Nirav Patel, de Framework: “Es demencial que productos tan caros y avanzados como una computadora sean tan descartables”
Tras pasar por Apple y Oculus, Nirav Patel ha fundado Framework, una compañía que se propone reinventar la industria con equipos más duraderos y que cualquiera puede modernizar
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Nirav Patel se ha pasado la vida viéndole las tripas a la electrónica de consumo. De niño cacharreaba con las computadoras que encontraba en su casa, un lugar donde lo roto no se reemplazaba: se arreglaba. “En aquel ecosistema el hardware todavía era muy abierto y podías jugar con casi todo”, recuerda. Después llegó a Apple y de allí pasó al equipo fundador de Oculus, y se encontró el mundo al revés. “En el transcurso de unas pocas décadas, los dispositivos se han vuelto completamente cerrados e inaccesibles para el usuario final”, lamenta.
El resultado de esto es una civilización acostumbrada a que las últimas tecnologías queden obsoletas al cabo de un triste año. Un mercado donde es razonable que unos jeans duren mucho más que una computadora. “Es demencial que productos tan caros y tan avanzados sean tan descartables; que gastemos 2000 dólares en una computadora y que el deterioro de una pequeña parte, como una batería o una tecla los deje inservibles por lo costoso que es repararlos”, sentencia. La paradoja fue el caldo de cultivo de Framework, la compañía con la que Patel pretende devolvernos el acceso a las tripas de nuestros dispositivos y, con suerte, sacar a la industria del modelo en el que está atascada.
Dieciocho meses después de la puesta en marcha del proyecto, la empresa estaba lista para el lanzamiento de su primer producto: una computadora portátil reparable y configurable cuyas primeras unidades están llegando a los consumidores de Estados Unidos y Canadá. “Estamos construyendo la infraestructura para llegar a Europa. Nuestro objetivo es abrir los pedidos en algunos países antes del final del año y seguir expandiéndonos en 2022″. Su promesa es que no necesitamos ser ingenieros ni tener conocimientos previos para mejorar, o reemplazar cualquier parte de la máquina. “De hecho, es muy fácil”, asegura. Basta un destornillador.
¿Cómo se decidió a dar el paso?
Estaba claro que el problema no iba a resolverse solo y que la única manera de arreglarlo era demostrar que es posible construir una empresa que siga un modelo distinto más amigable con el consumidor y el medioambiente. Y sabía que tenía las habilidades y las conexiones necesarias para conseguirlo.
Sobre el papel, ¿cuánto tendría que durar una notebook de Framework?
Nuestro objetivo es que duren al menos el doble de lo que los consumidores podrían conseguir comprando otra computadora de características similares. Pero lo crucial es que los equipos no solo van a ser funcionales durante ese periodo de tiempo, también van a ser agradables. No se trata de un producto que empieza a degradarse después de funcionar perfectamente durante dos años, y que el usuario tiene que sufrir durante otro par de años más. Si algo empieza a funcionar peor, sea una batería gastada, una pantalla rota o un espacio de almacenamiento insuficiente, puede arreglarse con un sencillo cambio de módulo. Además, si un usuario necesita un puerto diferente, puede conseguirlo sin necesidad de adaptadores externos, basta cambiar las tarjetas de expansión. La máquina está diseñada para ser muy fácil de abrir y todo está etiquetado con códigos QR donde el usuario encuentra instrucciones paso a paso.
Por fuera, vuestras notebooks se parecen a cualquier modelo comercial, pero lo que ocurre por dentro es muy distinto. ¿Cómo de difícil ha sido reinventar esa estructura?
No es una reinvención total. Hemos sido capaces de aprovechar mucho conocimiento en materia de diseño y arquitectura. Más bien es una revisión de prioridades: para nosotros lo importante era asegurar que teníamos un portátil muy fino y de alto rendimiento, pero dentro de los límites de hacerlo totalmente accesible para alguien que nunca ha visto una computadora por dentro.
Pongamos que se me rompe el teclado. ¿Cuánto tiempo y dinero me costaría repararlo?
Para esta pieza tenemos dos vías. Una es reemplazar toda la parte superior—99 dólares—, que costaría un par de minutos o menos. Otra opción es reemplazar únicamente el teclado —39 dólares—, que es algo más complicada, y puede llevar media hora. El usuario puede elegir, comprar el repuesto en nuestra web y tenerlo en casa en un par de días. Es más eficiente para el consumidor y para nosotros: no tienen que enviarnos el equipo y esperar a que el centro de reparación lo revise, y tampoco hay que preocuparse por la seguridad de la información.
¿Y si ocurre algo más letal? ¿Si un café derramado daña diferentes componentes? ¿Deja de ser rentable la reparación?
Si el daño es demasiado, puede ocurrir que tenga más sentido comprar uno nuevo. Pero incluso en esa situación sería posible ahorrar aprovechando algunos componentes. Por ejemplo, las tarjetas de expansión la memoria y el almacenamiento, probablemente estarían intactos.
En lo que respecta al precio, ¿cómo es la comparación con otros equipos del mercado?
Hemos intentado mantener los precios próximos a lo que el usuario encontraría comprando un equipo similar. La notebook preconfigurada más barata cuesta 999 dólares y la más cara cuesta 2000. Aparte, si un usuario, por ejemplo, no quiere Windows, puede configurar una versión más barata en la versión “hazlo tú mismo”.
En el escenario que describe, los compradores siguen dependiendo de ustedes para conseguir recambios. ¿Entra en vuestros planes esta suerte de monopolio?
No. Estamos tratando de construir un ecosistema que vaya más allá de Framework. Ya hemos publicado en abierto los diseños de las tarjetas de expansión y tenemos algunos desarrollos comunitarios y pequeñas empresas empezando a desarrollar las suyas propias. Eso es genial, porque los consumidores no tienen que depender de nosotros. Y queremos que ocurra también con otros componentes.
¿Les preocupa que estos fabricantes acaben echándoles del mercado?
No especialmente. Para nosotros el objetivo es hacer crecer ese ecosistema y que nuestra tienda sirva, con el tiempo, como mercado para esos terceros fabricantes y vendedores.
¿Veremos y repararemos las tripas de más dispositivos?
Sí. El portátil es solo el principio porque era lo más obvio y posiblemente la categoría que más necesitaba el modelo que tenemos. Pero pensamos que esto aplica a cualquier categoría de electrónica de consumo. Todos tenemos un cajón lleno de dispositivos rotos con los que no podemos hacer nada.
¿Imagina a Apple o Samsung siguiendo un modelo similar?
Nos gustaría. Pero no cuento con ello. Sus modelos están demasiado centrados en ese ciclo del reemplazo.
A ellos les mataría el modelo de Framework. ¿Qué puede matar a Framework?
El mayor reto para nosotros es el problema que está afrontando todo el mundo: la escasez de silicio y los problemas en la cadena de suministro. Por ahora hemos sido capaces de superarlo, pero nadie sabe exactamente qué pasará el año que viene y no parece que esta crisis vaya a desaparecer. Por ahora estamos vendiendo las computadoras portátiles más rápido de lo que las fabricamos.
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