Otra que Blade Runner: así es el algoritmo que reconstruye una escena en 3D gracias a su reflejo en el ojo de una persona retratada
La córnea del ojo refleja lo que tiene enfrente; con esa información es posible reconstruir en 3D el espacio que estaba delante de una persona en una fotografía
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Hay una memorable escena en Blade Runner, la película de 1982 dirigida por Ridley Scott y protagonizada por Harrison Ford, en la que el detective analiza una fotografía 3D y, al recorrerla y analizar reflejos, detalles y capas de contenido, logra dar con una pista clave en la investigación que da pie a la película. Es ciencia ficción, aunque en el último tiempo varios avances hacen sentir que el análisis que se hace en la película no está tan lejos como parecería.
Un ejemplo es el de un desarrollo de investigadores de la universidad de Maryland: una herramienta que permite reconstruir, en forma tridimensional y con una calidad de imagen más que aceptable, el “detrás de escena” en una foto, analizando el reflejo del lugar en el globo ocular de una persona.
Lo que hace la herramienta es analizar el reflejo en el ojo de una persona retratada y, estimando la curvatura del ojo, recuperar el aspecto y la ubicación de los demás objetos en frente de esa persona: finalmente, lo que logra es ponerse en el lugar de esa persona: mostrar qué estaba viendo, porque todo eso se reflejó en sus ojos (no está de más recordar que vemos las cosas que tenemos adelante porque reflejan parte de la luz que cae sobre ellas; ese reflejo es lo que se aprecia en los de las personas en una foto).
A veces es un reflejo fácil de identificar (luces en una producción fotográfica o una selfie muy cuidada), pero esto permite lograrlo con cualquier imagen donde la fotografía tenga una calidad decente. El sistema incluso es capaz de determinar la ubicación relativa de los objetos gracias a como se deforman en la curvatura del ojo.
“La condición refractiva del ojo humano es una fuente de información subestimada respecto de lo que puede decirnos de cómo se ve el mundo a nuestro alrededor -dicen los investigadores-. Al analizar los ojos de una persona en movimiento, podemos obtener múltiples puntos de vista de una escena fuera del campo visual lineal de la cámara usando los reflejos en sus ojos.” Según explican, “la geometría de la córnea es aproximadamente la misma en todos los adultos sanos. Con este dato, si contamos el tamaño del pixel de la córnea de una persona en una imagen, podemos computar exactamente dónde están sus ojos. En esta información, ajustamos el campo de radiancia a los reflejos de los ojos enviando rayos desde la cámara, y reflejándolos en la geometría aproximada del ojo.”