Mujeres en tecnología: no se achica la brecha de género en las universidades y en el ámbito laboral
El Centro Cultural de la Ciencia fue el escenario elegido días atrás para que el colectivo Chicas en Tecnología presentara junto a INTAL (El Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe y el BID (Banco interamericano de Desarrollo) el primer estudio que da cuenta de la brecha de género que hay en torno al estudio y carreras profesionales en ciencia, tecnología, ingeniería y matemática.
Según se desprende el estudio, al intentar acceder, mantener y promoverse en una posición laboral, la mayoría de las mujeres enfrentan barreras vinculadas a estereotipos de género. Entre las principales se encuentran: un ambiente masculinizado, prácticas rígidas, que no permiten equilibrio entre la vida personal y profesional, diferencia en la valoración de las capacidades técnicas.
En la investigación surgen otros datos que dan sustento a la teoría de la brecha de género: en cuanto a la población millennial de la Argentina (nacida entre 1980 y 2000), las mujeres utilizan menos la tecnología en el trabajo que los varones. Allí se identifica otra diferencia de género en cuanto a la posesión de dispositivos tecnológicos: se observa que casi un 65% de los hombres tiene computadora portátil, contra un 58% de mujeres. Además, un 47% de hombres en América Latina posee un smartphone mientras que un 41% de mujeres cuenta con este dispositivo. Estas disparidades también se observan a nivel de empresa: una reciente encuesta realizada que es citada por el estudio sobre 293 empresas de la Argentina, encuentra que el porcentaje de mujeres que posee títulos académicos en ciencias exactas y naturales, tecnología, ingeniería y matemáticas es bajo en todas las empresas (30%). Sin embargo, se observa un porcentaje algo mayor en las empresas más avanzadas en términos tecnológicos (40% de mujeres con esta calificación).
Melina Masnatta, co-fundadora y directora ejecutiva de Chicas en Tecnología, explicó durante el evento que "es importante entender por qué hay tan pocas mujeres en carreras en Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemática. El avance tecnológico y científico de los últimos tiempos resulta una oportunidad para generar la inclusión y participación plena de mujeres en estas áreas así como también la creación de impacto económico y social".
Pasillos y techos
En el ámbito laboral, las mujeres experimentan dos tipos de segregación: horizontal (que se identificó cualitativamente como "pisos pegajosos") y vertical ("techos de cristal") en los diferentes sectores de su especialidad. Ambos tipos de segregación se producen por la escasa presencia femenina en las ramas de actividad vinculadas a CTIM (ciencia tecnología ingeniería y matemáticas) y por los estereotipos de género que enfrentan tanto al intentar acceder, mantener y promoverse en una posición laboral, como a la hora de obtener puestos de responsabilidad y de tomar decisiones que tengan una mayor incidencia en el ámbito científico y tecnológico.
La mayoría de las mujeres que se forma en CTIM enfrenta barreras en cuanto a sus elecciones. Estas se basan en estereotipos familiares y sociales, y se presentan antes de elegir una carrera y durante su realización. En el sistema universitario persiste una brecha de género en el ingreso y egreso de las estudiantes de las disciplinas CTIM. Se ha registrado un 33% de mujeres como estudiantes en CTIM tanto en universidades de gestión pública como privada (67% varones) entre 2010 y 2016.
A la hora de matricularse y decidir su trayectoria formativa, las mujeres eligen más frecuentemente las especialidades en CTIM con titulación (diploma) en Ingeniería y Licenciatura (representan el 70% de las carreras seleccionadas por ellas en todo el período). En el caso de las disciplinas con titulación en Ingeniería, la proporción de las mujeres es del 23% y la de los varones alcanza al 77%, mientras que en el caso de las disciplinas con titulación en Licenciatura la relación es de 45% a 55% respectivamente.
Durante los estudios de nivel terciario y/o grado en CTIM, las mujeres enfrentan situaciones de discriminación que condicionan su finalización. La socialización de género en la que se internalizan estereotipos respecto de la aptitud de las mujeres en CTIM, junto con las prácticas educativas rígidas, constituyen las principales barreras a la participación plena y terminación educativa.
Aunque la proporción de mujeres que recibe becas de programas de gestión pública en las disciplinas CTIM supera a la de los varones (55% mujeres vs. 45% varones), las mujeres entrevistadas destacan características del contexto institucional no inclusivo en el que enfrentan "microdesigualdades" a lo largo de la trayectoria formativa, lo que constituye oportunidades para la deserción y el abandono.
En el ámbito laboral, la mayoría de las mujeres experimenta el deslizamiento hacia los "pisos pegajosos" y la dificultad para superar los "techos de cristal" en los diferentes sectores de su especialidad. Las ramas de actividad en las que se desempeñan la mayoría de las entrevistadas se vinculan con el ámbito de aplicación de las CTIM y se caracterizan por una escasa presencia femenina.
"Dentro de las compañías tenemos la inmensa tarea de generar los cambios necesarios para crear entornos de trabajo más diversos, espacios para que las mujeres puedan desarrollarse profesionalmente sin estar condicionadas por las barreras que históricamente han encontrado", dijo Guadalupe Marin, responsable de Sustentabilidad de Mercado Libre, durante la moderación del panel "Mas Experiencias en el Mercado Laboral" que se llevó a cabo en Polo Tecnológico y Científico ubicado en Palermo, Buenos Aires.
Al intentar acceder, mantener y promoverse en una posición laboral, así como obtener puestos de responsabilidad y de toma de decisiones que les posibilite una mayor incidencia en el ámbito científico y tecnológico, la mayoría de las mujeres enfrenta estereotipos de género (segregación horizontal y vertical) que se observan en el ambiente de trabajo masculinizado, en estructuras organizativas sin equilibrio entre la vida personal y profesional y en la diferencia en la valoración que se le da a sus capacidades técnicas respecto de las de sus pares varones.
La investigación también dio cuenta de que entre las mujeres con trayectoria educativa exitosa, el entorno familiar opera como estímulo hacia las disciplinas CTIM, al igual que la fuerte predisposición personal por resolver problemas y el impulso de creación e innovación individual. En el ámbito laboral, las mujeres adoptan diversas estrategias para acceder, permanecer y promocionarse en el ámbito de trabajo como fuerza laboral innovadora manteniendo una afinidad con sus jefes, adaptándose al entorno masculino, demostrando sus aptitudes, creando una red de contención entre sus pares frente a los sesgos (sororidad), e identificando mujeres mentoras como referentes positivos para su crecimiento profesional.