¡No sabían dónde estaba! Encontraron a un satélite que se había perdido en órbita hace 25 años
El satélite S73-7 llegó a la órbita terrestre hace 50 años, pero en los últimos 25 estuvo “perdido”, ya que lo confundieron con un pedazo de basura espacial
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Parece el inicio de una película de ciencia ficción, pero es un hecho real: después de 25 años perdido, sin que se supiera dónde se había metido, fue reubicado en el espacio el satélite S73-7, también conocido como Infra-Red Calibration Balloon, y que llegó al espacio orbital terrestre hace medio siglo.
El hecho es insólito por múltiples razones. No se trata de una nave surcando el vasto espacio (como las Voyager, los objetos creados por la humanidad más lejanos, en el borde del sistema solar, y de las que conocemos con bastante precisión su ubicación): podría pasar que se le pierda la pista. Pero un satélite está, por definición, siempre en el mismo lugar (si es geoestacionario) o haciendo siempre el mismo camino, orbitando un objeto más grande que él: en este caso, la Tierra. Y durante 25 años supimos exactamente donde estaba... y durante un cuarto de siglo no. Rarísimo.
El satélite, de 66 cm de ancho, llegó a la órbita terrestre en abril de 1974, y era parte del Programa de Pruebas Espaciales de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, por ese entonces uno de los pocos países con capacidad para poner satélites en órbita. El satélite debía ir, cortesía de dos motores, a los 800 km de altura para desplegar un globo, parte de un sistema que serviría de calibración para dispositivos en tierra, pero una falla lo dejó en una órbita que no era la propia, y que hoy están gestionadas celosamente por un organismo para evitar posibles choques, algo que no siempre se logra.
Así lo explicó el experto Jonathan McDowell en Twitter. “Es posible que el satélite haya estado escondido en otra parte del catálogo como un escombro mal identificado. Sería interesante hacer una búsqueda de datos para averiguarlo” dijo, en referencia a la gran cantidad de basura espacial que se acumula alrededor de nuestro planeta, y que cada tanto obliga a algunos satélites a hacer maniobras evasivas de emergencia para evitar un choque (y generar más escombros espaciales).
S73-7 was a 184 kg USAF Space Test Program/ARPA experiment ejected from a HEXAGON sat in 1974. A pair of solid motors called the ARPA Transfer System boosted S73-7 to 800 km circular orbit. The goal was to deploy an inflatable balloon calibration target, but the deploy failed.
— Jonathan McDowell (@planet4589) April 29, 2024
Por la manera en que quedó ubicado en órbita, al sistema de rastreo de satélites se le complicaba identificarlo con un radar, y de hecho perdió la ubicación del S73-7 hace 25 años: quedó clasificado como el “objeto 7244″ y se asumía que era una pieza de otro satélite o sonda.
De hecho, la Red Global de Vigilancia Espacial del Departamento de Defensa de los Estados Unidos es quien se encarga de seguir la posición de más de 27.000 objetos en órbita, en su mayoría partes de cohetes y de satélites que ya no funcionan. De hecho, la Agencia Espacial Europea investiga el uso de láseres en tierra para identificar y destruir la basura espacial (con el desafío de no terminar simplemente con más basura, de menor tamaño, pero idéntica capacidad para dañar otros objetos en órbita).
Según explicó McDowell en una entrevista con Gizmodo, el satélite se perdió dos veces: la primera vez a finales de los 70s y luego en los 90s. “El problema es que posiblemente tenga una sección transversal de radar muy baja”, dijo McDowell en la entrevista. “Y tal vez lo que están rastreando es una pieza del globo que no se desplegó correctamente, por lo que no es metal y no se muestra bien en el radar”.
“Si tenés un conjunto de datos orbitales recientes y no hay muchas cosas que tengan órbitas similares, probablemente sea una coincidencia fácil”, dijo McDowell. “Pero si es un espacio muy concurrido y no lo has visto por un tiempo, entonces no es tan fácil hacer coincidir” la ubicación real con la calculada.