Microsoft (sí, Microsoft) tiene una visión muy innovadora
El camino de Satya Nadella, CEO de la compañía cofundada por Bill Gates hace 40 años, busca renovar los procesos internos para aprovechar las oportunidades del mercado con nuevos dispositivos y servicios en el momento justo
En junio pasado, en el sótano del centro para visitas de Microsoft, en Redmond, Washington, Todd Holmdahl, un gurú del hardware de la empresa, y otros, nerviosamente presentaron a Satya Nadella, el nuevo CEO, un proyecto secreto. Más de cien personas habían trabajado varios años en el ambicioso esfuerzo, que eventualmente sería bautizado HoloLens. En aquel momento las antiparras HoloLens eran una torpe mescolanza de tiras, cables y electrónica. Pero podían proyectar imágenes a lentes delante de los ojos de una persona, agregando paisajes y objetos virtuales sobre la visión del mundo natural.
Los líderes del equipo pensaban que este producto de realidad aumentada tenía el potencial de ser la próxima gran cosa en la tecnología de consumo masivo, tan innovadora como la PC y el teléfono inteligente. Pero se trataba de Microsoft, la compañía que había logrado una y otra vez tomar innovaciones ingeniosas y fallar en el camino a los estantes de las tiendas. Microsoft tuvo su software en teléfonos inteligentes años antes de que Apple presentara el iPhone. A pocos les importó. Una década antes del Apple Watch, Microsoft presentó su propia computadora de muñeca. No despegó.
Los miembros del equipo de la HoloLens confiaban en su creación. Pero les preocupaba que Nadella, empleado desde hacía dos décadas de Microsoft, que entonces implementaba medidas de reducción de costos y despidos masivos, mataría el proyecto por ser demasiado arriesgado e innovador.
Nadella no mosqueó.
"Dijo de inmediato. ‘Esto es algo que vamos a hacer’" dijo Holmdahl. "Vamos a crear una nueva categoría de producto y este es el tipo de cosa en la que debiera estar trabajando Microsoft".
Esa respuesta dice mucho del Microsoft remodelado que Nadella imagina: una empresa con menos feudos internos y más disposición a apostar a nuevas tecnologías en vez de proteger las vacas lecheras del pasado. Parte de esa reconstrucción se dio en la conferencia de Microsoft que comenzó el miércoles en San Francisco, donde buscó recomponer la desgastada relación de Microsoft con diseñadores de software, haciéndoles más fácil convertir apps escritas para los sistemas operativos móviles de Apple y Google para que funcionen con Windows.
En una reciente entrevista, Nadella, de 47 años, dijo que él y la compañía habían aprendido de sus errores del pasado. Dice que su Microsoft entiende la disciplina que es necesaria para producir productos que se ven y se sienten con buena terminación. Todas las partes, desde el hardware, pasando por el software, hasta los servicios online deben funcionar en armonía.
"Una de las lecciones que hemos aprendido es que hay darle un acabado de excelencia a todo escenario" dijo Nadella, que habla con arpegios verbales, dando énfasis con frases que dan saltos de octavas. "No se puede parar. Hay que completar esto y creo que Apple nos ha enseñado lo que la experiencia de la excelencia significa en la creación de categorías".
En algunos sentidos Microsoft ya es un lugar distinto del sitio balcanizado que Nadella heredó de Steven Ballmer en febrero de 2014. Hace no mucho la compañía tenía media docena de sistemas internos para manejar el desarrollo de Software; Nadella está presionando a todos para que usen el mismo, con la creencia de que herramientas internas de primer nivel le ayudarán a crear productos de primer nivel.
Ha continuado un esfuerzo iniciado bajo Ballmer para terminar las luchas de facciones dentro de Microsoft, haciendo más ágil la fuerza laboral de 118.000 empleados. Los ha convocado con mantras como que se debe hacer más personal a la computación personal por medio de dispositivos vestibles y otros.
Para mejor trasformar la innovación de Microsoft en productos que la gente quiera comprar, ha ordenado al grupo de investigaciones de la compañía, el mayor de la industria tecnológica, que trabaje en relación más estrecha con los ingenieros de productos.
Y cosa igual de importante, Nadella ha mostrado un sentido de la humildad. Ballmer una vez se rió del iPhone en una entrevista televisiva. Nadella en cambio ha promovido agresivamente la adaptación de software de Office para dispositivos Apple y Android, los dispositivos que han erosionado la influencia de Microsoft.
"Su arrogancia los consumió" dijo Marc Benioff, CEO de Salesforce.com, crítico de larga data de Microsoft, cuya compañía llegó a un acuerdo para cooperar en la integración de software con Microsoft el año pasado. "Ahora con Satya tienen una mentalidad mucho más abierta respecto de trabajar con la gente".
Aún así, dada la historia de la compañía, hay abundante escepticismo respecto de que Nadella pueda lograr un éxito con la HoloLens y otros productos innovadores que comienzan a salir de Microsoft. Los analistas se han visto impresionados por el negocio de computación en la nube de rápido crecimiento de Nadella y las acciones de la compañía, que subieron casi 40 por ciento desde que hizo cargo, están cerca de su punto más alto en quince años. Pero aún no ha demostrado que Microsoft pueda presentar una nueva tecnología que sacuda el mercado.
En la reunión sobre HoloLens, Nadella le dijo al equipo cómo quería que procediera el proyecto. No se organizaría como la Xbox, el sistema de videojuegos de la compañía, que se desarrolló como una república semiautónoma. Quería que el grupo estuviera plenamente integrado en Microsoft.
Eso significaba colaborar con la gente que desarrolla Skype, el servicio de conferencia de voz y video online de la compañía, así como con los equipos de Windows y de video juegos. El grupo de la HoloLens ya había comenzado a avanzar en este sentido incluso antes de reunirse con Nadella, pero sus órdenes galvanizaron al equipo. Microsoft dice que la HoloLens saldrá a la venta "en el período" en el que el Windows 10, su nuevo sistema operativo, se difunda en este verano boreal.
Dicho de otro modo la HoloLens es sólo un crisol para la nueva Microsoft sin fronteras. Que Nadella busca crear. Sin presiones.
"Un promedio de bateo decente"
Hay una breve lista de grandes compañías de tecnología que han logrado recuperar su antigua gloria. Se podría decir que esa lista contiene sólo un nombre: Apple.
Microsoft, que pasó el 40 aniversario de su fundación en abril, es blanco fácil para los críticos porque su era dorada, la de los noventa, fue hace milenios en el calendario digital. Para los jóvenes emprendedores y diseñadores de software de hoy es difícil creer que la Microsoft de 2015, que ha perdido los colmillos en batallas antimonopólicas y debido a errores estratégicos, en un tiempo dominó la industria.
También es fácil exagerar los problemas de Microsoft. Con US$ 22.000 millones en ganancias el año pasado, US$ 87.000 millones en ingresos y reservas de más de US$ 95.000 millones, a menudo intercambia lugares con Google como la segunda compañía de tecnología más valiosa del mundo después de Apple. Windows y la suite de Office de software de productividad siguen generando ingresos, especialmente de clientes corporativos, pese a una sucesión de obituarios prematuros. Aunque Ballmer fue duramente criticado por ser sordo a la tecnología, más de una docena de nuevos productos lanzados bajo su conducción superaron los US$ 1000 millones en ingresos anuales.
Es impactante, sí, pero rara vez se nombra a Microsoft entre las compañías tecnológicas de hoy que definen el futuro, especialmente en lo que se refiere al consumo masivo. Es casi siempre una empresa que viene a la mente después de nombrar a Amazon, Apple, Google y Facebook. En la entrevista a comienzos de abril Nadella sostuvo que los errores de Microsoft deben verse en perspectiva.
"Lo que se pierde de vista es que no seríamos quiénes somos y con el éxito de hemos tenido si no tuviéramos un promedio de bateo decente", dijo Nadella, sentado en el mismo sofá, en la misma oficina poco pretensiosa y rodeada de ventanas, ocupada en un tiempo por Ballmer y, antes de eso, por Bill Gates. "Creo que estaríamos muertos y desaparecidos si fracasáramos más que nada. Es simplemente que nuestro promedio en los últimos cinco años no ha sido tan grandioso, digamos, como el de Apple".
Nadella señaló en particular las tabletas. Confiar durante años en que otras compañías construyeran las tabletas con Windows, dijo, llevó a productos pobres. Ahora la compañía está promocionando fuertemente la Surface, una tableta que Microsoft diseña y fabrica.
Por supuesto que una cosa es hacer hardware y otra hacer buen hardware.
La atención al detalle, tan crucial en el mercado de hardware actual, no ha sido el rasgo más destacado de Microsoft. Cuando Microsoft presentó inicialmente la Surface hace varios años, la compañía no contaba con la versión adaptada a las pantallas táctiles de sus aplicaciones de Office –los programas inmensamente populares como Word y PowerPoint- desde el comienzo. Era como tratar de vender un auto al que le faltaba una rueda.
Un problema similar surgió el año pasado, poco después de que Nadella asumiera como CEO. El equipo que estaba trabajando en una nueva versión de Surface estaba frustrado porque se requerían múltiples pasos –iniciar el dispositivo, ingresar una clave, abrir una app llamada OneNote- antes de que el usuario pudiera comenzar a tomar notas en la tableta con un lápiz. "Para cuando estaba en condiciones de comenzar a escribir, probablemente diría ‘mejor lo hubiera escrito en un papel’" dijo Steven Bathiche, investigador de Microsoft que ahora es parte del equipo de Surface.
Los grupos de hardware y software no lograban resolver sus conflictos, temiendo cada uno que los cambios les hicieran incumplir plazos.
Nadella no estaba contento.
"No van a enviar esto al mercado sin que funcione bien" respondió Nadella en aquel momento. "Una de las ventajas de ser CEO es que uno dice cosas como esa y la gente se pone a la altura de las circunstancias", dijo.
Para cuando se comenzó a vender la Surface bastaba cliquear un botón en el lápiz para comenzar a tomar notas.
Convertir innovación en ventas
Gran parte del destino de Microsoft depende de su rama de investigaciones, el grupo cuasi académico responsable de conjurar avances que hagan que Microsoft se mantenga relevante por generaciones.
El lunes, Harry Shum, el vicepresidente ejecutivo de Microsoft que supervisa las operaciones de investigación, demostraba muy orgulloso el funcionamiento del Traductor de Skype, un nuevo producto que incorpora años de trabajo de investigadores para convertir conversaciones de voz de un idioma a otro en tiempo real.
Shum acordó amablemente realizar una parte de una entrevista usando el Traductor de Skype. Shum estaba en su oficina y yo estaba en una sala de conferencias corredor abajo viendo el rostro de Shum en una pantalla de computadora. Yo hacia preguntas en inglés y Shum respondía en Mandarín, su lengua nativa. Contestó una pregunta en Mandarín respecto del impacto que dice que puede tener el traductor de Skype y el software escupió una transcripción en inglés y una grabación sintetizada segundos más tarde.
El software cometió errores –Skype transcribió su nombre como "Hairy"- pero logró transmitir el sentido general. "Hoy tenemos muchos obstáculos de comunicación" dijo Shum, según la traducción de Skype. "Porque hablamos idiomas diferentes. Usted habla inglés, yo hablo chino, si no podemos entender los dos lados de la conversación, el mundo tendría muchos problemas".
Fundada en 1991 por Nathan Myhrvold, el jefe de tecnología de Microsoft en aquel entonces, como un sistema de alerta temprana de nuevas tecnologías que pudieran provocar problemas, Microsoft Research ocupa un edificio que tiene un atrio espacioso de varios pisos, lleno de empleados en remeras, vaqueros y otros ítems de la moda techy.
Es la mayor operación de su tipo en la industria de tecnología, con más de 1000 científicos e ingenieros trabajando en laboratorios en lugares tan distantes como China e Israel. El gasto de la compañía en investigación y desarrollo el año pasado fue de US$ 11.400 millones.
Pero el gasto no garantiza el éxito. Hay una larga historia de compañías de tecnología que desaprovecharon oportunidades comerciales a partir de avances de la investigación que tenían delante de sus narices. En la década de 1970 el centro de Investigación de Xerox de Palo Alto desarrolló una antecesora de la PC moderna, con una interface de usuario gráfica y un mouse. Alguien de fuera de la compañía que la vio, Steve Jobs, fue el que eventualmente capitalizó la tecnología con la Apple Macintosh.
Nadella está tratando de evitar perder oportunidades. Ha presionado a los investigadores y los ingenieros de productos para que trabajen en colaboración más estrecha que nunca. Invitó a Shum a participar de una reunión regular de los miércoles por la tarde de un pequeño grupo llamado equipo de liderazgo en productos; Shum es el primer representante de Microsoft Research que participa en las sesiones.
Dentro de la vieja Microsoft, la tecnología de traducción fácilmente podría haber quedado de lado como una demostración cool y nada más. Los grupos de productos hubiesen tardado en abrazar una tecnología experimental que podría introducir nuevos costos, por no hablar de la incertidumbre en sus plazos de entrega.
Una serie de pruebas de Skype Translator en un aula (en inglés)
"En vez de decir ‘Hey, veamos qué podemos hacer juntos’ se decía ‘bueno, cuando superen este nivel de acierto, vengan a hablar conmigo y podremos ver cuándo los podemos incorporar’" dijo Gurdeep Singh Pall, vicepresidente corporativo de Microsoft a cargo de Skype.
La eliminación de barreras dentro de Microsoft sigue siendo una obra en curso, pero algunos ejecutivos dicen que el tono ha cambiado marcadamente. "Skype tenía todos los motivos para rechazarlo" dijo Peter Lee, vicepresidente corporativo de Microsoft Research. "Pero en cambio Gurdeep simplemente lo abrazó".
"Hay entusiasmo en las unidades de negocios por tomar ideas que van a hacer una diferencia significativa" dijo Ed Lazowska, profesor de ciencias de la computación de la Universidad de Washington, que forma parte del consejo asesor técnico de Microsoft Research.
Shum, que trabajó durante años como jefe de ingenieros en Bing, un segundo distante en el mercado de motores de búsqueda frente a Google, ha visto "quemarse" a Microsoft en mercados de tecnología en anteriores oportunidades.
"Estamos en un momento muy crítico para la compañía y si no creamos productos que le encanten a la gente vamos a ser historia" dijo Shum.
La HoloLens, también, está llena de tecnologías que se originaron en Microsoft Research, incluyendo la tecnología usada para presentar imágenes virtuales en lentes delante de los ojos de la gente. Tiene cámaras desarrolladas por investigadores de Microsoft y usadas por primera vez en Kinect, un accesorio de la Xbox, para mapear lo que rodea a la persona de modo que los objetos virtuales se mantengan donde deben.
Pero el hardware atractivo solo llega a un punto. Si la HoloLens ha de tener alguna posibilidad de convertirse en un éxito tendrá que tener aplicaciones que se vuelvan imprescindibles, agregados que hagan por la realidad aumentada lo que servicios locamente populares como Instagram y Snapchat hicieron por los teléfonos inteligentes.
Cambiar de juego
En la conferencia de Microsoft en San Francisco el miércoles, la compañía mostró ejemplos de cómo se usará la HoloLens. En un ejemplo, una facultad de medicina quiere adoptar la HoloLens para permitir a los estudiantes aprender anatomía. En otro ejemplo, un constructor de edificios planea mostrar a los clientes la arquitectura terminada de un proyecto aún en obra.
Esos ejemplos representan nichos interesantes, pero por cierto que no representan mercados masivos. Para ello Microsoft está recurriendo en parte a los juegos.
En septiembre Microsoft pagó US$ 2500 millones por Minecraft, el videojuego con decenas de millones de entusiastas. Para enero se volvió un poco más clara la lógica de esa compra cuando la compañía mostró el juego en la HoloLens.
En Minecraft, los jugadores pueden construir y destruir estructuras, una especie de Lego virtual. Con la HoloLens el juego ya no está limitado a un teléfono inteligente o una pantalla de computadora. Los jugadores que usen las antiparras pueden decorar las superficies de un cuarto con bloques de Minecraft y luego destruirlos si quieren. En la demostración Microsoft mostró que es posible construir sobre una mesa ratona y luego aplastarla para dejar al descubierto una cueva.
Nadella dijo que la HoloLens fue una razón de peso para comprar Minecraft. "Tengamos un juego que de hecho nos ayude fundamentalmente a cambiar nuevas categorías" dijo Nadella. "Sabíamos que HoloLens estaba en camino entonces".
Hay al menos una cosa es segura: Microsoft tendrá mucha competencia. Magic Leap, una nueva firma en la que ha invertido Google, está desarrollando un dispositivo de realidad aumentada. También están en camino antiparras de realidad virtual de Oculus, propiedad de Facebook, Valve y Sony, que rodean a los usuarios de ambientes virtuales.
Además hay pocas evidencias hasta ahora de que el público esté clamando por ponerse unas antiparras y usarlas por horas. La de Google Glass es una experiencia que invita a tener cautela. La compañía ha retrocedido significativamente en sus aspiraciones para ese producto que es una "computadora en su cara", al menos por ahora.
Los dudosos ya se han alineado contra la HoloLens, convencidos de que Microsoft una vez más se enredará con sus propios pies. El producto parece que será mucho más costoso que los teléfonos inteligentes, que se benefician de los subsidios de los carriers inalámbricos que hacen bajar su costo inicial. Un actual ejecutivo de Microsoft dijo que la HoloLens costará significativamente más que una consola de juego, que ahora cuesta más de US$ 400.
Aunque Nadella y otros ejecutivos del más alto nivel han reconocido la necesidad de cambiar, sigue habiendo bolsones de resistencia. Rahul Sood, que hasta noviembre conducía un fondo de capital de riesgo dentro de Microsoft, alabó a Nadella por cambiar a Microsoft, pero dijo que por debajo de él no hay suficiente disposición a correr riesgos.
"Lo que hace que todo sea más difícil es que hay una gran capa de gerencia media" dijo Sood, que fundó Unikrn, una nueva firma con sede en Seattle concentrada en los juegos competitivos. "Creo que está cambiando lentamente. Creo que necesitan más emprendedores en la compañía".
Hasta Nadella insinúa que hay incertidumbre cuando habla del impacto que tendrá HoloLens.
"No quiero exagerar como se hizo con Google Glass y decir que esto es lo que viene" dice y se pierde su voz. "Quiero que seamos claros al respecto".
Al menos con la HoloLens Microsoft parece estar yendo hacia dónde va la pelota de la tecnología en vez de ir hacia dónde estuvo. Brad Silverberg, un inversor de riesgo de Seattle y ex alto ejecutivo de Microsoft, dijo que lo alienta que la compañía haga eso en vez de tratar de alcanzar a los demás en la telefonía móvil inteligente.
"Esa batalla ya la perdimos" dijo Silverberg. "Hay que cambiar de juego".
Traducción de Gabriel Zadunaisky
The New York Times