"No pueden ganar", dijo el dueño de Megaupload sobre el proceso en su contra
"Por cada correo electrónico que se incluye en la acusación del gobierno de EE.UU., yo tengo otros cien para refutarlo", afirmó Kim Dotcom
WELLINGTON.- El fundador del sitio web Megaupload, Kim Dotcom, inculpado por estafa y violación de derechos de autor, acusó a las autoridades de Estados Unidos de haber montado un caso "engañoso y malintencionado" contra él, y aseguró que no ganarán el proceso judicial.
Liberado bajo fianza la semana pasada en Nueva Zelanda tras un mes encarcelado desde su arresto el 20 de enero, Kim Schmitz, alias "Kim Dotcom", se mostró confiado en desmontar las acusaciones presentadas en su contra por el Departamento de Justicia de Estados Unidos y el FBI.
"Por cada correo electrónico que se incluye en la acusación, yo tengo otros cien para refutarlo", dijo Kim Dotcom al diario New Zealand Herald en su primera entrevista desde que fue puesto en libertad bajo fianza la semana pasada.
La justicia estadounidense acusa a los responsables de Megaupload de haber obtenido 175 millones de dólares de actividades criminales, y de haber causado un perjuicio de 500 millones de dólares a los poseedores de derechos de autor, al proponer copias piratas de películas, programas de televisión y otros contenidos.
Creado en 2005 e instalado en Hong Kong, el sitio web Megaupload, que presumía de tener 50 millones de usuarios cada día, fue cerrado el 19 de enero por orden de la justicia norteamericana.
Pero según Kim Schmitz, alemán de 38 años, esas acusaciones ignoran las pruebas que muestran que intentó personalmente impedir a los piratas acceder a Megaupload, y que tenía a un equipo de veinte personas encargadas de retirar del sitio web los contenidos pirateados.
"¿Cómo se puede seleccionar (la información) de una forma tan engañosa y malintencionada?", se preguntó en la entrevista al diario neozelandés.
"Yo, sentado en mi celda, me digo, ¿por qué están haciendo esto? No pueden ganar", añadió el empresario, que pasó un mes encarcelado en Auckland antes de obtener la libertad bajo fianza.
El pedido de extradición presentado por Estados Unidos será examinado el 20 de agosto. Las autoridades norteamericanas indicaron que reclamarán la pena máxima de 20 años de prisión, en caso de proceso en Estados Unidos.