia por colores más o menos saturados, la costumbre por ver las imágenes tratadas de cierta forma, o simplemente el gusto. Es comparar Canon con Nikon.
Como sea, la promesa de la línea Pixel está en ofrecer una cámara superlativa, y por lo que pudo verse en principio, Google cumple, aplicando aprendizaje de máquina para combinar múltiples tomas y mejorar todas las imágenes, con excelentes resultados.
Selfie from the Pixel 2 XL, portrait mode. Seriously not bad. pic.twitter.com/zFopbb1bBJ&— Marques Brownlee (@MKBHD) 4 de octubre de 2017
Otras funciones
Ambos equipos usan pantallas AMOLED, lo que les permite tener notificaciones con la pantalla bloqueada, al estilo de lo que tienen Samsung o LG, pero no tan sofisticadas como las de Motorola (no son interactivas). Pero son un avance. Las pantallas tienen una calidad excelente, y Google dice que llevan un filtro polarizador para que se puedan ver bien con anteojos de sol al aire libre, algo que no fue posible comprobar.
El Pixel 2 tiene un tamaño más compacto y una pantalla de 5 pulgadas Full HD con bordes convencionales (en teoría, para dejar espacio para los parlantes estéreo frontales); el Pixel 2 XL tiene la misma pantalla de 6 pulgadas sin marcos y formato alargado del LG V30, aunque es apenas más ancho que éste (o que un Samsung Galaxy S8+ o un iPhone 7 Plus), pero se siente bien en la mano, y la combinación monocromática del dorso -y la textura de la parte inferior- son muy atractivas. En el modelo más pequeño (apenas más pequeño que un Galaxy S8, un poco más grande que un iPhone 7) el plástico de la parte superior del dorso del teléfono desentona un poco más. El resto del teléfono está hecho de una sola pieza de metal.
Ambos teléfonos tienen sensores en los laterales, que hacen que al apretar el teléfono se active el asistente digital, o se silencie una llamada entrante. Sólo funciona en la parte inferior; en la superior están los botones de volumen y bloqueo (que se activarían con el gesto de agarre). Es una sensación muy extraña, porque el momento en que la presión activa el sensor es perceptible en la yema de los dedos (hay algo que cede). Su utilidad, en cambio, está por verse, y dependerá de la ductilidad del asistente de Google (que recién ahora la compañía está habilitando para España y México). Es la misma tecnología que tiene HTC en el U11 (HTC colaboró con Google en el diseño del Pixel 2; LG en el Pixel 2 XL).
Cómo funciona el apretar el teléfono para activar el asistente: se siente el momento de presión; sólo funciona en la parte inferior pic.twitter.com/pjNDsOmGzv&— Ricardo Sametband (@rsametband) 4 de octubre de 2017
Qué más: ambos modelos son resistentes al agua y al polvo, y perdieron el conector de audio analógico (miniplug) en favor del USB-C, que les permite carga rápida para recuperar parte de la batería en poco tiempo; siguiendo así a Apple desde el iPhone 7, Lenovo con el Moto Z original (que después parece haber cejado en su intención de eliminarlo) y la firma china LeEco. La compañía incluye el adaptador en la caja.
Vendrá en modelos de 64 y 128 GB (no expandible, aunque sí se accede a 3 años de almacenamiento ilimitado de fotos y videos en calidad original en Google Photos), y tienen batería de 2700 y 3520 mAh respectivamente, casi los mismos que la versión anterior. Incluyen un sensor de huellas digital en la parte trasera, que Google dice que es el más rápido del mercado. También tienen Bluetooth 5.0., NFC, GPS y Glonass, etcétera.
Un detalle interesante es que son los primeros teléfonos en usar eSIM, una versión digital del chip de la operadora, para usar con Project Fi, el servicio de datos móviles en Estados Unidos de Google; en otros países se podrán usar con una tarjeta nano SIM convencional. La eSIM hasta ahora sólo había aparecido en relojes inteligentes de Apple y Samsung y en el iPad. Ambos teléfonos son compatibles con las redes 4G de la Argentina.
Los teléfonos estarán disponibles por ahora en un puñado reducido de países, y Google dice que es premeditado, para asegurar al provisión de equipos; en la versión anterior tuvieron dificultades para abastecer la demanda: casi tres millones de teléfonos Pixel en sus tres primeros trimestres en el mercado, según IDC.
El precio, de 649 y 849 dólares para los modelos base (disponibles para la semana próxima; por 100 dólares extra se duplica el almacenamiento), los deja en el segmento de alta gama, pero al menos en prestaciones y en lo que puede apreciarse en un rato de uso, tienen cómo justificar el precio: los equipos tienen buen diseño, buen hardware y prestaciones muy atractivas.