Neuralink, la empresa de Elon Musk, dice haber recibido luz verde para probar sus implantes cerebrales en humanos
La compañía inició en 2022 ante el regulador farmacéutico estadounidense el trámite para hacer pruebas clínicas de su chip, que permite vincular un cerebro con una computadora en forma inalámbrica
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Neuralink, la compañía de Elon Musk de chips para el cerebro, ha anunciado este jueves que ha recibido luz verde del regulador farmacéutico estadounidense para hacer su primera prueba en humanos. El polémico empresario vaticinó en diciembre que el permiso de la Food and Drug Administration (FDA), la oficina que supervisa productos, medicinas y procedimientos quirúrgicos de Estados Unidos, llegaría durante el primer semestre de este año. No se equivocaba, aunque la aprobación no fue fácil, pues escucharon una negativa el año pasado. La empresa, fundada en 2016, ha informado que este es el primer paso que permitirá que su tecnología “ayude a mucha gente”. Hasta el momento, el regulador no ha hecho público lo que afirmó Neuralink en las redes sociales.
We are excited to share that we have received the FDA’s approval to launch our first-in-human clinical study!
— Neuralink (@neuralink) May 25, 2023
This is the result of incredible work by the Neuralink team in close collaboration with the FDA and represents an important first step that will one day allow our…
“El reclutamiento aún no está abierto para nuestra prueba clínica”, ha informado en Twitter la empresa, quien promete más información en los próximos días. Neuralink lleva varios años aumentando las expectativas sobre sus avances. En 2020, Musk afirmó en una presentación que los chips fabricados por la empresa podrían curar algunos tipos de parálisis y unos casos de insomnio. El controvertido magnate, quien siempre ha tenido poco cuidado midiendo sus palabras, incluso señaló que el dispositivo podría dar a los usuarios una visión “superhumana”. En ese momento mostraban uno de sus primeros implantes, en un cerdo.
Un año, después, en 2021, Neuralink hizo una de sus presentaciones más virales. Un mono, Pager, aparecía frente a una televisión y seguía con atención lo que sucedía en la pantalla, un videojuego de Pong. El primate controlaba los mandos solo con la mirada gracias a un par de semiconductores del tamaño de una moneda de 25 centavos que tenía implantados en ambos hemisferios del cerebro.
Musk dijo hace algunos meses que habían iniciado un “extremadamente cuidadoso” papeleo ante la FDA y que estaban trabajando con la agencia. “Pienso que probablemente en seis meses podremos poner nuestro primer Neuralink en un humano”, dijo el controversial millonario, quien esta semana ayudó en Twitter al gobernador de Florida, Ron DeSantis, a lanzar su campaña a la presidencia de 2024.
Antes de esa ocasión, Musk había presumido al menos en tres veces desde 2019 que buscaba la aprobación de la FDA para hacer pruebas clínicas en humanos. Pero fue hasta 2022 que los encargados de la compañía comenzaron el proceso legal ante el regulador. De acuerdo con la agencia Reuters, esta primera petición fue rechazada por las autoridades de la FDA poco después de ser presentada. El regulador dudaba de la seguridad de la batería que utiliza el semiconductor, compuesta de litio. Preocupaba que los pequeños cables que salen del cerebro pudieran ser invasivos en otras áreas del cráneo. Finalmente, los encargados del proceso también hicieron preguntas sobre las implicaciones que tiene quitar el chip y si este proceso podría dañar tejidos cerebrales.
Un reportaje de la agencia británica citaba a expertos que ponían en duda de que Neuralink pudiera corregir rápidamente los puntos que preocuparon al organismo gubernamental, que tuvo la última palabra en el 85% de los procedimientos en humanos hechos en los últimos tres años. “Neuralink no parece tener la experiencia y la mentalidad necesaria para lanzar pronto al mercado esto”, dijo un ingeniero neuronal citado en la pieza, publicada en marzo.
Neuralink no es el único que se prepara a hacer las primeras pruebas de su tecnología en humanos. Uno de sus principales rivales, Paradromics, también está en busca de obtener la luz verde. Fundada en 2015, la empresa ubicada en Austin ha dado pasos agigantados con sus implantes y ha logrado aumentar su plantilla hasta convertirse en una emergente con medio centenar de investigadores. Su producto, llamado Connexus Direct Data, promete a pacientes con parálisis recuperar algunas habilidades para comunicarse.
El prometedor perfil de su tecnología hizo que la FDA la incluya en su selecto programa de aparatos de vanguardia, donde 32 iniciativas reciben un proceso de revisión más rápido, ya que podrían beneficiar a pacientes en sus tratamientos y diagnósticos. Otra de las compañías que luchan en la incipiente industria de los implantes cerebrales es Synchron. Las empresas tienen algunas diferencias en el tamaño, peso y funcionamiento de sus semiconductores y en los métodos quirúrgicos para fijarlos. Pero todos ven con optimismo el futuro y los beneficios que pueden traer para millones de personas.
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