Cómo es el lector de libros electrónicos Noblex e-Reader
Probamos el nuevo dispositivo para ebooks, que usa Android y permite el acceso a múltiples librerías electrónicas
A principios de mes, Noblex hizo algo relativamente inesperado para el mercado nacional: presentó un lector de libros electrónicos (ebooks). Inesperado, porque diez años después de la aparición del Kindle de Amazon (que no fue el primero, pero que sigue siendo el de referencia), la presencia de los e-readers es escasa en el país: el Kindle no se vende aquí en forma oficial, y hay que apelar a dispositivos alternativos, como los que vendió Grammata unos años o, en forma más reciente, al Boris de Eudeba, en un país que no logra salir del ciclo del huevo y la gallina entre la oferta de libros en versión digital y las alternativas para leerlos.
Así que es bienvenida la apuesta de Noblex, que presentó su e-Reader, que se vende en dos versiones, ambas con pantalla sensible al tacto de tinta electrónica de 6 pulgadas. Como el Kindle, es una pantalla electroforética; las letras se forman por el movimiento de unas bolitas que giran para mostrar su lado oscuro o claro y crear así el texto; consume muy poca energía y se ve muy bien al sol directo.
La diferencia está en que el modelo más sofisticado tiene una pantalla retroiluminada de 1024 x 758 pixeles (es decir, permite leer en la penumbra) y reproductor de audio. Viene, además, con una funda (que se vende por separado para usar en el modelo más modesto) que bloquea el equipo cuando se cierra la tapa. Ambos lectores corren Android 4.4, tienen Wi-Fi, 8 GB de almacenamiento interno y una ranura microSD para expandir su capacidad. El modelo más avazando (con luz para la pantalla, audio y una batería de mayor capacidad) tiene un precio de 3300 pesos; el más modesto, de 2600 pesos.
Para quien haya probado el Boris de Eudeba, este diseño de Noblex resultará familiar, porque se trata de una versión casi idéntica del mismo dispositivo, provisto por Onyx Boox (el modelo Vasco Da Gama); en otros mercados se conoce como Tagus. En tamaño es casi idéntico a un Kindle Paperwhite de Amazon: 170 x 117 por 9 mm.
¿Está a la altura de un Kindle de Amazon? Depende. Ciertamente los modelos de Amazon son el estándar de la industria: todo está pensado para ellos. Y son más baratos (y el nuevo Paperwhite tiene mejor pantalla, por ejemplo), pero hay que poder comprarlos en EE.UU, o pagarlos aquí en la Argentina a un precio similar a los de Noblex. A la vez, la propuesta de Noblex tiene algunos aspectos interesantes, más allá de la venta y soporte locales.
Primero, la pantalla usa la misma tecnología (aunque de una generación previa al Kindle actual): se ve muy bien a la luz del día, no cansa la vista, y el sistema de retroiluminación funciona bien, permitiendo incluso graduar su intensidad. Se enciende con una presión larga del botón central, que funciona también como botón de "Atrás" en Android. Los botones laterales del equipo son para avanzar o retroceder en el texto, o subir y bajar el volumen.
Como la pantalla es táctil, es posible cambiar el tamaño de letra con el hoy clásico gesto de pinzas; también hay controles más precisos, es posible cambiar la tipografía y demás. A veces, no obstante, eso hace que se pase de página por error (no sucede cuando la pantalla se bloquea). Aunque no tiene la más alta resolución del mundo (167 o 212 puntos por pulgada, dependiendo del modelo) los textos se leen muy bien; no se extraña, en general, una resolución mayor, algo que debe agradecerse a la tecnología de tinta electrónica más que a este modelo en particular.
La autonomía es muy buena, gracias a la combinación de esta tecnología de pantallas (que no consume energía mientras no cambia lo que muestra), su batería de 3000 mAh (el modelo más caro) o 1700 mAh (el más económico, el ER6A01). El equipo se mantiene activo un rato (cuánto, lo define el usuario) y luego se apaga; el encendido toma unos segundos.
El eReader de Noblex es compatible con libros electrónicos en los formatos clásicos: ePub, PDF, AZW3, Mobi, Doc, texto y HTML. También es posible ver imágenes (para leer historietas, por ejemplo). Más allá de eso, su fuerte está en el uso de Android: aunque la versión del lector está muy modificada para privilegiar la lectura de libros (no tiene una vista convencional inicial, por ejemplo) tiene la tienda de Google a su disposición.
Así es posible acceder a cualquier tienda de libros que tenga presencia en Android: por ejemplo, la de Amazon, que funciona sin problemas en el equipo de Noblex. El equipo ya viene con acceso gratis por tres meses a Leamos, una "biblioteca" que ofrece un acceso irrestricto a contenido en español por 79 pesos al mes; es de los creadores de la librería digital Bajalibros (disponible en la tienda de Google). También está disponible la tienda de Google (Play Books), la de Kobo y varias otras, lo mismo que lectores de RSS, aplicaciones como Pocket para leer artículos publicados en la Web, etcétera. O agregar un lector de cómics, por ejemplo.
Por supuesto, la idea no es usar el dispositivo como una tableta común: con un modesto chip de doble núcleo, 512 MB de RAM y una pantalla táctil que se actualiza a la vista del ojo, no sirve para videojuegos ni nada por el estilo. Pero tener Android permite otras cosas: cargar el cliente de Google Drive o Microsoft OneDrive para acceder a contenido que tengamos allí guardado; cargar Spotify para escuchar música mientras se lee y no se quiere usar el reproductor interno de música; instalar el Word para editar mínimamente un documento, etcétera. De nuevo, la carga de estas aplicaciones no es veloz: el equipo tiene una función principal que es la lectura, y su uso como tableta de propósito general resultaría muy frustrante.
Los Kindle de Amazon o los Kobo incluyen pantallas un poco más modernas que la del Noblex, un diseño más estilizado y un funcionamiento optimizado, pero la inclusión de Android amplía las posibilidades de uso de este lector de Noblex, y le permite ofrecer algo diferente de los modelos clásicos; incluso, el acceso a las tiendas de libros de otros fabricantes, ampliando su utilidad.