Por la pandemia, se revolucionan los medios de pago en la Argentina
El hábito fuertemente arraigado en la Argentina de pagar con dinero en efectivo está quedando atrás desde el inicio de la pandemia, y los pagos digitales se están posicionando como el método preferido. "Para los consumidores, cualquier cosa que no requiera contacto llama la atención. Incluso cuando pagan con sus tarjetas se sienten inseguros y ansiosos al tocar los terminales o entregar sus tarjetas a los cajeros", sostiene Vanesa Meyer, vicepresidente de innovación y diseño para Visa América latina y el Caribe. Los pagos digitales son los que se hacen por home banking, con tarjetas a través de una plataforma online, e-commerce y billeteras digitales. Existen varias tecnologías disponibles, como los códigos QR, tarjetas contactless, y pagos con el móvil, entre otros.
En este sentido, según RTi Research, una empresa de investigación de mercado, "con muchas personas viendo el dinero como sucio y potencialmente infectado con Covid-19, ha habido un aumento en el uso de pagos sin contacto". La encuesta que hicieron en América latina encontró que el 72% de los consumidores prefiere el uso de tarjetas de débito y el 63 por ciento, tarjetas de crédito, mientras que el 44% prefiere el efectivo.
El escenario local
La cuarentena también forzó cambios en la forma de pagar de 7 de cada 10 argentinos en los niveles socioeconómicos medio alto, medio, medio bajo y primer estrato del bajo, según el relevamiento realizado por la consultora D’Alessio IROL. Este dato coincide con una investigación realizada por Kantar, a pedido de MasterCard, entre el 26 y el 30 de mayo de este año entre hombres y mujeres bancarizados de entre 18 y 55 años. "Durante el aislamiento social obligatorio, el 62% de los argentinos sondeados admitió que aumentó el uso de pagos digitales; y el 40% dice haber probado nuevos métodos de pago. De hecho, el 48% afirma haber cambiado su comportamiento al momento de comprar", comentó a LA NACION Agustín Beccar Varela, country manager de Mastercard para la Argentina y Uruguay.
"Los que mayor tracción parecen haber logrado hasta el momento fueron las tarjeta de débito (35%) y las transferencia por home banking (31%), seguidos de la tarjeta de crédito (22%) y Mercado Pago (17%)", comenta a LA NACION Nora D’Alessio, vicepresidente de la consultora homónima.
La entrevistada también observa particularidades según el rango etario. "La tarjeta de débito tiene más tracción entre los mayores, muchos de los cuales la utilizaron sobre los fondos de su jubilación".
La experiencia con internet hace que los más jóvenes opten por operar a través de productos digitales. En este sentido, D’Alessio señala que los adultos jóvenes intensificaron el uso del home banking y los millennials se volcaron más a Mercado Pago.
Por otra parte, el informe UDE Link, de Red Link, con datos de mayo de este año arrojó, entre otras conclusiones, que ese mes se sumaron más de 1,9 millones de usuarios y 6,7 millones en un año a las distintas plataformas digitales.
Esta investigación indica que un disparador importante para el cambio de hábito también se relaciona con el límite de la atención personalizada en los bancos impuesta por el gobierno. "Esto hizo que el número de tarjetas en uso haya crecido de 18,7 millones en marzo a 19,5 millones en abril, y a 20,3 millones en mayo. Es el nivel más alto en cuatro años. Además, impulsó el uso de tarjetas habilitadas que estaban inactivas, que representaban el 30,7% del total prepandemia y ahora pasaron a 28,9 por ciento, la menor proporción en 4 años".
Aunque los argentinos pueden caracterizarse por haber sido algo conservadores con respecto a los pagos móviles hasta que surgió la pandemia, son audaces en sus pronósticos para el futuro ya que, en el estudio de Kantar patrocinado por Mastercard, el 37% de los sondeados dijo que considera que para el 2030 se podrá pagar utilizando solo las huellas digitales. Además, un 42% cree que para esta misma fecha todas las transacciones serán en tiempo real, y el 56% entiende que ya no existirán los pagos en efectivo.
Sin embargo, varios fenómenos hacen pensar que el pago con billetes continuará, en especial, según dice D’Alessio, mientras en nuestro país continúen los pagos en negro. En este punto es importante recordar que en la Argentina es alto el nivel de personas no bancarizadas y semibancarizadas.
Por lo pronto, la experiencia adquirida por los consumidores respecto de los medios de pago durante las últimas semanas, los lleva a pensar en otras funciones que les gustaría utilizar. La investigación de Kantar menciona que el 76% de los encuestados querría poder pagar todos los transportes públicos de forma digital, mientras que el 54% querría dividir el monto de una compra con otra persona en el momento. Además, el 45% querría realizar pagos en tiempo real usando una aplicación de mensajería o de redes sociales. Este desarrollo está disponible en otros países desde hace varios años. Por ejemplo, en China, el mensajero WeChat permite realizar pagos e incluso transferir dinero entre contactos con sólo un par de toques.
A futuro
WhatsApp también está avanzando para ofrecer un servicio de pago. Si bien no tiene planes concretos en la Argentina, en junio lanzó su servicio en Brasil, aunque el Banco Central de ese país lo suspendió a los pocos días para "preservar un adecuado ambiente competitivo".
En el mediano y largo plazo, para que los medios de pagos sigan evolucionando, es preciso superar algunos desafíos. Entre ellos, educación a los ciudadanos para que sepan utilizar estas herramientas, desarrollar soluciones interoperables y estándares centrados en la eficiencia. Por supuesto, la experiencia del usuario y el hecho de que los comercios sumen estos medios de pago para todo tipo de monto serán claves.