Motorola One Vision: probamos el celular que llega hoy a la Argentina
Motorola presentó hoy en la Argentina el smartphone One Vision, que anunció a nivel mundial hace algo menos de un mes. Y es parte de una línea de dispositivos con los que busca llegar a usuarios diferentes de los que compran su popular línea G, apuntando a usuarios más atentos a la parte técnica.
El teléfono, que estuvimos probando, tiene un precio local de 24.999 pesos (y hasta 18 cuotas sin interés, en algunas tiendas), está disponible en nuestro país desde hoy, y ofrece tres características importantes: una es su cámara principal de 48 megapixeles; otra, su almacenamiento (expandible) de 128 GB; y por último, ser parte de la familia Android One.
Con Android One
Al igual que el Motorola One de 2018, que toda la oferta de smartphones de Nokia y que algunos equipos de Xiaomi, el One Vision es parte de Android One, una plataforma que ofrece un Android "limpio" (es decir, sin modificaciones por parte del fabricante), con dos años de actualizaciones de sistema operativo y tres años de parches de seguridad. En el caso de Motorola, agregó las funciones conocidas en el resto de sus equipos (los gestos con la mano para activar la cámara y la linterna, las notificaciones con la pantalla bloqueada), por lo que las diferencias en usabilidad respecto de un Moto G son casi nulas. Una ventaja que tiene Android One es que al usar el sistema operativo casi sin cambios suele actualizarse más rápido que otras versiones.
128 GB de almacenamiento
Lo de los 128 GB de almacenamiento (expandible vía microSD) es interesante, sobre todo porque en el mercado local sólo la familia Galaxy S10 de Samsung ofrece esa capacidad de base, y es un número que, para el rango de precio de este celular, es generoso; es como mínimo el doble de lo que la mayoría de los equipos (incluyendo los de la propia Motorola) ofrecen de base.
48 megapixeles
El Motorola One tiene también una cámara de 48 megapixeles, con apertura f/1.7, foco por detección de fases (PDAF) y estabilización óptica. No saca fotos de esa resolución, sino que usa una técnica que aprovecha cuatro elementos contiguos del sensor para generar un pixel de la imagen, aprovechando así- una mayor superficie del sensor. Es decir, toma cuatro muestras en vez de una para generar una foto. Es una técnica que están usando muchos fabricantes este año.
Este método es muy efectivo en situaciones de poca luz, donde le permite tener una mayor sensibilidad con poco ruido en la imagen. Y como los Pixel, el iPhone, el Galaxy S10 o el Huawei P30, por nombrar algunos, incorpora un "modo noche" para tomar fotos casi a oscuras, que aumenta el tiempo de exposición y usa la estabilización óptica para minimizar el temblor natural de la mano.
El resultado es bueno, sobre todo teniendo en cuenta el precio del teléfono, y puede ser la diferencia entre una foto que es una mancha oscura y otra en la que se aprecian muchísimos detalles de una imagen sin usar esa arma de doble filo que es el flash (porque ilumina la zona cercana, pero elimina todo lo que está fuera de su alcance). Lo estuve comparando con un Galaxy S10 y cumplió un papel dignísimo (logra colores más vibrantes, pero tiene más problemas para lograr foco, y pierde detalle; anda mejor en paisajes que en fotos de objetos cercanos).
Pero en situaciones donde el sensor no está tan forzado (es decir, sin penumbra; por la noche, pero en una calle con algo de luz, por ejemplo) el resultado es aún mejor, porque el sensor tiene tiempo para desplegar su arte; probablemente es la mejor cámara en un Motorola a la fecha.
La cámara principal (que también es capaz de grabar video en 4K) está acompañada por un segundo sensor de 5 megapixeles, que entra en acción en las fotos con fondo fuera de foco (de muy decente resultado); sirve también para cambiar la iluminación de un retrato sin afectar el paisaje de fondo.
También tiene una cámara frontal de 25 megapixeles para asegurar que las selfies salgan con mucho detalle, o usar la misma tecnología de la cámara trasera para agrupar pixeles y tener una foto de menor resolución, pero buena sensibilidad en autofotos oscuras (las imágenes serán de 6 megapixeles y a veces quedan un tanto más suavizadas de lo aconsejable).
La cámara también permite un disparo automático cuando reconoce una sonrisa, y agrega una herramienta que sugiere un encuadre alternativo una vez tomada la imagen para, por ejemplo, centrar la persona retratada, hacer un acercamiento si quedó mucho aire alrededor, etcétera. Es optativo.
Una pantalla con agujero
El resto del teléfono es muy bueno, comenzando por la pantalla IPS de 6,3 pulgadas, con una perforación grande en el ángulo superior izquierdo para la cámara y un formato 21:9 (2520 x 1080 pixeles). Qué significa esto: que el teléfono es más alargado de lo usual, pero esto redunda en un equipo que es cómodo para tener en la mano porque no es muy ancho (7,1 mm), aún cuando tiene puesta la funda transparente que viene en la caja. Según Motorola, la otra ventaja de un panel 21:9 (dicho sea de paso: tiene muy buena calidad y balance de colores) es que permite ver películas sin recorte alguno. Lo malo: el tamaño de la cámara frontal le quita espacio a la barra de notificaciones de Android. El Moto One Vision tiene vidrio Gorilla Glass al frente y en el dorso, unidos por un cinturón de aluminio, y la sensación en la mano es de un equipo muy sólido.
Detrás de la pantalla está el procesador Samsung Exynos 9609 de ocho núcleos (la firma coreana provee también el sensor de la cámara); con 4 GB de RAM no tiene inconvenientes en correr Android 9 Pie, sobre todo por la ausencia de agregados que puedan ralentizar al equipo, aun cuando es un procesador de segunda línea en términos de capacidad de procesamiento. Es decir, no está entre los más rápidos, pero permite un equipo a un precio más bajo que igual mantiene su agilidad.
Tiene también una radio FM (el teléfono incluye un conector de audio miniplug), y batería de 3500 mAh que se carga por USB-C. En la caja viene un cargador rápido de 15 watts; en 15 minutos, dice la compañía, recupera 7 horas de uso moderado. Como sea, la batería dura todo el día cómodo y un poco más. En el dorso del teléfono, el logo de Motorola alberga el sensor de huellas digitales, de impecable funcionamiento. Por supuesto, también tiene 4G, Wi-Fi, GPS, NFC y Bluetooth 5, e incluye parlantes con sonido Dolby, que se escuchan bien, aunque no sean particularmente poderosos. Corre Android 9.0 Pie casi sin modificaciones, y debería recibir Android 10 al poco tiempo de que sea publicado (septiembre). Viene en dos colores, zafiro y bronce; este último es menos polémico de lo que podría imaginarse.
En su lanzamiento, Motorola lo vende con unos auriculares inalámbricos Verve Buds incluidos en el precio de 24.999 pesos; en ese monto se ubica en el mismo rango que el Nokia 7.1 o un Samsung Galaxy A7 y los supera a ambos gracias al hardware que incluye por ese precio (mirando al mercado local y en tiendas oficiales); las alternativas para traer modelos del exterior son mucho más amplias, lo mismo que algunas ofertas en tiendas de Mercado Libre, sobre todo de Xiaomi, con el Pocophone F1, que ronda los 22 mil pesos en el mercado local, pero con una financiación más limitada. Como sea, la mejor sensación que deja el One Vision es la de estar bien balanceado: con muy buenas prestaciones por el precio que pide el fabricante.
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