Según Sundar Pichai, el CEO de Google, no sería raro que alguien haga real la historia de la película Her, en la que alguien se enamora de un asistente digital
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El martes, Google presentó todas sus novedades relacionadas con Gemini, su plataforma de inteligencia artificial, que está integrando ahora mismo en todos sus productos, como las búsquedas, Android y mucho más. Pero además adelantó lo que llama Project Astra, un motor de inteligencia artificial generativa más sofisticado, capaz de dialogar en tiempo real, por escrito y en forma oral, con una persona, e incluso interpretar todo lo que está registrando una cámara; la compañía lo considera el futuro del asistente personal. La demo que publicó la compañía es bastante impresionante, como muestra el video a continuación.
En un camino similar, el lunes, OpenAI presentó GPT-4o, el nuevo cerebro que estará detrás de ChatGPT, y que al igual que Astra es “multimodal”, es decir, es capaz de llevar adelante una interacción por texto, audio o video, en tiempo real y con mucha ductilidad. En YouTube publicaron montones de videos; el que sigue a este párrafo, en el que le describen el entorno a una persona con problemas de visión, es muy bueno para dejar en claro la capacidad descriptiva e interactiva que tiene GPT-4o.
La profusión de videos en los que la IA habla con mucha naturalidad, con entonación, con capacidad para hacer chistes o cambiar el tono de voz hicieron que en las redes surgiera un título: Her, en alusión a la película de 2013 dirigida por Spike Jonze y en la que el personaje actuado por Joaquin Phoenix se enamora de una inteligencia artificial, con la voz de Scarlett Johansson.
Así la describió Gemini, de Google: “En un futuro cercano, Theodore Twombly (Joaquin Phoenix) es un escritor solitario que vive en Los Ángeles. Tras un divorcio difícil, se siente perdido y desconectado del mundo. Un día, decide comprar un nuevo sistema operativo llamado “OS1″, que promete ser una entidad única e intuitiva. Para su sorpresa, se enamora de la voz femenina del sistema, Samantha (Scarlett Johansson), que se convierte en su mejor amiga, confidente y amante. A medida que Theodore y Samantha pasan más tiempo juntos, su relación se profundiza y se vuelve cada vez más compleja. Se embarcan en conversaciones filosóficas sobre el amor, la vida y el significado de la existencia. Sin embargo, su relación también se enfrenta a desafíos, ya que deben lidiar con las limitaciones de la inteligencia artificial y las diferencias en sus experiencias como seres humanos y como programa de computadora.”
¿Podría pasar algo parecido en la realidad? Así lo cree Sundar Pichai, el CEO de Google; esta semana, en el Google I/O 2024, respondió una consulta de la prensa con esta respuesta, que recupera Xataka: “Con cada tecnología, a medida que se avanza, existen muchos casos de uso duales. Con la voz, habrá, por ejemplo, quien quiera utilizar la IA para preservar memorias de sus seres queridos ya fallecidos. Es una tecnología muy poderosa. Y sí, también habrá gente que con el tiempo pueda establecer relaciones más profundas con estos asistentes o agentes de IA. Creo que deberíamos prepararnos para todas esas posibilidades. Creo que por eso es tan importante que esta tecnología se implemente de manera responsable.”
Precedente no faltan: alcanza con nombrar a Akihiko Kondo, que en 2018 se casó con Hatsune Miku, una cantante digital que por entonces tenía un puñado de respuestas automáticas a sus comentarios (hoy es solo una muñeca; la compañía que fabricaba los hologramas que le daban vida cerró).
¿Será algo normal? ¿Quedará por siempre en el terreno cinematográfico? Habrá que esperar: ambos motores conversaciones no están disponibles para el gran público, y no estará claro hasta entonces cuánta libertad de movimiento les permiten OpenAI y Google a estos asistentes... pero no sería raro que otra compañía tome la posta.