Por qué Fortnite no estará disponible en la tienda de Google (pero sí en Android)
Epic Games, la desarrolladora de Fortnite (el juego gratis del momento, con más de 125 millones de usuarios), confirmó a Eurogamer que la versión para Android no estará disponible en la tienda Google Play, sino que se instalará por descarga directa desde su sitio.
Llegar a Android es la pieza que le falta para dominar al mundo: a un año de su debut ya está en PlayStation 4, Xbox One, Nintendo Switch, Windows 10, macOS y en iOS. Y se encamina a facturar mil millones de dólares en ventas de agregados para el juego (que no tiene límite de uso en su modalidad gratis) desde 2017, según estimaciones de SuperData. Algunas consultoras auguran que llegará a facturar 3000 millones de dólares al año vendiendo trajes, bailes y otros agregados para el juego.
Este último dato no es menor, y es la razón principal que dio la compañía para decidir saltearse la tienda de Google y optar, en cambio, por ofrecer la descarga del juego en forma directa desde su sitio en las próximas semanas. Los últimos rumores indican que el Galaxy Note9, que será presentado el jueves próximo, lo tendrá en exclusiva por un mes.
¿Por qué Epic Games no quiere estar en Google Play? Porque Google se queda con un 30 por ciento de la facturación generada en esa tienda. Lo mismo sucede en las demás plataformas, claro; pero con una diferencia: Android permite la carga de aplicaciones desde fuentes no oficiales, es decir, por fuera de su tienda.
Esta es, también, la razón por la que hay tanta polémica por el juego multiplataforma: aunque es posible que un usuario de PlayStation 4 juegue con gente que está participando desde otros dispositivos (la gracia del juego es que son cien contrincantes por sesión), Sony impuso una limitación: todos los agregados que se compran en su plataforma se quedan allí. Si un usuario lleva su perfil a otro dispositivo, se va limpio. Microsoft y Nintendo iniciaron una campaña de publicidad en contra de esto, destacando la interoperabilidad, y la posibilidad de que los perfiles en las diferentes plataformas se copien con todos sus agregados comprados.
Así las cosas, el argumento de Epic es que en una consola de videojuegos tiene sentido que Sony, Microsoft o Nintendo reciban algo de dinero por la venta de software o agregados dentro de un juego, porque invirtieron en el desarrollo del hardware; pero en Android la que gana con la tienda es Google, no los fabricantes de los teléfonos. Lo mismo sucede en Windows 10 y en MacOS, donde Fortnite se instala por fuera de las respectivas tiendas oficiales de aplicaciones.
Un punto espinoso que la compañía deberá resolver será el del phishing y las versiones truchas (que ya sufre): al no estar validados por la tienda de Google, un sitio que simule ser el de Epic (o la distribución de un instalador falso) podría actuar como intermediario, robar datos de usuarios y traerle más de un dolor de cabeza a la compañía.